El gol es el fin último del futbol, el campo, las porterías, los jugadores e incluso la afición se congregan al rededor del esférico únicamente añorando el beso de la red y la pelota. Cuando esto sucede las gradas se convierten en orquestas desaforadas que inundan con su canto cada rincón del estadio. Sin embargo no todos los goles son iguales. Por distintas razones hay goles que se recuerdan más que otros, por lo que te dejamos un listado de los que podrían ser los cinco mejores goles de la liga mexicana. Estamos conscientes de que muchos quedan fuera, y de que quizá hay varios te puedan parecer indignos de aparecer, para algunos. Te invitamos a decirnos cuales crees que faltaron.
5) Hugo Sánchez (Pumas vs Atlante)
Hugo Sánchez no necesita presentación. Es genio y figura nacional (por lo menos con el balón en los pies), todos los equipos en los que estuvo pudieron gozar de su extraordinario pulso certero al momento de mandar el balón a las redes. Su paso por equipos de la élite internacional como el Atlético de Madrid, pero sobre todo el Real Madrid, lo harían un mito histórico del balompíé, donde hizo época y vivió los mejores años de su carrera, desplegando un futbol que le permitiría ser Pichichi por cinco temporadas. Si hay algo que caracterizó al mexicano, fue su habilidad para anotar chilenas. Dicen que fue aquí donde nació la rivalidad entre Hugol y Ricardo La Volpe, que declaró que Hugo jamás volvería a anotarle un gol así… En la vuelta del torneo, Sánchez repitió la dosis.
4) Avilés Hurtado (Xolos vs Atlas)
El colombiano llegó a México en el 2013, pero fue hasta su arribo a Tijuana donde verdaderamente comenzó a destacar. Fue justamente con los Xolos donde lograría hacer el que probablemente llegue a ser el mejor gol de toda su carrera. El 1 de abril del 2017 se jugaba la jornada 13 y Xolos visitaba al Atlas en su casa. Esa noche, en el cobro de un tiro de esquina en el minuto 13 del encuentro el balón voló cerca del punto penal y con una chilena de una manofactura milimétrica, Avilés mandó el balón al ángulo. Esa misma noche el colombiano anotaría otro segundo gol, para un partido que terminaría 3 – 3. El tanto llegó incluso a ser nominado al premio Puskás, donde estuvo al lado de jugadores de la talla de Olivier Giroud, Mario Mandzukic o Kevin-Prince Boateng, aunque no terminó por ganar el galardón
Braulio Luna (San Luis vs Pumas)
Para el 2008 Braulio Luna ya había dejado atrás sus mejores días y contaba con 33 años. Tras un tormentoso paso por las Águilas del América, logró recuperar su nivel en Necaxa, lo que despertó el interés de los Tiburones Rojos. Aunque logró hacer un buen papel en este equipo, las pretensiones económicas del jugador eran demasiado altas para el cuadro jaracho, lo que posibilitó su llegada aquel año a San Luis.
En la jornada trece del Clausura, San Luis visitó a Pumas en CU, el día ya pintaba bien para Luna, que anotó el primer gol del encuentro en el minuto catorce, aunque lo mejor estaba por venir. Pumas no tardó en responder y el partido ya se encontraba empatado. Braulio ya había anunciado lo encendido que estaba ese día, al estrellar el balón contra el poste en el minuto 32 en un tiro libre, pero fue hasta el segundo tiempo cuando el jugador de San Luis daría a luz su mejor gol. En el sesenta, un cobro de tiro de esquina arriba a las afueras del área, donde un Braulio Luna en estado de gracia prende el balón como viene, sin el menor atisbo de duda y lo envía al fondo de la red.
No hubo celebración, por respeto al club que le dio su primera oportunidad, pero el mismo admitió que fue una anotación para volverse loco.
Tuca (Pumas vs América)
Este gol tiene una historia atípica. Para aquel año el Ricardo Ferreti ya había decidido abandonar las canchas, su plan era ser auxiliar del entonces director técnico de Pumas, Miguel Mejía Barón. Sin embargo éste último tenía otros planes en mente y para sorpresa del Tuca, el entrenador le avisó que iba a seguir jugando futbol. El equipo hizo de la temporada 90 – 91 uno de los mejores torneos de su historia, logrando ganar todo: primer lugar de la tabla general, campeonato de goleo y mejor defensa. Eran un portento de equipo. Con estas credenciales lograron llegar a la final, donde el América era el último obstáculo entre los de CU y su tercer título de Liga.
El partido de ida se juega el 19 de junio y los felinos se van adelante gracias a una jugada de Claudio Suaŕez por la derecha, que termina con un remate a portería exquisito, por parte de Luis García. Sin embargo el escenario se volvería adverso para los universitarios y antes del medio tiempo ya iban perdiendo tres a uno. Gracias a uno de los mejores goles en la carrera de David Patiño, Pumas logra salvar el partido quedando con un marcador de 3 – 2, lo que los obligaba solamente a anotar un gol para lograr ser campeones (gracias al gol de visitante).
Antes de que los jugadores ingresaran al campo de juego para disputar el partido de vuelta, Mejía Barón le entregó a cada jugador del conjunto felino una medalla como agradecimiento por el gran desempeño que habían tenido en aquella temporada. Según testimonios de los mismos jugadores, este gesto fue un momento decisivo para ellos, ya que terminó por confirmarles que tenían que dejarse el corazón en la cancha. Con este ímpetu extra, los universitarios saltaron a la cancha a matar o morir, y no tardaron en perforar la portería rival. En el minuto seis, una falta sobre el Tuca es cobrada fuera del área. El brasileño decide hacer un tiro directo y crear uno de los mejores goles de su carrera; una pelota al palo del portero daría el título a los auriazules.
Aunque ese gol fue una verdadera obra de arte, Ferretti ha llegado a declarar que a él no le interesa tanto la calidad del gol, sino la posibilidad de conseguir una alegría colectiva.
Cardozo (Toluca vs América)
El futbol es un juego de conjunto. Es claro que las cualidades individuales muchas veces juegan un papel medular en los equipos y que grandes goles han sido generados desde el principio por un sólo individuo; se puede pensar en el gol de Messi contra el Getafe como ejemplo. Son momentos en los que el juego se reduce únicamente a un par de piernas y el balón, dejando desparramados a los defensas a lo largo del campo. Nadie desprecia estos goles, que suelen ser apoteósicos.
Sin embargo, el juego, como el ser humano mismo, es un encuentro de otredades y una gran jugada es la comunión de historias a través del esférico. Ahí donde un gol llega luego de múltiples toques, el futbol se ha manifestado en su máxima expresión. El mayor ejemplo de esto en la historia de la liga local, es el gol que Cardozo metió (pero que un equipo construyó) el 1 de noviembre del 2003 en el estadio Nemesio Díez en la jornada 16 del Torneo Apertura de aquel año en contra de las Águilas del América.
El juego que el Toluca desplegaba en aquellos años era extraordinario y quizá aquel día llegó a su punto más álgido. Para el momento del gol que aquí nos convoca, el partido ya se inclinaba a favor de los Diablos Rojos, que tenían una ventaja de de cuatro goles a cero. Con este telón de fondo, Vicente Sánchez lograba robarle el balón a Castro cerca del área del Toluca por la banda izquierda, con un toque preciso manda el balón para Cardozo por la misma banda, quien deja atrás a dos jugadores águila para acercarse al área, pero en vez de volverse loco, da pase para Sinha, que a su vez devuelve el esférico al “Diablo mayor” con un taquito en los linderos del área. Cardozo insiste en regresar el balón a Antônio Naelson, quien de primera lo sede a “Chiquis” García, que ingresa a toda velocidad dentro del área, para mandar un centro raso perfecto que Cardozo terminó por anotar.
Trazos precisos que fueron tejidos en gran parte a que el autor del gol solía chiflar a sus compañeros, quienes con esta señal ya sabían la ubicación del letal paraguayo. Un tanto que muestra lo letal que puede ser un conjunto, cuando es, por sobre todas las cosas, un equipo y no solamente un montón de individualidades.
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Por: Alberto Román / @AlbertoRomanGar
