Cuando uno busca figuras del balompié colombiano, puede observar que su historia nos trae grandes jugadores como Carlos el Pibe Valderrama, Faustino Asprilla y Freddy Rincón. Pero si hablamos de guardametas entonces necesitamos traer nombres como el de René Higuita, Óscar Córdoba, Faryd Mondragón o Miguel Calero. Es claro que el nombre de Higuita nos llama la atención pero, ¿es el mejor? ¿Podría algún otro ocupar la silla de honor como portero? ¿Es Óscar Córdoba el mejor arquero en la historia colombiana?
La exitosa carrera de Óscar Córdoba
Primero tenemos que revisar la carrera del único portero de Colombia que se coronó en tres ligas diferentes: Óscar Córdoba. Nacido en el Valle del Cauca el 3 de febrero de 1970, debutando con el Cúcuta Deportivo -y no con el Decano Verde de Cali como se ha creído-, fue campeón en el América de Cali (antes de que perdiera la categoría) en la temporada 1996-1997, lo cual le valió para emigrar a uno de los clubes más grandes de Argentina (y América): el Boca Juniors.
Córdoba ya se había consolidado como un guardameta de grandes reflejos y una tremenda seguridad bajo los tres palos. Había sido titular en la Copa del Mundo en Estados Unidos 1994, después de clasificarse directamente y con el triunfo escandaloso de 5-0 frente a la crecida selección de Argentina, dejando en el banquillo a otro histórico, Faryd Mondragón.
Instalado en el terreno de la famosa Bombonera, Óscar Córdoba logró levantarse con el título de monarca de la liga tres años consecutivos y conquistó dos veces la Copa Libertadores con los xeneizes, en el 2000 y luego en 2001. Después de convertirse en el mejor equipo de Sudamérica del nuevo milenio, Boca disputó la final de la Copa Intercontinental frente al poderoso Real Madrid de Figo, Roberto Carlos, Raúl y compañía, consiguiendo un triunfo que marcaría un hito en la historia del club y los colocaría como la mejor escuadra del mundo en esos momentos.
Esos años representaban el momento cumbre de su vida pues fue elegido como el segundo mejor portero del año (2001), solo detrás de Oliver Khan y por encima de figuras mundiales como el italiano Gianluigi Buffon y el francés Fabien Barthez. Para la temporada 2002-2003 llegaba a Besiktas de Turquía donde también sería campeón gracias a sus actuaciones destacadas y al momento que vivía. Desafortunadamente su Selección no pudo calificarse para el mundial de Corea-Japón y no podría emerger en esa gran vitrina.
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Ahora, Higuita fue muy popular entre los guardametas gracias a tres cosas: el famoso escorpión que ejecutó en un partido frente a Inglaterra; la capacidad de atreverse a jugar más adelantado y, derivada del atrevimiento, la valentía de cobrar tiros desde los once pasos. Más allá de su conquistas, fue un portero carismático que rompió con los esquemas tradicionales del guardameta -posición que siempre ha sido vista como una estatua que nunca modifica sus parados. Higuita cambió los paradigmas junto con su coetáneo Jorge Campos.
Mi pregunta es: ¿los éxitos de Óscar Córdoba son suficientes para decir que fue mejor que Higuita, quien revolucionó la posición de guardameta aunque nunca consiguió un título importante? Según Transfermarkt, en sus palmares solo podemos encontrar la Copa Libertadores y la Kolumbianischer Meister, ambas con el Atlético Nacional.
Creo que es difícil poner en una misma balanza la carrera de ambos, Córdoba por su parte fue un ejemplo de sobriedad y disciplina que triunfó en cada rincón desafiado, además de tener una gran constancia a nivel Selección y mantener la valla invicta durante una Copa América. Higuita le dio un giro a la posición de arquero, aunque suena sencillo y breve es un logro complejo, pero no consiguió grandes títulos y la constancia no fue su mejor carta de presentación. En mi opinión, ambos se encuentran en el mismo escalón.
Por Jorge Emilio Mendoza Piña @georgehatetweet