En 1986 se festejaba la décimo tercera edición de la Copa Mundial en México. El torneo fue especial por los eventos que lo acompañaron: la «Mano de Dios” y el «Gol del siglo» por Diego Armando Maradona, la tijera de Manuel Negrete (nombrado el gol más bonito en la historia de los mundiales), la última vez que la selección mexicana avanzó a los cuartos de final y la segunda estrella para Argentina. Sin embargo, debajo de ellos había una fuerte crisis en el país.
A sacar las carteras
A finales de 1985 se anunció que se gastaría poco más de 8.7 millones de pesos en publicidad, además se invertiría cerca de 3 mil millones de pesos en el operativo de seguridad. Por otra parte, la FIFA pedía ciertos requisitos dentro y fuera de los estadios; se requerían espacios libres y limpios.
Indigentes fueron desalojados, así como los vendedores ambulantes, quienes perdieron su empleo. También hubo algunas mejoras dentro y fuera de los estadios, tal es el caso del Estadio Neza 86. El recinto, ubicado en Nezahualcóyotl, Estado de México, se encontraba rodeado de viviendas en obra negra, así como calles y avenidas sin el equipamiento urbano necesario. En cuestión de días el gobierno repavimentó, limpió y mejoró el acceso al estadio y las viviendas que lo rodeaban.
¿Mundial en riesgo?
Un año antes del mundial, el país fue sacudido por un fuerte sismo que alcanzó una magnitud de 8.1 escala Richter. El Mundial estaba en posible riesgo de cancelación, pero las justificaciones para que no terminara cancelado llegaron rápidamente, el cual se convirtió en foco de críticas.
Guillermo Cañedo, expresidente del América, dijo: “la seguridad de los doce estadios para la Copa Mundial está garantizada…el daño en la Ciudad de México ha sido exagerado por las noticias…en otras ciudades el temor fue mayor que el daño”. A pesar de los daños, el mundial se llevaría a cabo el siguiente año.
La chiflada de bienvenida
La mañana del 31 de mayo de 1986 daría como inicio el silbatazo inicial; Italia y Bulgaria eran los encargados de comenzar la justa mundialista en el Estadio Azteca. Sin embargo, un hecho inédito marcó la inauguración. Mientras se anunciaba al presidente de la República, Miguel de la Madrid, para dar el discurso de bienvenida, una ola de chiflidos inundó al Coloso de Santa Úrsula. Las personas que asistieron al Azteca mostraron su sentir por la situación del país, pero eso cambiaria un poco por el papel que haría la selección en este mundial.
Olvidar la crisis
La selección mexicana no estaba pasando por buen momento, ya que los últimos resultados rumbo al mundial eran negativos, además, el grupo parecía difícil; Irak, Paraguay y Bélgica acompañaban al tricolor en el Grupo B. Sin embargo, México saldría a flote.
Tras derrotar a Bélgica e Irak y dividir puntos frente a Paraguay, la selección mexicana avanzó a los octavos de final, donde se medirían a Bulgaria en el Estadio Azteca. Con goles de Raúl Servín y una tijera de Manuel Negrete, el Tri avanzó a los cuartos de final. El ánimo de la afición mexicana cambió por un instante, pues el futbol hizo olvidar la situación del país; la preocupación y tristeza se convirtió en alegría y gozo.
De regreso a la realidad
En la ronda de cuartos, México se mediría a Alemania Federal, esta vez, en el Estadio Universitario de Monterrey. Sin embargo, Nuevo León recibía a las dos selecciones en una de sus peores crisis.
Días antes de iniciar el mundial, la Siderúrgica Fundidora de Monterrey (empresa de aceros) anunciaba su cierre, ya que fue declarada en quiebra debido a los malos manejos administrativos, conflictos sindicales y problemas laborales. La empresa era pilar fundamental de la economía local y emblema del desarrollo industrial de la ciudad, así como el lugar de trabajo para muchas personas; miles de obreros perdieron su trabajo.
Cuando la selección viajó a Monterrey para disputar su pase a la semifinal, los obreros recibieron al tricolor con pancartas en contra del mundial: “No queremos futbol, queremos trabajo”. El partido terminó por definirse en tanda de penales, donde los alemanes derrotarían a los aztecas por marcador de 4-3. México finalizaba su participación en el mundial, pero seguiría jugando frente a la crisis económica.
Por Carlos Onchi / @Charly_oncz