Patrick Kluivert, una de las joyas del futbol neerlandés, nació el 1 de julio de 1976 en Ámsterdam. Su madre era originaria de Curazao, isla que pertenecía a las ya extintas Antillas Neerlandesas, por lo cual, el origen del crack provenía del continente americano. Su ciudad natal, Ámsterdam, le dio la primera oportunidad para ingresar en el balompié con el Ajax.
Sus primeros pasos con el equipo no fueron fáciles, la escuadra que dirigía Louis Van Gaal tenía una buena racha en competiciones, sin embargo, Patrick tenía muy poca actividad en el equipo. Aunque su debut en 1994 a la edad de 17 años dejó sorprendido a más de uno, el técnico del Ajax no estaba convencido para darle al muchacho una mayor participación. Sería hasta la final de la Champions League de 1995 cuando Patrick tendría su mejor actuación.
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Antes del inicio de la final entre el Ajax y el AC Milan, Van Gaal había mostrado su plantilla inicial sin la joven promesa. Según una anécdota del mismo director técnico, cuando estaba a punto de entrar a los vestidores, la madre de Kluivert se le acercó y le dijo: «Meta a mi hijo, es muy bueno no lo defraudará». Tras esta inesperada charla, Van Gaal se marchó con su escuadra para preparar todo antes del partido.
El pitido inicial inauguró el encuentro de una nueva final de la Liga de Campeones. Tras casi sesenta minutos de juego, las oportunidades de gol para ambas partes se presentaron sin que se lograran completar. Fue cuando el dirigente del Ajax recordó la plática con la madre de Patrick.
Su primer gran éxito
El joven jugador entró de cambio al 69´ y comenzó a generar peligro en el arco rival, hasta que en el 85′ Patrick convirtió el gol que le dio al conjunto neerlandés su cuarta Champions League, e hizo que comenzara una época dorada para el futbolista.
El muchacho continuó con el Ajax, donde conquistó dos títulos de Liga, dos Supercopas de Países Bajos y una de Europa. Parecía que todo marchaba bien para Patrick, sin embargo, un accidente automovilístico estuvo a punto de truncar su carrera al ser llevado ante la justicia.
En septiembre de 1995, Kluivert conducía un BMW que le habían prestado. Chocó contra otro vehículo. Kluivert no sufrió ninguna herida de gravedad, sin embargo las personas que iban en el otro automóvil sí. Marten Putman, un reconocido director de un teatro de Rotterdam de 56 años, perdió la vida, mientras que su acompañante terminó gravemente herido.
El neerlandés fue detenido y en el juicio admitió que circulaba por encima del límite de velocidad permitido (que era de 50 kilómetros por hora), aunque aclaró que iba tan rápido como habían asegurado los testigos del accidente. Sin embargo, los peritos demostraron que iba a más de 100 kilómetros por hora al momento del choque.
A pesar de ser encontrado culpable de homicidio involuntario, su condena fue de tan solo tres meses de prisión condicional con un período de prueba de dos años y 240 horas de trabajos de «interés general», además le retiraron la licencia de conducir por 18 meses. Kluivert ni siquiera llegó a pisar la cárcel. Tras este oscuro episodio en su vida, siguió adelante dentro del balompié al llegar al AC Milan, donde solo estuvo una temporada antes de irse con el Barcelona.
En el equipo culé, Patrick Kluivert destacó por su gran racha goleadora, pues metió más de 120 tantos en el Barça durante las seis temporadas en las que militó, aunque solo pudo conquistar un campeonato de Liga. Su paso con la institución catalana acabó en 2004 -al no lograr levantar ninguna orejona- para irse a jugar a la Premier League con el Newcastle United. A partir de ese momento, solo estaría por una temporada en los equipos a los que llegaba, así ocurrió con Valencia, PSV y Lille, este último fue donde le dijo adiós a su carrera como futbolista en 2008.
El paso a los banquillos
Terminada su vida como jugador, Patrick comenzó una nueva etapa, ahora como director técnico. Inició en puestos de auxiliar hasta lograr convertirse en el director técnico del Twente. Pero el puesto más importante que tuvo como dirigente de un equipo fue con la Selección de Curazao en 2016, ya que su intención de ser la cabeza de este combinado la tomó porque su madre era originaria de la isla y quería explotar el talento futbolístico de la región.
«Estoy haciendo esto por Curazao. Quiero hacer algo bueno por la isla». (Kluivert)
Estas fueron las palabras de una leyenda del futbol mundial, que no olvida sus orígenes y sabía que los más importante es que jugadores de la pequeña isla lograran alcanzar un buen rendimiento. Una de las intenciones de su cargo era llegar lo más lejos en la clasificación para la Copa del Mundo de Rusia 2018, algo que pudo hacer al quedarse a un paso del hexagonal final.
Otro logro importante con Curazao fue clasificarlos a la Copa Oro 2017, y aunque él ya no se encuentre como técnico del combinado antillano, Patrick Kluivert pudo darles momentos de alegría a la isla que serán difíciles de olvidar.
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Un nuevo capítulo en la trayectoria de Patrick Kluivert se escribió en julio del 2019, al ser presentando como director de futbol formativo del Barcelona. Su labor lo ha llevado a tomar las riendas de una reestructuración en la cantera culé, pues mucho se habla que han perdido su esencia y ADN, algo que destaca a los formados en La Masía.
Por: Redacción