¿Te has preguntado por qué en las mejores ligas y equipos del mundo hay tan pocos jugadores mexicanos? Es cierto que hemos disfrutado de ídolos como Hugo Sánchez y Rafa Márquez, recientemente de Andrés Guardado y Chicharito Hernández. Pero ¿qué factores influyen, además del futbolístico para que lleguen a equipos importantes y, además, se consoliden en ellos?
Luis de la Fuente y Hoyos, también conocido como Pirata Fuente, fue el primer futbolista profesional mexicano en jugar en Europa. Mucho se habla de su técnica, velocidad y potencia de tiro del veracruzano, lo que le llevó a ser fichado en 1934 por el Racing de Santander.
Pareciera ser natural, por no decir “obligatorio” que, quienes destacan con el balón a sus pies, tuvieran que buscar el exportar su futbol a diversas latitudes para crecer todavía más. ¿El siguiente paso en este andar? El viejo continente.
Sin embargo, la realidad es otra. De acuerdo al portal Goal, en la actualidad hay un total de 83 futbolistas en 17 países europeos. Siendo España la nación donde más mexicanos hay, con 47 jugadores, aunque solo cinco juegan en Primera División: Andrés Guardado y Diego Laínez con el Real Betis; Héctor Herrera en Atlético de Madrid; Néstor Araujo con el Celta de Vigo y Luka Romero, quien viste los colores del Mallorca.
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En Apuntes de Rabona tuvimos la oportunidad de entrevistar a Alberto Lati, quien nos comentó al respecto de este tema: “Hay demasiados argentinos que legitiman su futbol. Hay mexicanos que estando en ligas extranjeras no terminan por hacer una carrera larga. Hay quienes tienen un año muy bueno, o años muy buenos, otros ni siquiera eso”.
“Que hayan tenido carreras dilatadas en Europa, podemos decir Hugo Sánchez, Rafael Márquez, Javier Hernández, Andrés Guardado, y ¿cuántos más? ¿Héctor Herrera? Podemos incluirlo, porque en el Porto fue capitán mucho tiempo y hoy día sabemos que está con el Atlético. El caso de Diego Reyes, pues fue de idas y vueltas. Héctor Moreno tuvo grandes momentos, pero que dijéramos “fue titular indiscutible durante ochos años”, no lo fue, tampoco es que sea fácil, pero no lo fue”.
Para el periodista, se deben generar precedentes para que el futbolista mexicano pueda ser un factor diferenciador. Esto sin duda permitiría que equipos en Europa volteen aún más hacia México.
“La legitimidad tiene que ganarse sobre la cancha. En la medida que en la que vayan más y destaquen más, se logrará vender futbolistas más caros. Aquí funciona lo que se conoce como la “marca país” para inversiones y turismo. La “marca país” en el futbol se termina por establecer por los precedentes y los que tenemos no son tantos.
Seamos claros, después de Hugo Sánchez llegaron muchos mexicanos a España, la segunda mitad de los 80: Chepo de la Torre, Abuelo Cruz, Manuel Negrete, Luis Flores, Wendy Mendizabal, Javier Aguirre. Todo esto a partir de un concepto de confianza que él generó. Y ahorita es un momento especialmente seco”.
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No podemos dejar de lado el tema económico. pues basta decir que, de acuerdo con el portal Animal Político, el promedio del salario mensual de un futbolista ronda los 540 mil pesos. Guillermo Ochoa es el mexicano mejor pagado con un sueldo de 7 millones de pesos al mes.
Aquí no podemos dejar de mencionar el caso de Hugo Sánchez, quien ha declarado que vistiendo los colores del Atlante ganó más dinero que cuando jugaba para el Real Madrid:
“Emilio Azcárraga me mandó llamar y me dice: ‘Hugo ¿quieres seguir jugando o quieres ser vicepresidente aquí de Televisa de cualquier puesto que quieras?’ No, quiero seguir jugando” Y mandó llamar al (Alejandro) Güero Burillo, que era el que controlaba a América, Atlante y Necaxa
“Le dice ‘Hugo quiere seguir jugando así que Alejandro, arréglate con él y págale lo que quiera, entonces ya, llegué a un acuerdo y fue mi mejor contrato, ganaba más en el Atlante que en el Real Madrid, imagínate dos temporadas, puse en la cláusula de que si hay una oferta para un equipo extranjero terminando mi primer temporada me puedo marchar, y fue lo que vivimos juntos en Austria”.
Por otro lado, ha habido jugadores que han buscado arriesgarse, explorar y probar su futbol en tierras lejanas: Tal fue el caso de: Sergio Almaguer, Carlos Hermosillo, Luis García, Cuauhtémoc Blanco, Luis Hernández, Paco Palencia, Germán Villa, Gerardo Torrado, entre otros. Aunque como sabemos, sus historias no terminaron tan bien como se esperaba.
Y es que no siempre son suficiente las condiciones técnicas y físicas. A esto hay que sumar el tema de adaptación a una nueva cultura, donde factores como: idioma, comida, e inclusive el clima terminan por pesar en su rendimiento dentro de la cancha Ya saben, el tan nombrado mal del jamaicón.
Para Alberto Lati, es fundamental que los jugadores llegados a una nueva liga entiendan la importancia del «querer llegar a comerse un país». Recordamos el caso de Pavel Pardo, de quien nos contó: “Fue un caso paradigmático cuando se fue a Stuttgart, porque llegó a devorarse la historia, cultura, idioma y terminó por ser figura en un equipo que se coronó y él influyó mucho en eso”.
Sumemos la cuestión social. El estar lejos de la familia o contar con ella en ese “nuevo hogar” marca también una diferencia. Alberto Lati comentó que: “Es un poco dañino que el futbolista se quiera llevar su microcosmos a donde se muda. No se le hace un favor al jugador, porque es un impedimento para que se adapte, integre, para que entienda dónde está. Si la familia tampoco se adapta, termina por perjudicar más que ayudar al futbolista”.
En todo este universo de detalles ¿las fuerzas básicas y formación de jugadores también tiene una incidencia?
“Estructuralmente hablando, si el equipo tiene un adecuado funcionamiento de fuerzas básicas, hay un esquema más favorable para que salgan. El continuo trabajo con jóvenes, permite un mayor crecimiento de futbolistas, pulir el talento, ahí se genera una competencia interna. Lo que a su vez va llevar a que estos jugadores puedan buscar o ser buscados por equipos europeos.
Cuando en su momento River Plate se fue desprendiendo de un Ortega, de un Saviola o un Gallardo, era porque sabían que venía otro jugador que perfectamente podría suplir aquella posición. También está el caso de Philipp Lahm con el Bayern Múnich, cuando él decidió retirarse, sabía que Kimmich -guardando comparaciones- venía detrás.
Es algo que en México no sucede. ¿Qué hubiera significado esto? Que cuando Chicharito se fue, el Cubo Torres tenía que haber demostrado estaba a la altura, y después de él tuvo que haber sucedido con Fierro y de inmediato Macías”.
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Para el representante y especialista en imagen pública, Ángel Palma, el jugador nacional tiene gran calidad. “Tan solo hay que voltear al trabajo que se hace con selecciones menores. Pero también hay que entender que el crecimiento o el paso que deben de dar categorías como sub15 y sub17 para jugar en Primera División es enorme. Por supuesto se debe trabajar la parte mental”.
Y ¿en que se fijan las ligas extranjeras para llevarse a un jugador mexicano? Que sea seleccionado nacional y que haya tenido un buen proceso en selecciones menores”.
En este aspecto, hizo referencia a la marca país. “Siempre que escuchas un uruguayo, de manera muy rápida identificas esa tan característica garra charrúa; si te hablan de un brasileño sabes que posiblemente te cueste mucho más por los grandes nombres que hay detrás de él. Ahora, eso no significa que vayan a triunfar, pero se vende a partir del país de donde viene, de su nacionalidad”.
Inclusive nos explicó que el tema de la marca país no solo se limita a futbolistas, sino también a entrenadores. Por supuesto que el nombre inmediato es el de Javier Aguirre, e inevitablemente pensamos en los rumores sobre esa llegada de Miguel Herrera al Betis. “Hoy muchos mexicanos se burlan de pensar que Miguel pudiera llegar ahí, pero de eso se trata también, de arriesgarse”.
Claudia Rivas, psicóloga deportiva del Club Puebla, nos comentó en entrevista que sin duda el aspecto psicológico en el futbolista mexicano es un factor vital cuando ya se encuentra en una liga europea.
“Al principio todo es maravilloso, nos sentimos orgullosos de él o ella y lo apoyamos. Pero muchas veces ponemos demasiadas expectativas en ellos o ellas y no les permitimos un simple fallo”.
Durante la entrevista nos explicó que: “Muchas veces no perdonamos un error cuando ni siquiera nosotros somos capaces de tener la fuerza de intentarlo y eso nos vuelve envidiosos. Cuando en lugar de eso deberíamos de promover una mentalidad crítica pero empática de querer ver por el bienestar y desarrollo de mi compatriota”.
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Para Rivas, es importante que los clubes mexicanos no solo se preocupen por la parte táctica y física del futbolista, sino también de la parte psicológica. Para ella, el que las instituciones deportivas vean como una prioridad contar con un departamento de psicología desde las fuerzas básicas, permitirá: “Preparar, capacitar y aconsejar a los jugadores que emigren a otros países, sobre todo en las ligas top como ocurre en Europa”.
“Prepararlos para que tengan una mentalidad lo suficientemente poderosa no solo para saber que van a afrontar problemas, adversidades y contratiempos, sino cómo van a superarlos y lidiar con ellos diario. Es lo único que falta porque talento y calidad las tienen”.
En este sentido, el ex futbolista y hoy analista deportivo, Claudio Suárez, nos comentó acerca de las fuerzas básicas: “Hoy día se trabaja bien en fuerzas básicas, el problema viene ya cuando se busca una oportunidad para debutar. Está muy cerrado el círculo. Tanto directivos como técnicos no se la juegan por los jóvenes, contrario a lo que sucede en otros países donde debutan chicos de 16 o 17 años de edad. Aunque es claro que talento hay”.
De hecho, nos contó que él tuvo la oportunidad de haber jugado en Europa, sin embargo los directivos de ese entonces no promovieron ese crecimiento deportivo:
“En 1990 tuve la oportunidad de poder haber jugado en el extranjero. Con Pumas fui a unos torneo en San Sebastián, España, ahí jugamos contra la Real Sociedad y Sporting de Lisboa. La Real se fijó en mí, preguntó por mi situación de contrato y todo. Aunque de todo esto yo me enteré después.
Preguntaron tanto por Luis García, David Patiño, así como por mí. Pero Pumas no nos dejó salir. No sé si también habrá sido tema de directivos y saber negociar. Y es que en México a veces ponen unas cantidades muy altas, y luego en Europa se quieren pasar de listos pagando muchísimo menos.
Después en 1994, tras el Mundial de Estados Unidos, hubo un acercamiento de un equipo italiano, aunque ahí sí no me dijeron quién. Pero pasó lo mismo, Pumas no quiso negociar. Y la última fue en 1997, cuando jugaba para Chivas, el Galatasaray hizo la propuesta. Sin embargo la decisión del club fue el no dejarme salir. Me hubiera encantado jugar en Europa, pero fue algo que no estuvo en mis manos”.
Para Claudio Suárez hay dos aspectos que se contraponen en la actualidad para que los futbolistas puedan o no irse al viejo continente. “Algo que me parece ha beneficiado en la actualidad el que el futbolista mexicano vaya al extranjero, por supuesto tiene que ver con un tema tecnológico. En los 80 y 90 se tenía que llevar un video para videocasetera para poder observar a un jugador, hoy lo puedes ver dónde sea y cuándo sea a través del celular. También el tener un buen promotor es vital”
Por otro lado: “El ya no participar en Copa América, así como la Copa Libertadores, que terminan por ser una gran vitrina a nivel internacional, plantea un panorama complicado para que otras ligas miren el futbol tan virtuoso que hay en México. Ahora lo único que tenemos es el Mundial y es cada cuatro años. Lo deportivo debería de ir de la mano con el negocio, pero a veces pareciera que no es así”.
No se puede renegar de la calidad futbolística en México, pero es claro que si queremos mexicanos consolidados en Europa, debemos modificar ciertas prácticas, hacer sacrificios y priorizar lo deportivo antes que lo monetario.
Queremos agradecer la participación de:
- Alberto Lati: Periodista y escritor.
- Ángel Palma: Representante y especialista en imagen pública.
- Claudia Rivas: Psicóloga deportiva.
- Claudio Suárez: Ex futbolista y analista deportivo.
Por: Mario Badillo / @n7mariobadillo y Ricardo Olín / @ricardo_olin