Pumas recibirá una vez más a Tigres en el Estadio Olímpico Universitario, convirtiéndose en uno de los duelos más interesantes de la jornada 3 de la Liga MX. Los felinos han protagonizado una de las rivalidades más contemporáneas del balompié azteca, donde contrastan situaciones e identidades de los clubes. El encuentro más significativo entre ellos fue la final del torneo Apertura 2015, justamente en la cancha de Ciudad Universitaria.
En la segunda mitad de la década del 2010, los equipos vivieron distintas realidades en la liga. Mientras que Tigres apostaba por un gran proyecto deportivo para competir nacional e internacionalmente, con una de las plantillas más fuertes y costosas de América y contrayendo títulos, Pumas sufría uno de sus más grandes declives. No han ganado un certamen desde su última estrella en 2011 y también viven en una constante lucha de mantener el equipo a pie, con una crisis económica que atraviesa pese a ser de los llamados ‘cuatro grandes’ del país.
La rivalidad entre ellos se acentuó a partir de la final del 13 de diciembre del 2015, cuando Tigres conquistó su cuarto título. Después de aquella noche, el ‘pique’ entre ambos clubes incrementó por sus encuentros en liguillas y en la Liga de Campeones de la Concacaf, además de que los norteños compraron varios de sus jugadores más importantes. Así que surge la pregunta: ¿La enemistad de ellos es fortuita o es el resultado de la polémica creada por los medios entre capitalinos contra regios?
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El punto de inflexión en la rivalidad Pumas vs Tigres
En los últimos diez años, tanto Tigres como Monterrey han estado en pugna con los equipos de la Ciudad de México. La gran inversión económica de ambos han llevado al límite a los planteles del corazón del país, además de que los del norte han cobrado relevancia en el panorama internacional, atrayendo los reflectores, aficionados y consiguiendo títulos en el certamen de casa.
Cuando Tigres llegó a la final contra Pumas en 2015, fue cuando también jugó el duelo contra River Plate en la Copa Libertadores. Fue ahí cuando sumó al ataque al francés André-Pierre Gignac y se reforzó para competirle al cuadro ‘Millonario’. A pesar de que cayeron en el torneo sudamericano, conquistaron una liga en uno de los duelos más destacados del futbol durante los torneos cortos.
Este fue el primer campeonato del futbolista europeo, quien le ha anotado a los universitarios –hasta la actualidad– 18 goles. Pumas ha sido su ‘cliente’ preferido, pues es el equipo que más tantos ha recibido del exjugador del Olympique de Marsella. Por lo que el conjunto felino ha cimentado un cierto ‘repele’ por el francés, desde aquella final en la que anotó dos goles y los hizo avanzar hasta la tanda de penales.
¿’Robo’ de jugadores?
Los de la Universidad Autónoma de Nuevo León crearon un ambicioso proyecto deportivo que los hizo protagonistas del futbol mexicano, donde ‘dominaron’ a Pumas en más de una ocasión después del torneo Apertura 2015. Ya que al poco tiempo, tras ser eliminados en la Copa Libertadores contra Independiente del Valle y sufrir una importante reconstrucción en la plantilla, el presidente Rodrigo Ares de Parga decidió que Ismael Sosa, referente de ese equipo, fuera vendido para mantener sanas las finanzas del club.
Esto creó revuelo en la afición de Pumas, pues uno de sus delanteros más relevantes de aquel entonces fue vendido a la institución que seis meses antes le quitó lo que pudo ser su octava estrella. El argentino había declarado que estaba muy contento en el Club Universidad y que en un principio había sido un rumor, pero al poco tiempo fue una realidad su salida. Incluso una foto de él, realizando los exámenes médicos, fue viralizada e interpretada como si estuviera triste por irse del plantel.
Por su parte, Tigres continuó creando un plantel muy basto que en ese momento dirigía Ricardo el ‘Tuca’ Ferretti, también ídolo con la casaca puma como jugador y entrenador. Sosa volvió al Olímpico Universitario en el Apertura 2016 con un gol, portando ahora el escudo de los regiomontanos, participando en el 3-1 que sufrieron los de casa.
En ese mismo certamen, los capitalinos se encontraron en los cuartos de final a los del norte y aunque en el primer partido quedaron 2-2, en la vuelta los del ‘Tuca’ les propinaron una goliza en el Volcán. Cayeron 5-0, con un hat-trick de André-Pierre Gignac, un autogol de Darío Verón y un tanto más del francés Andy Delort.
El plantel de Pumas empezó a decaer económicamente en los siguientes años y pasaron al menos cuatro certámenes para que los de Ciudad Universitaria pudieran revertir la situación. En el 2017, se volvieron a encontrar pero ahora en la Concachampions, cuando en Nuevo León empataron 1-1 pero en el Olímpico fueron hundidos por un marcador de 3-1, lo que reafirmó la superioridad de los norteños sobre los universitarios.
Otro de los puntos de enemistad que ha marcado a Pumas y a Tigres es la venta de otros dos futbolistas con los que alcanzaron la final del torneo Guardianes 2020: Carlos González y Juan Pablo Vigón. Esto, además de quitarle piezas importantes, ha sido foco de polémicas de los medios sobre el afán de sumar al plantel –de Ferretti y ahora de Miguel Herrera–, exjugadores de CU justificándose con la crisis económica que atraviesan y no tener alternativa.
Tigres, el equipo de la década
Mientras que Pumas no avanzó a una final entre 2015 y 2020, los Tigres alzaron cuatro ligas (Apertura 2015, 2016, 2017 y Clausura 2019), fueron tres veces Campeón de Campeones y ganaron una Liga de Campeones de la Concacaf. Por su parte, los auriazules volvieron al último juego del balompié mexicano en el torneo Guard1anes 2020, cuando cayeron contra el León. Siguen sin conseguir la octava y sus contrarios ya los igualaron en estrellas.
Además, el futbol se ha polarizado en encontrar al famoso ‘quinto grande’ que resida fuera de los capitalinos y las Chivas. Esto porque la consumación de títulos entre Tigres y Rayados ha creado el debate de que entre ellos podría residir el otro club que destaque sobre el resto, en palmarés y afición. Asimismo, han cobrado relevancia a nivel internacional y han ganado seguidores a través de la década, siendo, los felinos, el equipo más ganador de México entre 2011 y 2020.
Una mezcla de factores ha promovido que estas escuadras se hayan vuelto enemigas en el campo y fuera de él con sus aficiones. Además de que representa realidades distintas: mientras los del norte tienen el capital para seguir apostando por planteles costosos y ser en la actualidad la segunda plantilla más cara de la Liga MX con un valor de 73.30 millones de euros, los de CU son la segunda más barata con 23.40 millones, solo por detrás del Puebla.
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La realidad es que los seguidores de ambas instituciones han tenido un roce importante en los últimos siete años a partir de aquella final. Los números favorecen en su mayoría a los Tigres pero a pesar de ellos, lo importante es que el arraigo sociocultural de ‘chilangos’ contra regios ha pesado hasta en las canchas de futbol y esta rivalidad ha sido un ejemplo, magnificada por los medios. Construida o no, este duelo ha calado en lo profundo de la afición universitaria desde diciembre del 2015.
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Por: Samantha González / @ssmanthaglez
