“Sin música la vida sería un error”, Friedrich Nietzsche. Y podríamos añadir, sin futbol también. Pocas cosas en el mundo son capaces de emocionar a la gente tanto como la música y el futbol. En cualquier orquesta, el director es la máxima figura. Él se encarga de coordinar los diferentes instrumentos que la componen gracias a la batuta o el movimiento de sus brazos. La dinámica y la armonía de todo el grupo es un esencial para el éxito de la pieza musical, así como Luka Modric lo hace sobre el césped.
Luka Modric (Zadar, Croacia, 9 de septiembre de 1985), futbolista croata del Real Madrid, es la batuta del equipo blanco desde su llegada al club hace diez años. En un grupo formado por los mejores futbolistas del mundo, él es el encargado de llevar el compás y lograr la perfecta afinación de todo el conjunto.
A pesar de su corta estatura (1,72m), ve el juego de una forma diferente y, a veces, hasta única. Apodado ‘el Cruyff de los Balcanes’, hoy en día es un jugador clave en el esquema de Carlo Ancelotti. Es el claro ejemplo de que todo esfuerzo tiene su recompensa. Y Luka ha sabido luchar con miles de problemas que tuvo desde su infancia.
Creciendo a partir del balón
Dice la escritora chilena Isabel Allende que la infancia feliz es un mito. Con apenas seis años de edad, Luka Modric dejó de correr detrás de un balón por las calles para refugiarse en hoteles compartiendo habitaciones con otros refugiados y así escapar de la Guerra de Independencia croata. Tan solo el esfuerzo económico de su familia, muy humilde, le permitió luchar por su sueño.
Checa este perfil de Luka Modric
Modric consiguió romper el estereotipo de jugador enclenque físicamente, consiguiendo brillar en el Dinamo de Zagreb y más tarde en la Premier League con el Tottenham Hotspur. El Real Madrid se fijó en él, ávido de encontrar alguien capaz de dirigir la difícil y complicada orquesta blanca, siempre característica por su despotismo táctico y carente de una identidad de juego.
Melodías blancas
El entonces joven jugador logró una empresa que se tornaba casi imposible. Él encarna el triunfo de la perseverancia. Como dijo Ludwig van Beethoven: “El genio se compone del dos por ciento de talento y del noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación”. Luka es un genio.
Por otra parte, la ‘batuta’ del país croata la dirigió, hace unos años, Ivo Josipovic, entonces presidente de la República de Croacia (2010-2015). Único país del mundo en el que el presidente era además músico y compositor. No un saxofonista aficionado como Bill Clinton, ni acordeonista de fin de semana como el político francés Valéry Giscard d’Estaing. Ivo fue un músico de verdad. En la línea del gran Ignace Paderewski, pianista, compositor y presidente de la República Polaca tras la Primera Guerra Mundial.
La afición del Santiago Bernabéu sigue disfrutando de los conciertos de su equipo dirigidos por la batuta de Luka Modric. El objetivo del jugador croata es alcanzar la melodía perfecta y lograr la mejor pieza musical que nunca nadie pudo interpretar jamás.
Composición croata
Luka Modric estuvo a punto de tocar el cielo con los dedos en el último Mundial de Rusia 2018. Su selección, Croacia, bajo su dirección, consiguió llegar a la final, aunque no completó su sueño de ganar ante la poderosa Francia de Mbappé y compañía. Luka impresionó al mundo durante todo el torneo y fue nombrado tres juegos MVP (ante Nigeria, Argentina y Rusia), lo que le sirvió para ganar el Balón de Oro del Mundial, que recibió con los ojos llorosos.
Lo que sí logró en 2018 fue el Balón de Oro con el Real Madrid. Un gran premio a su rendimiento durante toda la temporada, consiguiendo romper el duopolio de Messi y Cristiano Ronaldo, que se habían repartido los máximos galardones del futbol mundial durante los últimos 10 años.
Con 37 años, ya se vislumbra el final de su carrera. “El Madrid es mi casa”, ha dicho en multitud de ocasiones, aunque la dirección deportiva no tiene claro si renovarle o ya terminar su relación contractual. El premio, más que merecido, sería la renovación, para que la melodía siguiera sonando en este concierto que tan feliz hace a muchos aficionados.
La música es factor importante y decisivo en la vida, tanto en el futbol como en la política de un país; esta puede ser un pase perfecto de Modric que permita al delantero conseguir el gol soñado, o también, la forma en que se mueve en el campo y hace moverse a sus compañeros. La música y el futbol, los dos sentimientos más especiales y únicos capaces de lograr las emociones más intensas y bellas de este mundo.
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Por: Juan Carlos Gutiérrez / @Juankyy