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Antes de Gilberto Yearwood y Carlos Pavón, dos históricos del fútbol hondureño, estuvo José Enrique Cardona, “la Coneja”, que era como lo apodaban, nació en El bejuco, de la aldea El Higuerito un 27 de febrero de 1939. Desde muy niño comenzó a destacar en el fútbol. Sin embargo, este deporte le trajo problemas con su madre, ya que ella quería que fuera agrónomo y no futbolista.

Pese a los castigos de doña Petrona Gutiérrez, José Enrique no abandonó el balompié y cuando tenía 18 años, después de ganar la copa con el Hibueras y gracias a ser el campeón goleador de esa temporada, obtuvo un contrato con el Lusitano de Portugués y partió hacia Europa.

Su llegada al viejo continente no fue fácil, varios de los medios portugueses no entendían porqué habían traído a un “indio” de Honduras para jugar en su liga. Sin embargo, José Enrique calló bocas a la primera oportunidad que tuvo y en su partido debut anotó cinco goles. Después de un año de prestar sus servicios al club lusitano, Cardona migró a España, el Elche lo había fichado.

Esta nueva etapa conllevó cambio de equipo, de ciudad y hasta de nacionalidad. Lo último debido a que la regla del fútbol español, en aquel entonces, dictaba que los equipos de primera división podían tener dos jugadores extranjeros, mientras que los de segunda, sólo uno. Varias personas le recomendaron al hondureño cambiar de nacionalidad para tener mejores oportunidades. José Enrique hizo caso a las recomendaciones de sus allegados y tomó la difícil decisión de cambiar de nacionalidad.

“La coneja” jugó para el Elche de 1959 a 1964. Estos años fueron más que buenos tanto en lo personal como en lo profesional debido a que perfeccionó su fútbol, ganó el pichichi de segunda división y se casó con Francisca Cerdá, hija del presidente del equipo de Alicante.

En 1964, después de un partido entre el Elche y el Atlético de Madrid donde La coneja anotó dos goles, Vicente Calderón, entonces presidente del equipo colchonero, se acercó a preguntar cuál sería el costo de traspasar este jugador a su club. La directiva alicante pidió 15 millones, seguros de que no se los pagarían. Cuál sería su sorpresa al escuchar decir a Calderón que al otro día tendrían el cheque.

En el Atlético de Madrid, Cardona terminaría de afianzar su lugar en la historia del fútbol catracho al convertirse en el primer hondureño en disputar una Champions League y ganar en 1965 una Copa del Rey, entonces Copa del Generalísimo. El equipo colchonero enfrentó en la final al Real Zaragoza y el único gol que se registró fue el que anotó José Enrique. Además claro, de ser pieza clave dentro del equipo de la temporada 65/66, mismo que conseguiría el quinto título de los colchoneros en la Liga de España.

La coneja tendría todavía otras dos anécdotas dignas de recordar. La primera de ellas es que se convertiría en el primer jugador en anotar un gol nocturno en la cancha del Estadio Azteca, aquí en nuestro país. La segunda es que gracias a que la FIFA modificó el reglamento poco antes de las eliminatorias para el mundial de México 70, Cardona pudo regresar a jugar a la selección hondureña. Tal vez los resultados no fueron los que esperaba, pues ni siquiera pudieron calificar, sin embargo cumplió su sueño de finalmente representar a su país y sus colores.

Por: Alejandra

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