Fundado el 12 de octubre de 1916, para el cierre de los cincuentas, el Club América no atravesaba su mejor momento. Habían sido dos décadas complejas para el conjunto capitalino. Durante esos casi veinte años vieron muy pocos logros en sus vitrinas: apenas un par de Copas México (1953-54 y 1954-55). Pasaron casi diez años sin conocer lo que era el liderato de la Liga e incluso llegan a rozar con el descenso en más de una ocasión. Las águilas distaban mucho de ser el conjunto que todo el tiempo ocupa los titulares hoy en día.
El Club América antes de Azcárraga
Para 1959 ya contaba con cerca de medio siglo de existencia. Tenía momentos gloriosos en su haber, gestas que honraban su memoria. Imposible no nombrar, los cuatro títulos obtenidos durante la segunda década del siglo XX (1924-25, 1925-26, 1926-27, 1927-28), o el paso de jugadores como el “Récord» Gutiérrez. Sin embargo todas las grandes hazañas quedaban demasiado atrás para poder hablar de un club con posibilidades de ser protagonista. A la falta de resultados dentro del campo se debe sumar que el club también padecía de dificultades en términos económicos.
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Fue justamente en este escenario de desesperanza en el que apareció Emilio Azcárraga Milmo. Aquel 1959 el Club América terminó en cuarto lugar de la tabla, posición que en ese momento era bastante positiva para un equipo que se encontraba entre la medianía. El dueño del conjunto capitalino era Isaac Bessudo, quien también se encontraba al frente de la embotelladora “Jarritos”, fue quien recibió la oferta del «Tigre«, quien en ese momento ya figuraba como uno de los grandes empresarios del país. Pues su padre se encontraba a la cabeza de Telesistema Mexicano, que más adelante devendría en lo que actualmente conocemos como Televisa.
El cambio de dueño
La transacción tiene una curiosidad que hoy aparecería como algo inaudito: se llevó a cabo en una hoja. Lejos de los contratos del tamaño de una “Íliada”, que hoy en día sirven para llevar a cabo este tipo de transferencia, esta venta se realizó en una sola hoja de papel. Además, con un lenguaje bastante coloquial con el que llegaban al acuerdo de vender al equipo por 425 mil pesos. Este es el documento que sin saberlo, transformaría la historia del Club América.
Entre las primeras acciones que se realizaron para transformar al equipo, llevaron a Guillermo Cañedo (quien venía de una exitosa presidencia en el Zacatepec) y Ignacio Trélles para que fungieran como presidente y entrenador respectivamente.
Además de esto tuvieron la visión de usar al Guadalajara trampolín: si las Chivas representaban todo lo mexicano y únicamente alineaban jugadores nacionales en el campo, si ellos eran los buenos, el Club América fungiría como antagonista.
El ascenso azulcrema
De la mano de la familia Azcárraga y de sus negocios, el conjunto azulcrema comenzó a crecer . Durante los sesenta comenzaron a verse los resultados: en la temporada 59-60 disputaron el campeonato de liga hasta la última temporada, que perdieron a manos del afamado Campeonísimo. A pesar de la derrota, ya comenzaban a notarse la mano del nuevo dueño, que si bien no era un conocedor de futbol, si supo acercarse a la gente adecuada al momento de construir su nuevo equipo.
De aquí en adelante el Club América conocería como regla general estar en las partes altas de la tabla. Siempre peleando por los campeonatos y convirtiéndose en uno de los clubes más grandes en la historia del futbol nacional. Bajo el cobijo de Azcárraga Milmo, las Águilas levantaron ocho títulos. Esto no hace sino testimoniar la maestría con la que el empresario logró llevar al conjunto a lo más alto del balompié mexicano.
Por Alberto Roman / @AlbertoRomanGar