“Schemeichel, ya es hora”, escuchaba el pequeño Peter antes de cobrar su sueldo en la fábrica textil donde trabajaba de niño. Recién salía del lugar, tomaba un autobús que lo dejaba a las afueras del Gladsaxe Stadion, hogar de su primer equipo, el Gladsaxe-Hero. En 1986, sus grandes atajadas, lo pusieron en la mira del subcampeón danés y lo mandaron llamar para ir a un pequeño municipio de Copenhague. Ahí, comenzaría el romance y una grandísima trayectoria con clubes y selección; ahí, vistiendo los colores del Brøndby.
Primeros pasos
Peter llegó con la misión de ser quien resguardase el arco de ese club. En su primera campaña salió campeón y solo concedió la mitad de los goles que había registrado su equipo una temporada atrás. Aquello, le valió para estar cuatro años más, en donde levantó otros dos títulos de liga y llevó al Brøndby a jugar la Copa de la UEFA.
Para 1990 presentó números importantes con su equipo, manteniendo en cero, su arco en siete de los nueve partidos de la antigua competición europea. Fue figura en la tanda de penales, enfrentando al Torpedo de Moscú, en los cuartos de final. Lamentablemente, perdieron en las semifinales contra la Roma de Italia. Pero un viejo escocés, vio esas actuaciones de Peter y lo pidió como fichaje para vestir el color rojo, en Manchester.
Diablo Rojo
Sir Alex Ferguson puso toda su confianza en él para la campaña 1991-92. Le bastó un año al arquero, dejar 22 veces en cero su marco, para que con ello: los Red Devils alzaron -luego de 26 años de sequía- el título de liga en Inglaterra. Peter, como referente, condujo dos dobletes para su nuevo club. Copa y Ligas inglesas para la temporada 1993-94 y 1995-96.
Decidió que sería su última campaña como futbolista del United en 1998. Temporada perfecta, en donde no solo levantó los dos trofeos más importantes del fútbol inglés; sino también, la Copa de Europa. En una dramática final contra el Bayern Múnich, y ganándola en el último minuto, Schmeichel pasó a la historia como el portero del primer triplete con el Manchester United.
EURO92
Sus magníficas actuaciones y gran liderazgo lo llevaron a ser llamado a la selección Nacional de Dinamarca en el año de 1988. Pronto tomó protagonismo y pese a no avanzar de la primera fase en la Eurocopa del mismo año, Peter trabajó para conseguir algo que ni en el mejor de sus sueños pudo desear.
En Suecia 92, un sorpresivo título para el futbol danés llegó, cuando su selección derrotó a Alemania en la final de la Euro. El gran futbol de Laudrup y la seguridad de Schemeichel quedaron para la posteridad en esa increíble participación. Peter, dejó la portería en cero y fue considerado el mejor portero del certamen. Le dio a Dinamarca su primera -y hasta hoy única- Eurocopa.
La herencia
El pequeño Kasper ya seguía los pasos de su padre, mientras este, tuvo un fugaz paso por el Manchester City. Nadie creería que su hijo, protagonizaría una de las hazañas más hermosas en la historia del futbol. Aquella cenicienta inglesa de nombre Leicester City y su ejemplo claro de que nada es imposible.
Como arquero titular, Schemeichel hijo, levantó la primera Premier League en la historia de “The Foxes” y jugó heroicamente la Liga de Campeones del 2017; llegando incluso, hasta los cuartos de final del certamen. Escribiendo un capítulo inolvidable para todos.
Rusia 2018 fue el escenario de ensueño para padre e hijo. Peter, desde el palco y Kasper abajo atajando un penal en la tanda contra Croacia. Mágico e irrepetible. Como su padre, en Francia 98, Kasper emuló la instancia (los cuartos de final) de euforia en una Copa del Mundo para su país, 20 años después.
Aquel niño que cosía ropa y que pasaba horas en el transporte para luchar por un lugar en el Gladsaxe-Hero, dejó un gran legado y se convirtió en el arquero más exitoso de la historia futbolística de Dinamarca. Se convirtió: en el gran danés.
Por: Bryan Trujillo / @BryanKameron