Un fenómeno que cada vez es más frecuente en los consultorios y áreas de urgencia como motivo de consulta de emergencia son las lesiones y/o enfermedades ocasionadas por la práctica de algún deporte, pero la proporción de estos pacientes lesionados en la que los adultos están cediendo el paso a los niños y/o jóvenes que cada vez son más en proporción al número de atenciones totales.
Cada vez son más graves las repercusiones o secuelas de estas en ellos mismos en la edad adulta; entre ellas en un país en el que el futbol es el primer deporte practicado por número de personas que lo practican genera una cifra importante de atenciones por consecuencia de la misma.
Tipos de lesiones en el deporte
Hablando desde el punto de vista didáctico existen varias clasificaciones de acuerdo a las causas de las mismas, la primera que habla, como en todos los deportes, de las lesiones de tipo agudo y las que son producidas por el sobreuso o la sobrecarga de trabajo o entrenamiento. Una segunda clasificación que se apega a los estándares médicos en los que se especifica la lesión en sí, y una más que define a aquellas que solo se presentan en el futbol o que son comunes en la práctica de varios deportes.
Desde el punto de vista metodológico el soccer es un deporte de juego con pelota, que se realiza con los pies y que tiene como característica la disputa de la misma. Lo que condiciona el hecho de estar expuesto a los golpes, además la velocidad con la que actualmente se realiza expone a los futbolistas a choques o colisiones. Por lo tanto, la suma de los dos vectores la velocidad y el choque, los expone a una serie de cargas que aumentan la posibilidad de generar mecanismos lesionales. Esto ha generado un aumento de las lesiones y de las repercusiones de las mismas en el individuo.
Empezando con la primera clasificación, de lesiones agudas y/o por sobreuso o sobrecarga. En el futbol soccer de adultos pareciera no haber reportes de lesiones por sobrecarga o sobreuso salvo el caso específico de las lesiones del tendón de Aquiles, en ésta el mecanismo es la tracción repetitiva debida a los frecuentes Sprints de velocidad que exige el mismo deporte esto genera un proceso de distensión y ruptura fibrilar del tejido del tendón. De no ser tratado adecuadamente termina con la ruptura de más del 50% del cuerpo del tendón o la ruptura total, que solo se resuelve en forma quirúrgica, y que determina en muchas ocasiones una limitante para la práctica del futbol.
Por otro lado la fractura del quinto metatarsiano, que pudiera deberse a procesos de sobrecarga o sobreuso. A pesar de esto, la mayoría de los últimos casos vistos por mí están relacionados al uso de zapatos que están más orientado a los aspectos estéticos del zapato, pero con deficientes parámetros de protección y soporte sobre todo en la base del pie. La plantilla tiene una distribución de los tacos que deja una buena porción de la zona media del pie descubierta o con un soporte malo, lo que expone más al pie del futbolista a trabajar bajo un mayor estrés o fuerzas.
Las superficies de juego se suman como otro vector que en conjunto con un mal calzado generan fuerzas que actúan contra ese pie y ocasionan la lesión. En el caso de los jóvenes existe una cantidad importante de patologías, muchas de ellas común a la práctica deportiva, que conjuntamente con el fenómeno de uno de los picos del crecimiento del adolescente se suman como cargas no cuantificadas por los entrenadores.
Ya que la mayoría de ellos desconocen el fenómeno del crecimiento del niño y el adolescente, y por lo mismo no lo comprenden, prácticamente se vuelve un proceso selectivo en el que aquel que no lo sufre o que no se queja es el que supera esta etapa y trasciende, fenómeno común en todos lo deportes.
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Las lesiones de los centro de crecimiento óseo, o apófisitis, (Osgood schlatter, enfermedad de Sever y otras), tendinopatias que son también causadas por mecanismos repetitivos que generan un proceso inflamatorio. Estas lesiones tienden a volverse crónicas, y provocan cambios de tipo degenerativo que modifican la estructura del mismo generando un importante dolor incapacitante. En ocasiones llega a extremos de ser tratado en forma quirúrgica lo que limita las posibilidades de desarrollo del deportista joven en el deporte profesional.
Las lesiones agudas, las más comunes en todos los deportes, son aquellas que se provocan ya sea por mecanismos externos o internos que generan en el momento un dolor incapacitante. Mismas que requieren en la mayoría de las ocasiones la intervención del médico para establecer un diagnóstico, tratamiento y pronóstico del mismo. Entre ellas destacan las contusiones, los esguinces, las luxaciones, las fracturas, los desgarros o rupturas de elementos elásticos tales como músculos tendones y ligamentos:
Las contusiones.- Son la consecuencia natural de los choques o colisiones que se dan durante la disputa del balón y la velocidad con la que esta se intenta, contusiones simples. Son aquellos golpes que afortunadamente no afectan más allá de las estructuras más externas que sufren por el mismo golpe ruptura de parte del tejido celular que no requerirá de un tratamiento de uno a tres días para recuperarse en su totalidad.
Sin embargo cuando la contusión afecta estructuras más profundas o la magnitud de la misma la importancia de un tratamiento adecuado puede evitar complicaciones severas que pueden llegar hasta la perdida de tejido que limitara al deportista en su actividad.
Un caso: Paciente que recibió patada durante juego de futbol en cara posterior de la pierna derecha, que fue mal tratada de inicio y derivo en una celulitis que se tuvo que tratar con triple esquema de antibióticos y fisioterapia.
Los esguinces.- Probablemente la lesión más común en todos los deportes, hablando sobre todo del tobillo, pero también la lesión más común en general para todos, ya que torcerse un tobillo al caminar sucede muy frecuentemente, para la que existe dos clasificaciones. Una que le da tres grados por su magnitud y una que lo clasifica en cuatro grados también acorde a la magnitud y grado de afectación de las estructuras del tobillo, la más utilizada es la que divide los esguinces en tres.
1er. grado. Lesión que se presenta posterior a un mecanismo de torcedura con inversión de la articulación pero que no llega más que a distender los ligamentos y la cápsula articular. En ella, no se hace presente una ruptura fibrilar de los ligamentos y que presenta un leve proceso inflamatorio que además no impide la deambulación. En pocas ocasiones presenta algo de dolor, con un buen tratamiento rápido y oportuno, en el término de unas 72 horas presenta mejoría.
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Para los casos de 2do. Y 3er. grados. El primer síntoma es el dolor y una incapacidad para realizar deambulación inmediata, además presentan un proceso inflamatorio casi de inmediato edema +++ , y en la mayoría de ellos la presencia de hematoma y equimosis son la evidencia de una ruptura parcial o total de los ligamentos.
Hablando de una lesión de tercer grado puede presentar lo que se conoce como luxación de la articulación tibio-peroné y calcáneo que llega a requerir maniobras de reducción si es en el campo deportivo o si se realiza en el hospital previo estudio radiográfico y valoración del médico especialista.
Otro caso: paciente que jugando una cascarita de futbol callejero pisó el balón en forma accidental, provocándose un esguince de tobillo de segundo grado que se magnificó por la aplicación inmediata de calor en lugar de frío, al igual que el primer caso, asistió al ver la complicación al médico y su recuperación fue de 3 semanas posterior a tratamiento de rehabilitación.
Existe en esta articulación otro grupo de lesiones que tienen en común con los esguinces el mecanismo, que aunado a la velocidad se presenta el esguince pero con una complicación muy importante. Es la fractura de la tibia o el peroné conjuntamente con esguince del tobillo, que de acuerdo a su clasificación según Weber a, b, c. La primera puede ser tratada en forma conservadora la segunda y la tercera forzosamente deberán fijarse mediante procedimiento quirúrgico.
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Las lesiones de la rodilla: Seguro que son las lesiones que después del tobillo más frecuentemente se presentan en el futbol, desde una contusión simple, pasando por los esguinces de la misma y llegando hasta lesiones complejas como las luxaciones y fracturas. De todas ellas las más comunes son las lesiones de los elementos elásticos que dan a la rodilla el soporte y protección contra la fricción de los huesos que componen la articulación en específico el fémur y la tibia.
De todos estos padecimientos los más importantes y más frecuentemente afectados son los meniscos, medial y lateral y los ligamentos de ellos el que más se lesiona es el ligamento cruzado anterior. En todos los casos en que se presentan estas lesiones que implican rupturas de los meniscos y del ligamento cruzado anterior, el tratamiento por lo general es quirúrgico y los tiempos de recuperación varían desde 2 meses para estar totalmente integrado a la competencia para los meniscos, hasta 6 meses o más para la reparación del ligamento cruzado anterior.
En todos los casos lo más importante siempre será consultar con un médico especialista en medicina del deporte, que se supone, siempre deberá estar presente en la competencia, y quien a su vez solicitara la interconsulta con el traumatólogo ortopedista para confirmar el tratamiento.
Para concluir en este espacio es casi imposible tratar en forma amplia y completa todas las lesiones que se presentan en el futbol, faltaría mencionar aquellas del miembro superior y del tronco que también son frecuentes en el futbol como la pubalgia. Las lesiones del hombro por caídas a velocidad, fracturas y lesiones de la mano y dedos en los portero, y otras más, en las que está influyendo las superficies de juego y los implementos deportivos tales como la ropa y el calzado.
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Lo que es importante recalcar es la importancia del examen médico previo con un especialista en medicina del deporte, a la práctica de cualquier deporte que permita establecer un diagnóstico de salud previa al entrenamiento y que este se haga periódicamente para vigilar la evolución del deportista durante el mismo y la atención temprana y oportuna de las lesiones lo que evitará las complicaciones y por lo tanto permitirá al deportista continuar con su vida profesional.
Por: DR. Mario H. Mercader Flores
Médico especialista en medicina del deporte
Certificado por el consejo de la especialidad y presidente de la Asociación de medicina del deporte del Distrito Federal