Su nombre, Park Ji-Sung. Puso la bandera de su país en lo más alto del futbol internacional, en su natal Corea, es tan amado que una de las calles lleva su nombre en Seúl. Primer surcoreano en firmar con un poderoso de la Premier League, nada más y nada menos que el Manchester United. Quizá más recordado por Rooney, van Nistelrooy, Scholes, los hermanos Neville, Van der Saar, Giggs o Ferdinand.
Y, a pesar de estar rodeado de un equipo de estrellas supo ganarse el cariño de la afición, de sus compañeros y de su histórico entrenador, Sir Alex Ferguson. Fatal con la pelota detenida, veloz como todos los jugadores asiáticos, pero con una picardía y olfato goleador para salir airoso de las circunstancias más complicadas que se le presentaban. No por nada se ganó su apodo a pulso: “Tres pulmones Park”.
Pero quién mejor para describirlo sino uno de sus más grandes amigos que le dejó la pelota, Patrice Evra: “Yo creo que él (Park Ji-Sung) es uno de los jugadores más importantes del equipo porque nunca para de correr, puede estar corriendo todo el día. En ocasiones, cuando me encuentro cansado, sé que todo estará bien porque Ji correrá por mí”.
Búsqueda, rechazo y aceptación
Corea del Sur vivió durante los años ochenta un régimen autoritario, en el cual, el general Chun Doo-Hwan alcanzó el poder derrocando al primer ministro Choi Kyu-Hah, en una represión que cobró la vida de 165 personas en cifras gubernamentales. Sin embargo, las estimaciones no oficiales ascendían a más de mil civiles muertos durante el Movimiento Democrático de Gwangju de 1980.
Un año después de aquella represión, en 1981 y con el régimen aún en el poder, Seúl vería nacer a uno de los futbolistas más grandes de su historia. Park Ji-Sung creció en la ciudad de Suwon, lugar donde forjó su pasión por el futbol, puesto que su generación es la primera que disfrutó del anime japones Capitan Tsubasa, mejor conocido en Latinoamérica como los Super Campeones, publicado en 1981 en formato manga y en 1983 su adaptación televisiva.
Sin embargo, a pesar de su gran pasión por la pelota fue rechazado de varios equipos profesionales por su baja estatura y complexión delgada. Fue ahí cuando comenzó a tomar un jugo de rana que su madre le deba a la fuerza. “Hubo momentos en que vomité por el sabor, pero seguí porque el corazón de querer ser un mejor futbolista era más grande que tener una comida de buen sabor todos los días”, declaró Park años después.
Este joven de 1,75 metros de altura y 70 kilogramos de peso, quiso ser profesor de educación física después de tantos rechazos que le hicieron perder el ánimo de convertirse en un jugador profesional. Pero sus padres insistieron y toda esa preocupación desapareció cuando Park terminó jugando en el equipo de la Universidad Myongji, mismo que lo llevó a jugar en el Kyoto Sanga de la segunda división de la liga de Japón. En la temporada 2001, su club se coronó campeón y con ello lograron el ascenso a la primera división.
Mundial soñado y el arribo al Viejo Continente
Las Rocas de Liancourt, es una zona inhabitable en el mar del Japón con yacimientos de gas natural y una isla que sirve de base militar al gobierno surcoreano que actualmente sigue en disputa. Sin embargo, durante el inicio del nuevo milenio las relaciones entre Japón y Corea del Sur gozaban de una paz diplomática, misma que llevó a estos países a ser los organizadores de la Copa del Mundo.
Corea-Japón se convertiría en el primer Mundial de futbol organizado por dos países, así como el primero en celebrarse en Asia. Ji-Sung, de 21 años fue convocado a ser parte de su selección nacional tras temporadas de éxito en su club, el Kyoto Sanga, con un permiso concedido por el gobierno para dimitir su servicio militar obligatorio.
El combinado de Corea del Sur era dirigido por el holandés Guus Hiddink, quien llevó a Ji-Sung y a su selección hasta las semifinales de ese Mundial, donde cayeron derrotados por la mínima ante la Selección Alemana. Terminaron quedando cuartos tras perder ante Turquía tres goles a dos.
Después de la gran actuación con la Selección Coreana, el entrenador renunció para encargarse de la dirección del PSV Eindhoven, y decidió contratar a Park Ji-Sung, así como a su compatriota Lee Young-Pyo. Lee se convirtió, rápidamente, en pieza fundamental del equipo, mientras Park se recuperaba de una lesión de rodilla. Esa misma temporada y con solo ocho juegos disputados se coronaron campeones de la Eredivise.
Las siguientes temporadas afianzaron la calidad de Ji-Sung que, con la salida de Arjen Robben, tuvo más oportunidad de demostrar su calidad. Dos ligas, una Copa y una Supercopa de los Países Bajos lo confirmaron, estaba listo para conquistar Inglaterra.
El mayor desafío
Ji-Sung fue fichado por el club inglés Manchester United en 2005, siendo el primer futbolista de su nacionalidad en jugar para la Premier League. Desafiando a la lógica y las críticas de los aficionados, quienes comentaron que llegó como parte de una estrategia mediática para vender más camisetas en otros países.
Al principio, el cambio resultó difícil para el jugador, sin embargo, Alex Ferguson lo ayudó con su adaptación en la cancha, con sus compañeros y a la vida inglesa. El técnico lo describió como “el jugador que todos quisieran tener”. Juntos ganaron 11 títulos nacionales y dos internacionales. Cuatro veces campeón de la Premier League, cuatro Community Shield, tres Copas de la Liga de Inglaterra, una Champions League y un Mundial de Clubes.
“Equipos, no estrellas. Es la cosa más importante en los deportes”
(Wayne Rooney)
Andrea Pirlo lo definió como “el primer surcoreano con motor nuclear”, esto tras sufrir la marca personal que le hizo durante un Milan-Manchester United, en los octavos de final de la UEFA Champions League. “Lo habían programado para detenerme. Su devoción por la tarea era casi conmovedora. A pesar de que era un jugador famoso, consintió en ser utilizado como perro guardián.” Declaró Pirlo en su autobiografía.
La estrategia de neutralizar a Pirlo de Ferguson funcionó perfectamente, pues los red devils consiguieron su pase con un marcador global de 7 a 2, con un gol de Tres Pulmones Park. “Fergie literalmente le dijo a Park, tu trabajo no es tocar la pelota, no es acerca de mandar pases, tu trabajo es Pirlo y solo Pirlo”. Contó Wayne Rooney para The Guardian.
La despedida
En 2013, el Queens Park Rangers y el Manchester United lograron un acuerdo para traspasar al volante surcoreano. Con el club londinense disputó un total de 20 encuentros en liga sin marcar ningún gol, con una muy mala campaña por parte del equipo sumando solo 25 puntos finalizando 20° y descendiendo a la Football League Championship.
El 8 de agosto se confirmó su regreso por una temporada al PSV Eindhoven, durante aquella campaña disputó 23 encuentros y anotó dos goles en liga, quedando cuartos generales. También tuvo participación en Champions League, quedando eliminados en fase de grupos.
Apagado el motor nuclear debido a sus constantes lesiones en la rodilla derecha, Park se alejó de las canchas pero no del futbol. Asistió a la Universidad de Leicester donde cursó una maestría en gestión de derechos y humanidad en el deporte. Siempre afirmando que no quiere ser entrenador, sino aumentar su conocimiento sobre el deporte y trabajar en Asia.
Ji-Sung decidió invertir en una empresa para talentos en desarrollo llamada “JS Limited”, ya que financieramente su origen fue muy difícil, no comía bien de chico y no quiere que eso le pase a otro niño y así ayudarlo a cumplir sus sueños. Esta empresa se dedica al desarrollo del talento, así como en un complejo en su provincia natal, donde construyó una academia de futbol y una casa para sus padres. Jamás olvidó el sacrificio que hicieron para verlo cumplir sus metas a pesar de las adversidades.
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Por: Miguel Neri / @NeriClandestino