¿Por qué Pep viajó para jugar en Dorados? La respuesta en una primera instancia no es clara, del mito surgen narrativas contrapuestas, relatos fantásticos que cuentan la historia de un Napoleón en el exilio. Emperador de muchas batallas que viene a Vindobona a vivir sus últimos combates.
Y es que todo comenzó bajo la gramática establecida de una leyenda en el ocaso, Pep venía de jugar en Qatar y según Ramón Bessa no fue casualidad ni su paso por el equipo del Al Ahli Doha, ni su posterior viaje por tierras mexicanas. Se asoma en la pluma del periodista un análisis sobre la primera etapa del centrocampista catalán y su necesidad por encontrar un elemento esencial que no se suscribiera al aprovechamiento final de su carrera. Lo interesante aquí es ver la evolución del jugador y su largo camino para convertirse en entrenador.
El rechazo a emigrar a otros países como Italia o Inglaterra por otra parte, no es sospechoso. Quizá como apunta David Esquivel en su texto: A diez años del debut de Pep Guardiola en México publicado en ESPN, la figura de Juan Manuel Lilo es fundamental para comenzar a concretar una respuesta a nuestra interrogante inicial, el cariño es evidente pero el nexo no explica plenamente la ida al equipo norteño .
El inicio del sueño
El partido ha dejado en Guardiola un recuerdo imborrable porque es la primera vez en la que su Bayern se parece a lo que había soñado, dice Martí Perarnau en Herr Pep libro que busca retratar las idas y venidas del entrenador en su primer año en el Bayern Münich.
Sin embargo tiempo atrás, para ser exactos la noche del 29 de abril del 2006, sería probablemente para Pep un recuerdo totalmente diferente. Pues esa fecha marcó el descenso con Dorados y su posterior replanteamiento como jugador.
La genealogía de Pep aquí arroja una respuesta, justo en la carta que le envía al equipo de Sinaloa desde Münich mucho tiempo después, en la que comenta: Salgan a ganar para recuperar el lugar que le pertenece a Dorados en la Primera División ¡Mucha suerte! Estaré esperando noticias positivas. Con motivo de un partido decisivo para el ascenso del equipo del pez dorado.
Y es que quizá para Guardiola la derrota con Dorados el 29 de abril del 2006, significó más que algunos triunfos que tendría después. Con el descenso aprendió que no sólo de victorias se compone una leyenda, el camino de héroe trágico apenas comenzaba. No es una respuesta definitiva a nuestra pregunta inicial, pero sí provisional. Es el inicio del sueño.
Por: Andrés Piña/@AndresLP2