Pocos son los hombres de futbol que saben expresarse tan bien con las palabras como en el terreno de juego, y el mejor ejemplo de ello es, sin duda, César Luis Menotti, un genio que defiende sus pensamientos de una forma tan férrea y articulada como lo hacía con la pelota pegada al pie y que es capaz de hacer declaraciones tan imprevistas como la mayoría de sus goles, desde la media distancia.
Se le recuerda mejor con un cigarro entre los labios que controlando el esférico, así como también es más destacada su carrera en el banquillo que como jugador, pues aún cuando fue un referente en Rosario Central, las glorias conseguidas desde el área técnica hablan mejor de él aunque no sea necesario que tenga portavoz de forma alguna, ya que Menotti sabe hablar por Menotti y defender sus ideales, caso contrario a lo que ocurría en la cancha y de lo que dicta a sus pupilos cuando evita a toda costa el juego ríspido, los forcejeos y las entradas innecesarias, todo eso anteponiendo el juego lógico de por medio.
Juego así porque así debe ser. No voy a renunciar a lo que pienso porque los otros jueguen de distinta manera. Fútbol hay uno solo. –César Luis Menotti
Con las manos en la cintura o susurrando algún reclamo cuando las cosas no salían como las imaginaba es como se recuerda al Flaco en el campo, pero a la hora de pararse delante de las cámaras o con los periodistas nunca ha sido una persona que se achique, por el contrario, siempre tiene algo que decir en defensa de su persona, lo que refuerza la imagen del técnico que se ha caracterizado por ser un hombre dual.
Partidos y anécdotas sobran a la hora de hablar de uno de los estrategas que mayor injerencia han tenido al revolucionar los planteamientos tácticos y posicionarse en contra el futbol moderno. Casi todo el mundo futbolístico conoce sus títulos con Huracán y Barcelona, ni qué decir de la Copa del Mundo de 1978 al frente de la Selección de Argentina, sin embargo, son pocos los que recuerdan que fue destituido de su cargo en Boca Juniors, Atlético de Madrid, River Plate, Peñarol, Independiente, Sampdoria, Puebla, Tecos e incluso en su amado Rosario Central.
El Flaco Menotti
Tal vez uno de los episodios más recordados del Flaco es el que contó para La Llave del Gol cuando recordó uno de los tantos episodios que vivió con Maradona. Corría el año 1984 y Barcelona contaban con Diego en la cancha y Menotti como estratega frente al Manchester United de Ron Atkinson por la Recopa de Europa. Después de 15 minutos en los que Maradona desatendió las indicaciones de su entrenador, éste sintió un gran fastidió y decidió sustituirlo por Paco Clos, quien fue el autor de los dos goles del conjunto catalán en aquel encuentro.
A pesar del fuerte carácter del 10, los reclamos y las recriminaciones no llegaron ante el hecho de su cambio, el verdadero conflicto que tuvo Menotti fue con Claudia Villafañe, la pareja en ese entonces del astro argentino y a quien encontró llorando por lo que le había hecho a su marido. Aún cuando cayeron un par de goles gracias a su decisión, aseguró que todo aquello fue un disparate que ni loco repetiría.
Una carrera corta como jugador y un amplio repertorio desde el área técnica, pocas palabras para sus compañeros e incontables indicaciones para sus pupilos, fracasos imprevistos en equipos grandes y títulos impensados como el de Huracán son sólo algunos de los hechos que comprueban la teoría de que Menotti es –y seguramente seguirá siendo– un hombre con una vida llena de contrastes.
Redacción ADR