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Es curioso como México logra mantenerse sin cambio en casi todo. Hace algunos años en la carrera leí algún paper que hablaba de México como una democracia incipiente. Básicamente se argumentaba que en la “transición democrática”, en la cual el PRI como “partido hegemónico” o “dictadura perfecta”, empezó de a poco a perder escaños en el Congreso, estados, hasta la presidencia en el 2000, había ganado poco. Parecemos democráticos, pero en realidad no lo somos porque mantenemos instituciones que perpetúan o acentúan asimetrías de un poder altamente concentrado en pocas manos, las mismas manos en décadas

Y si bien es cierto que México no pasó por ninguna dictadura como la de Videla, Pinochet, Stroessner, y otras en Latinoamérica, nuestra “democracia” es, en muchos sentidos, menos efectiva que la de estos países latinoamericanos. Lleva décadas siendo una democracia así, incipiente: que se empieza a mostrar, pero no termina unca por mostrarse, de dar carpetazo a un pasado autoritario y cambiar. Como si no nos gustaran los cambios de tajo, aunque se necesiten. Todo tiene que pasar “suavecito”, paulatino, sin estruendo. Sin claridad sobre cuando cierran ciclos y cuando se inician nuevos. Paradójicamente, en un ciclo sin fin donde no pasa nada. Nada diferente. Todo igual.

Futbolísticamente hablando, hacemos lo mismo: un Tri incipiente. Un Tri que vive de emociones exacerbadas alrededor de logros diminutos, si es que en realidad podemos llamarlos así. Estos pseudo logros, a pesar de que sabemos que son diminutos, logramos disfrutarlos porque muy en el fondo creo que somos expertxs en vivir en negación. Es un mecanismo de defensa necesario para seguir disfrutando. Pero para seguir disfrutando ¿qué? ¿Un sufrimiento que no cambia? Un sufrimiento tan normal que se vuelve nuestro ¿feliz? modus vivendi.

Pero esta inmovilidad de calidad, o esta fijación en estacionarnos en la “nadez”, que es más sensación que otra cosa, se concreta duramente cuando ves qué ha pasado con otros países que México ha enfrentado en los últimos años.

El Tri y su eterno empate a ceros

Cómo olvidar en Sudáfrica 2010 ese 2-0 sobre Francia que nos dio el pase en fase de grupos después de empatar 1-1 en el partido inaugural, y caer con la Uruguay que acabaría ganando el bronce de ese mundial. El gol del Chicharito trapeando a Lloris no sólo abrió el marcador ese día, sino que le abrió una carrera en Europa en julio de ese año. Ese día se le ganó a un cuadro galo que estaba atravesando por muchos problemas de vestidor, más que nada porque Domenech, jugadores, y Francia no supieron manejar un equipo con mucha calidad, pero culturalmente diverso.

Entre prácticas, acciones, palabras “micro” discriminatorias, y una convocatoria que dejó fuera a Nasri, Benzema, y Hatem Ben Arfa, por motivos que, aunque futbolísticos, abrían la puerta a especulaciones sobre su ascendencia africana y problemas en el manejo de vestidor, el ambiente del equipo se enrareció , y todo explotó cuando los jugadores, en huelga, se rehusaron a entrenar después del juego contra México. Patrice Evra, como capitán, y los jugadores se negaron a entrenar por la decisión de expulsar a Anelka de la selección después de que él y Domenech discutieron en el medio tiempo contra el Tri. Francia no calificó de fase de grupos en ese mundial.

SOCCER/FUTBOL
WORLD CUP 2010
FRANCIA VS MEXICO
FIESTA TRICOLOR

Luego, hablando de Brasil 2014, México dejó fuera a Croacia con un gran partido en contra de los eslavos. Después de que las declaraciones pre-partido se calentaran porque Modric y Nico Kovac ningunearan al Tri. Duele decirlo, porque si bien quizá lo dijeron antes de tiempo, y tuvieron que tragarse la derrota y la eliminación, México, siguió igual…

Como en Sudáfrica, se calificó a octavos, para volver a perder. Quizá en Brasil no era penal. Pero ya hoy que ves que fue de esas dos escuadras a la luz de los años, y ves lo que es de México, los destinos y los caminos no pueden ser más diferentes y duramente reveladores.

Francia, en Brasil 2014, después de que nosotrxs seguíamos mentándole la madre a Robben calificaron a cuartos, en donde caerían, sí, pero sólo 1-0 contra la Alemania que terminaría campeona. En un juego cerrado y disputado, nada que ver con el 7-1 frente a Brasil en semifinales. En 2018 quedarían campeonas, y ahorita de cobrar mejor los penales, habrían sido bicampeones de manera consecutiva. Con un equipo multicultural que ya abrazan, tienen en Mbappé al mejor jugador de futbol del momento y a una generación joven, que a pesar de sufrir muchísimas bajas previas y durante el mundial, pudieron ser campeones.

Croacia por el otro lado, después de ver como México superó sobre ellos la fase de grupo, volvieron a Rusia 2018 para colgarse la medalla de segundo lugar, y regresan de Qatar con el bronce. Cuentan (para mí) con el mejor veterano después de Messi, si consideramos éxito a nivel clubes y con su selección, y con jugadores jugando en las ligas top de Europa.

MEXSPORT. Mbappé y Modric en la premiación tras la final del mundial Rusia 2018 en el estadio Luzhniki en la ciudad de Moscú.

Mientras que México… cansadamente, igual. Con 4 puntos pudo haber o no calificado ahora. Pero… nada cambia. Nada mejora, todo es en ese nivel. Ahora creo que peor, puesto que lo más emocionante ni siquiera fue una victoria o un empate en fase de grupos contra equipos top. Como la efímera victoria sobre Francia en 2010, o el empate “sufrido” contra Brasil cuatro años después. Fue la victoria frente a Arabia Saudita y la ilusión de calificar, ya fuera con el único penal que Messi falló, o con un gol más, aunque nuestros jugadores parecieran no saber que el gol que nos anotaron en el final no precisamente nos obligaba a meter un gol más.

Aún así, como en nuestra “democracia”, nuestro “futbol” parece no cambiar. En esta negación que nos mantiene a flote, y nos conduce a pretender un cambio sin realmente cambiar algo en concreto, ya sea en instituciones, justicia transicional, topes de transferencias para que jugadores capaces puedan salir a mejores ligas, reglas para captar mejor al talento de nuestras básicas, México sigue igual. Incipiente. Jugando en la política y en la cancha a lo mismo: partidos sosos y con poco planteamiento en donde el objetivo parece ese: hay que empatar a ceros.

Porque podemos no meter gol nunca, pero si tampoco “perdemos” y pretendemos que tenemos el balón, no nos vemos mal. Si no nos vemos mal, no hay que cambiar absolutamente nada.

SOCCER/FUTBOL
WORLD CUP 2010
FRANCIA VS MEXICO
FIESTA TRICOLOR

Yo no sé, pero es cansado empatar a ceros. Honestamente, se me hace peor que perder. Porque esta sensación de nada: nada pasa, nada cambia, es un eterno sinsentido que estanca. Que se mueve suavecito para arriba, o para abajo. Y no sé por qué… pero nos gusta eso. Como si fuéramos incapaces de querer ascender, déjate de jalón, al menos constante. Pero siempre buscar ascender. Siempre buscar anotar, aunque no siempre se de y te encajen algunos goles.

Paola López Yrigoyen

@Khanpaola

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