Joseph Smith fue el fundador del Movimiento de los Santos de los Últimos Días en 1830. Desde aquel momento el movimiento no dejó de crecer, así como de vivir múltiples escisiones. El centro más importante de este movimiento se encuentra en Salt Lake City, capital del estado de Utah, Estados Unidos. Y no es casual, ya que fue justamente uno de sus profetas quien lo fundó: en 1847, Brigham Young, junto a un grupo de seguidores “mormones” (como se les denomina de manera coloquial), llegaron al lugar mientras buscaban un sitio para asentarse y practicar su religión luego de las hostilidades vividas en Illinois (donde Smith fue asesinado).
Hoy por hoy la importancia del Movimiento de los Santos de los Últimos Días es considerable, pues se calcula que poco menos del 50% de la población reside en Salt Lake, es decir, más de 558 mil personas. Este fenómeno se replica de manera más o menos similar en la mayor parte de Utah.
La relación entre los mormones y el futbol
Ahí, en 2004 se fundó el Real Salt Lake, un equipo de futbol que ingresó a la MLS gracia a la ampliación que en ese momento vivió la primera división estadounidense. Detrás del club se encontraba Dave Checketts, quien agregó el “Real” en honor al club merengue, inspiración para su conjunto. El 12 de agosto de 2006, miembros del Real Madrid protagonizaron la ceremonia de presentación del proyecto de estadio y finalmente el 9 de octubre del 2008 inauguraron el Rio Tinto Stadium.
Entre los logros más destacados del Real Salt Lake podemos enumerar un campeonato de liga en 2009 y un subcampeonato en 2013. Estuvieron a punto llevarse la Concachampions en la temporada 2010-2011, pero terminaron por caer en la final frente a Monterrey. A pesar de que la vitrina del equipo se encuentra relativamente vacía y de que hace casi diez años que no logran hacerse con el campeonato de la MLS, la afición ha ido en aumento. En esto han jugado un papel muy importante los mormones.
Las misiones que acrecientan la afición
En un ejercicio que resulta por lo menos llamativo, la relación entre los mormones y el futbol ha tenido consecuencias favorables para el balompié en aquel país. Es bien sabido que el Movimiento de los Santos suele enviar una cantidad considerable de misioneros a distintas partes del mundo para predicar su fe. Es justamente esto lo que logra generar un crecimiento en el número de aficionados al balompié.
Según declaraciones del Fiscal General de Utah, Sean Reyes, una gran cantidad de hombres y mujeres jóvenes parten a distintas partes del mundo con la intención de expandir su religión. Justamente el hecho de salir y de estar en otras culturas en las que el futbol ocupa un sitio primordial, hace que a su retorno sientan el deseo de ver y consumir este deporte. Cuando retornan a su país, hay un club en la ciudad con el que se pueden identificar, al que pueden pertenecer.
El Shabbath
El vínculo entre el Real Salt Lake y el Movimiento de los Santos de los Últimos Días es tal, que incluso las fechas de los partidos son tema de discusión entre los creyentes. Durante el 2015 el equipo de futbol jugó sus primeros tres encuentros de local en domingo. En otros espacios quizá no se habría presentado ningún problema, pero en este caso fue diferente.
Para los llamados mormones, el Shabbath es un día singular. Esto se debe a que precisamente ese momento de la semana está al servicio de Dios. Se guarda porque es el día en el que Jesús, el centro de sus fe, retornó de la muerte.
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Con lo anterior, queda claro el conflicto: un día que en su fe debe estar dedicado a Dios, a asistir a los servicios religiosos, también había partidos. Como era de esperarse una gran cantidad de creyentes se quejaron por esta situación.
El mismo presidente del Real Salt Lake, Bill Manning, tuvo que salir a explicar los motivos que obligaban al club a jugar en esos horarios. «Al final del día sabemos que no es ideal para nuestro mercado» declaró. Sin embargo, al ser parte de la MLS, tenían que regirse bajo sus reglas. Justamente debían adecuarse a un acuerdo firmado entre la liga local y ESPN, el «Sunday soccer». Manning afirmó que hubo varias personas que se quejaron de esta situación. Sin embargo, no tuvieron elección y la decisión final buscó siempre lo mejor para el club en su conjunto.
Este caso es un ejemplo que permite ver cómo la fe y la pelota han terminado por combinarse de una manera insospechada dentro de esta ciudad, cuna del Real Salt Lake y del Movimiento de los Santos de los Últimos Días. Esto también se puede ver en su geografía, ya que al centro de la ciudad podemos encontrar el Templo de Salt Lake City, epicentro de la fe del lugar, mientras que el Rio Tinto Stadium, otro de los edificios protagonista en la arquitectura del lugar, comienza a tomar cada día más importancia.
Por: Alberto Roman / @AlbertoRomanGar