Luis Filipe Madeira Caeiro, el traidor más grande de la historia del futbol español, o mejor conocido simplemente como “Figo”, fue un jugador nacido un 4 de noviembre de 1972 en Lisboa, Portugal.
Siendo hijo único, desde pequeño mostraba gran destreza como estudiante, y a la par se encontraba su habilidad como futbolista, siendo ésta última la opción que eligió como camino. Asumiendo la posición de extremo por derecha, sitio en donde terminó por resaltar más por su juego atrevido y ofensivo, convirtiéndose en el rey del regate y, a su vez, en un gran asistidor para sus compañeros. Otro motivo que lo hacía ser diferente y completo fue el ser polifuncional, lo que le permitía jugar como centrocampista, mediocampista ofensivo y, en ocasiones, hasta de delantero.
El inicio de la leyenda
Desde muy joven a la edad de 9 años, Figo defendió la camiseta del Os Pastilhas, pero su calidad y talento no pasaron desapercibidas, de esta manera en el año 1985 firmó su primer contrato con el Sporting de Lisboa, club en el que debutó 4 años después a la edad de 17 años y donde en el que se mantuvo hasta 1995.
Durante su estancia en Lisboa consiguió jugar 161 partidos, marcó 23 goles y concedió 53 asistencias además de lograr ser campeón de su único título en Portugal al ganar la Taça de Portugal durante su último año.
Después de unas largas negociaciones y estar a punto de llegar tanto a la Juventus como al Parma, finalmente arribó a Barcelona; el cuadro culé era dirigido en aquel entonces por Johan Cruyff, quien fue de vital importancia para que Figo se vistiera de blaugrana. Además, Luis llegó con una encomienda, cubrir la baja de Michel Laudrup.
Desde los inicios del torneo, Figo tuvo una rápida adaptación en la escuadra dirigida por el neerlandés y, en poco tiempo, se convirtió en un jugador indiscutible en el 11 titular. Acabó su primera temporada con 8 goles y 11 asistencias. Aquella temporada el Barcelona no conquistó ningún título, por lo que para la siguiente campaña un nuevo timonel tomó el mando.
El inglés Bobby Robson se sentó en el banquillo culé y bajo sus órdenes, Figo se consolidó como una de las figuras más importantes del equipo. Incluso se convirtió en el segundo capitán, solo por detrás de Josep Guardiola.
De está manera el luso se ganó el cariño de la afición blaugrana y se convirtió en uno de los máximos ídolos en su momento. Ya bajo las órdenes de Robson, Figo obtuvo obtuvo sus 2 primeros títulos con el conjunto catalán; la Copa del Rey y la Recopa Europea.
Durante el siguiente torneo nuevamente el Barça cambió de entrenador, trayendo en esta ocasión a Louis van Gaal, entrenador con quien consiguió ganar la liga, la copa del rey y la supercopa durante la temporada 97/98, después en la temporada 98/99 nuevamente alzó el título de liga y en su última temporada con el cuadro culé se quedó con las manos en blanco.
La era como Galáctico
Después de no haber recibido un aumento en su contrató y sintiendo que los directivos del Barcelona no le reconocían su esfuerzo, el agente de Figo, José Veiga, llegó a un acuerdo con Florentino Pérez, quien en ese momento era candidato a la presidencia de Real Madrid ¿La condición para la llegada del portugués a la Casa blanca? Florentino solo lo haría si ganaba las elecciones de la presidencia del Madrid.
De esta manera es como se vivió una de las traiciones más mediáticas en la historia del futbol, cuando el portugués abandonó al cuadro culé en una transferencia 60.00 millones de euros, convirtiéndose así, en el jugador más caro de la historia hasta ese entonces.
Con la llegada a la Casa blanca, Luis se convirtió en el primer “Galáctico”. Después de haber sido considerado ídolo en Barcelona, los Merengues lo recibieron con los brazos abiertos, caso contrario a como lo vivió la afición blaugrana, quienes no se cansaron de insultarlo y amenazarlo. Con este contexto fue como arrancó la primera temporada temporada del jugador lusitano en el cuadro de la capital de España.
Al principio a Figo le costó un poco adaptarse a su nuevo equipo, sin embargo con el pasar de las jornadas se fue haciendo de un lugar en el equipo, además estaba acompañado de grandes jugadores como Raúl González, Roberto Carlos, Fernando Morientes, entre otros; fue como se logró hacer de su primer título como merengue al ganar la liga.
Tras una temporada de ensueño con el Barcelona en 1999-2000, Figo fue galardonado con el Balón de Oro, aunque éste ya lo recibió como madridista.
Por otra parte, durante ese torneo no fue todo positivo para el luso, llegó la visita a su antiguo hogar: Barcelona. Fue bienvenido con una hostilidad nunca antes vista, pues a su entrada al estadio fue recibido por una monumental pitada a su entrada al campo realizada por casi 100.000 aficionados, causando un suceso el cual no había tenido precedentes.
Durante la temporada 2001/2002, Figo consiguió un título que le faltaba, proclamándose Campeón de Europa en Glasgow, Escocia, ante el Bayer Leverkusen, y en la parte individual fue nombrado Mejor Jugador Mundial por la FIFA.
Desafortunadamente durante febrero de 2002 sufrió una lesión contra Oporto, lo que impidió que se presentará al Clásico contra Barcelona. La siguiente temporada compartió casilleros con más estrellas que llegaron a reforzar a los Galácticos; Zinedine Zidane y también Ronaldo Nazário.
A pesar de que durante ese año la competencia interna fue más discutida, fue de los momentos más productivos para Figo. Durante este torneo alcanzó las 10 anotaciones, fue el líder de asistencias del equipo, y en la parte colectiva se proclamaron campeones de la Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental.
En ese mismo torneo la visita a su exequipo en el Camp Nou, resultó aún más agresiva que la pasada, ya que, además de los silbidos habituales, la afición aventó todo tipo de objetos a la cancha, mismo que llamaron la atención más que nunca, pues arrojaron una botella de whisky y las icónicas cabezas de puerco, por las que se le conoce específicamente a ese partido como “el Clásico del cochinillo».
En la temporada 2003/2004 hubo cambio de técnico, incorporando en está ocasión a Carlos Queiroz , además de la llegada de David Beckham. El arranque del certamen liguero fue bueno, pues lograron conseguir la Supercopa de Europa, sin embargo, conforme fue avanzando la temporada, no se dieron los resultados y el cuadro madrileño finalizó sin ningún otro título.
En 2004/2005, fue el último torneo figo vistió la casaca merengue. Temporada desastrosa, tanto para el Madrid como para él, pues a lo largo de la campaña 3 técnicos diferentes pasaron por el banquillo, lo que causó causando irregularidad. De tal manera que el extremo lusitano fue desplazado del cuadro titular. Al final de aquel 2004/2005, aún con un año de contrato, el club del Real Madrid le dio su carta como agente libre, por lo que salió rumbo a el Inter de Milán.
Con el cuadro Merengue jugó un total de 245 partidos, anotando en 57 ocasiones y asistiendo en otras 76.
El ocaso de la leyenda
En su última etapa como futbolista, ahora como nerazzurro, durante sus dos primeras temporadas jugó en un buen nivel, aunque hubo momentos cuando estaba bajo las órdenes del técnico italiano Roberto Mancini, en los que el luso no se sentía respetado.
Se retiró en el año 2009, a sus 36 años, consiguiendo en el Inter de Milán un total de 4 scudettos, 1 copa de Italia y 3 supercopas, jugando un total de 140 partidos, metiendo 11 goles y dando 29 asistencias.
La cabeza de la generación dorada de Portugal
En 1989 fue seleccionado por primera vez para las juveniles de la selección de Portugal, donde fue la cabeza de una generación que dio gran ilusión a la afición lusitana. En esa generación se encontraban jugadores como Vitor Baía, Rui Costa, Joao Pinto, etc., junto con los que se proclamó campeón del mundo sub-17 y unos años más tarde campeones del mundo sub-20 el 30 de junio de 1991, en el Estadio Da Luz.
En ese mismo año a la edad de 18 años y tras tener buenas actuaciones con el Sporting, fue seleccionado por primera ocasión con la selección mayor de Portugal, para un partido amistoso ante Luxemburgo. La primera vez que participó en una Eurocopa, fue en Inglaterra 1996, donde llegó hasta cuartos de final.
Para el Mundial de Francia 1998, Portugal no logró la clasificación, pero dos años después, durante la Eurocopa del 2000 realizada en Bélgica y Países Bajos, logró tener su revancha. Acompañado de algunos de los jugadores con quienes había sido campeón en las categorías inferiores, llevó a la semifinal a su selección, donde su sueño fue cortado tras la derrota sufrida contra Francia, con marcador de 2-1, en el Stade Roi Baudouin.
Corea-Japón 2002 fue el escenario donde Figo pudo disputar por primera vez un Mundial, sin embargo, tuvieron una mala primera fase y no lograron avanzar a la siguiente ronda. Más tarde, durante la Eurocopa del 2004 realizada en su país, Figo capitaneó a aquella camada, la cual comenzó el torneo con una derrota ante Grecia, sin embargo, recompusieron el camino llegando a la final, en donde, irónicamente, se encontraron ante los griegos. Sin embargo, no fue un final para la selección anfitriona, pues cayó 0-1.
Su segunda y última participación en una Copa del Mundo fue en Alemania 2006. La selección lusa tuvo un buen certamen y llegaron hasta semifinales, pero cayeron ante la Selección Gala de Zidane con marcador de 1-0.
Finalmente, en el partido por el tercer puesto, fueron derrotados por Alemania, obteniendo un meritorio cuarto puesto y, a su vez, ese partido marcó el retiro de Figo de su selección, en la que participó en un total de 158 partidos, marcando en 23 ocasiones y asistiendo 53 veces.
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Por: Fernando Ayala