Es bien sabido que el box es uno de los métodos por excelencia para reducir el estrés, tensión y agresividad. Es una herramienta que nos sirve para canalizar nuestra energía y competitividad; de igual manera, ayuda a incrementar la capacidad de reacción concentración, confianza y optimizar nuestra condición física. Y Julen Lopetegui sabe de esto.
Este grandioso método fue el que eligió el exentrenador del Real Madrid, para ayudarse a salir adelante después de su destitución al frente del banquillo merengue.
Tras un mes de haber desaparecido del radar, Lopetegui reapareció en el mundo del deporte, pero esta vez, en un ring de boxeo. Y es que tras solo algunas semanas del fatal resultado de 5-1, en el que su equipo cayó frente al Barcelona, y que terminó por costarle su trabajo, Julen necesitó ayuda para sanar esas heridas.
El español fue visto en un video de Instagram de José Luis Serrano Valerio, ex-boxeador bicampeón de España y 5 veces campeón de la comunidad de Madrid. En la descripción se esclarece que Julen utiliza su tiempo libre para tomar clases de box. Su entrenador escribió: “Fuerza le sobra. Ahora hay que aprender la técnica”.
https://www.instagram.com/p/BqeHAyiAYmU/?igshid=1n9djw0wpzpeu
Serrano tuvo un admirable historial con 114 combates y 102 victorias. Junto a César Barbosa abrió su cadena de boxeo: Fightland. Aquí ofrecen “White Collar Boxing”, también conocido como boxeo para ejecutivos o boxeo sin contacto.
Este es el tipo de boxeo que practica el actual técnico del Sevilla, quien seguramente durante cada entrenamientos tiene presente la historia de su padre, quien podría haber sido uno de los mejores boxeadores de España.
¿Un futuro brillante?
Julen es descendiente de una reconocida familia de harrijasotzailes (levantadores de piedras), conocidos como los Agerre. Su padre, José Antonio Lopetegui (Agerre II), optimizó la modalidad, realizando entrenamientos más completos que los habituales.
Incluso, jugadores de la Real Sociedad no le podían seguir el paso en carreras realizadas en San Sebastián. Después de la muerte de su hermano mayor, José Antonio se consolidó como el levantador referencia del País Vasco a finales de los años 70, logrando mover piedras de hasta 200 kilos.
Vicente Gil, presidente de la Federación Española de Boxeo, de la Unión Europea de Boxeo y médico personal de Francisco Franco, salió en búsqueda del próximo Paulino Uzcudun.
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Era de la sorpresa de Gil que el País Vasco no hubiera producido un nuevo peso pesado de renombre, pero de igual manera confiaba en que con cierta preparación técnica, un destacado atleta de la zona pudiera convertirse en boxeador profesional.
El médico envió un emisario para reclutar a José Antonio, quien le prometió que ganaría grandes cantidades de dinero y obtendría fama a la brevedad. Con un Julen Lopetegui de 2 años de edad, José Antonio declinó la oferta para poder continuar con la sidrería familiar, lugar al cual se desplazó el promotor Miguel Almazor.
El emisario se marchó sorprendido de la decisión de quien era considerado el atleta idóneo para entrar al mundo del boxeo. Como segunda opción reclutó a José Manuel Ibar, quien accedió a ponerse los guantes.
Semanas después, quien sería conocido como Urtain, hizo su debut como profesional en Ordizia, frente a Tony Rodri a quien noqueó en 17 segundos. La leyenda de Urtain nació ese día.
El padre del exentrenador de la Selección Española pudo haber ocupado ese puesto. Quien hasta este día mantiene el récord de 22 alzadas de una piedra con un peso de más de 100 kilogramos por minuto.
Julen Lopetegui es aficionado del boxeo, en gran parte por la influencia que Urtain tuvo en su infancia, pero no hay persona a la que más admire que su propio padre.
Por: Mario Badillo / @n7mariobadillo