Por rabona Especiales 30 julio, 2021

El 10 de junio de 2020, se hizo oficial una nueva franquicia del futbol mexicano: Mazatlán FC. Esta escuadra que ahora forma parte de la Liga MX participará en el Torneo Guard1anes con fecha de comienzo el 24 de julio.

Este nuevo club de Sinaloa ha reemplazado a Monarcas Morelia, equipo icónico del balompié mexicano. Esto fue confirmado por el presidente de la Liga MX, Enrique Bonilla, después de la asamblea de dueños.

En este trama hay dos personajes centrales: por un lado Benjamín Salinas Sada, hijo de Carlos Salinas Pliego, y del otro, Quirino Ordaz Coppel, gobernador del estado de Sinaloa. El primero representante de Grupo Salinas, el segundo del gobierno.

Para poder abordar mejor el tema y comprender lo que motivó a Grupo Salinas a abandonar Morelia, prácticamente desaparecer el equipo, fundar uno nuevo en plena pandemia y elegir como nuevo hogar Mazatlán, Apuntes de Rabona tuvo la oportunidad de entrevistar a Carlos Albert, exfutbolista, periodista y analista deportivo.

“El gobierno de Sinaloa al arrebatar un equipo de futbol profesional tendrá una importante derrama económica, pero se desconoce cuándo se podrá recobrar la inversión, ya que estamos hablando de terrenos, el estadio, el mantenimiento de la nómina, por mencionar algunos aspectos”.

Recordemos que fue en junio de 2017, cuando la administración de Quirino Ordaz lanzó la licitación pública SOP-C-LP-EF-115-2017, con la cual iniciaron la marcha para la construcción de un estadio de futbol profesional en Mazatlán. Hasta ese momento, no contaban ni siquiera con un equipo en la Liga MX o Ascenso MX.

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El estadio debió de haberse concluido en octubre del 2018, sin embargo sufrió un pequeño retraso de tan solo 20 meses. A esto se sumó que la cantidad de 459 millones 633 mil 296 pesos contemplados, aumentó a 700 millones de pesos.

En agosto del 2019 y en palabras del gobernador, el estadio ya se encontraba en un 70% de ser finalizado. En aquel momento comentó que para mayo o junio del 2020 estaría listo.

En este mismo sentido, también hablamos con Juan Veledíaz, investigador, escritor y periodista. Y al respecto comentó: “Hay una apuesta por el crecimiento económico. Forma parte del desarrollo de el nuevo Mazatlán. La zona en la que se encuentra el nuevo estadio queda cerca de una playa muy bonita y de hoteles recién construidos”.

Durante 2019, un total de 4.73 millones de turistas visitaron Sinaloa, lo que se vio reflejado en una derrama económica de 32 mil millones de pesos, esto de acuerdo a lo dicho por el Secretario de Turismo, Óscar Pérez Barros, quien también señaló que, al contar con un equipo de futbol profesional, estiman que en un fin de semana largo (viernes, sábado y domingo), se obtenga una derrama económica que va de los 400 a 600 millones de pesos.

“Si lo multiplicamos por todos los días que van a jugar estamos hablando de más de 5 mil millones de pesos de derrama económica nada más eso”.

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Sin embargo, es importante tener presente que aún no se han establecido fechas para que la gente pueda asistir a los partidos de futbol, esto debido a que el país todavía se encuentra en emergencia sanitaria.

Apuntes de Rabona pudo platicar con la periodista, Beatriz Pereyra. Ella nos habló acerca de si el que un estado cuente con un equipo de futbol tiene alguna consecuencia política.

“Muchos gobernadores, incluso presidentes de la República, han utilizado no solo el futbol, sino otros deportes para un beneficio político. ¿Qué hemos visto a lo largo del tiempo? Que en México a los gobernadores de los estados les gusta darle dinero a los equipos profesionales de distintos deportes, principalmente de futbol, y que incluso forman de sus promesas de campaña”.

¿Y esto cómo les beneficia? De acuerdo a Pereyra, no es que se tenga una capacidad para medir si eso ayudó a ganar elecciones o perpetuar algún partido político, “aunque sí hay un beneficio”. Hay sectores de la política que saben que los deportes juegan un papel importante en las emociones y sentimientos de las personas.

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“Tan solo hay que ver las redes sociales, por ejemplo las de Quirino Ordaz y leer lo que la gente le escribe, son palabras de agradecimiento. A la gente se le olvida que existen otras necesidades sociales y pierden el interés. Es decir, habrá a quien sí le moleste e indigne que no haya banquetas, hospitales, o que no se atiendan otro tipo de necesidades. Pero si el futbol tiene contenta a la gente, entonces no habrá reclamos”.

Pero ¿por qué un equipo como Monarcas se iría de una plaza como Morelia? ¿Por qué Grupo Salinas decidió arrebatar al equipo de sus aficionados?

De las empresas que repartió Ricardo Salinas a sus hijos, a Benjamín Salinas -entre otras más- le tocó la del futbol. “Él, finalmente como nuevo empresario, está en la misma lógica que su papá, querer tener negocios que le dejen un margen de utilidad. El futbol claramente no permite esto, porque cuesta mucho y deja poco”. Comentó Beatriz Pereyra.

“Carlos Slim se dio cuenta de eso cuando entró a invertir en Grupo Pachuca, y al poco tiempo también se retiró. ¿Por qué Grupo Pachuca pudo crear este emporio? Pues porque siempre ha estado acompañado de la mano de los gobiernos que le han dado: terrenos, el estadio, recursos económicos, condonado el pago de la luz del agua o seguridad”.

“El gobernador, Silvano Aureoles, se sentó con el jurídico de TV Azteca. Ellos le pidieron unos terrenos para su fábrica de motocicletas “Italika”. Eso no era poca cosa, y le pidieron más dinero. Prácticamente querían que el gobierno de Aureoles les pagara la operación de Monarcas”.

Para Pereyra, cuando se tiene como socio inversionista al gobierno estatal, “así si puede ser negocio”. Y cuando Quirino Ordaz construyó un estadio que desde un inicio estaba pensado para albergar un equipo de Primera División, tocó muchas puertas, y entre las personas con las que se reunió, estuvo Benjamín Salinas.

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“Imagínate decirle a un empresario que quiere tener un mayor margen de utilidad, que ya no quiere que le cueste el equipo. Tú le das ese estadio nuevecito, que en ese estadio él va a poder vender todas las butacas, todas las plateas y todos los palcos. Y todo ese dinero va a ser para él. Te están regalando una casa amueblada y, además, te están dando dinero para que vivas ahí. Cualquier empresario en su lógica de ganar dinero va a aceptar.

Además del estadio ya construido por Quirino Ordaz, se suma el hecho de que “Mazatlán tiene el atractivo de ser un lugar ´desconocido´ y que la gente se enamora de él. Salvo Tijuana no hay otro equipo hasta Guadalajara en esta área del país. Sinaloa se mantiene como un destino atractivo por su: economía agrícola, de pesca y también por los atletas que produce”, como lo comentó Juan Veledíaz.

Por su parte, Carlos Albert dejó claro que: “El gobierno del estado lo hizo con la intención de limpiar la percepción del narcotráfico. Es un tema bastante delicado por las aristas que lo rodean”. Para Albert, es el movimiento de siempre. “Es la misma fórmula que lamentablemente ya conocemos en el futbol mexicano”.

Los dueños del futbol no ven la esencia de un equipo para algo más que solo mercadotecnia y una oportunidad para aprovecharse de sentimentalismos que pueden producir dinero. El balón como impulso de negocios, negocios como impulso de cambio de sedes, y es que, aunque un equipo “conserve” el mismo nombre, deja de pertenecer a los aficionados, ya no existe más. El desarraigo como tradición.

Acerca de lo sucedido con el fin de Monarcas Morelia y el nacimiento de Mazatlán, Pereyra sentenció: “Cuando hay un cambio en el que el equipo se tiene que ir de la entidad, solamente hay un ganador: el dueño del equipo y el gran perdedor va a ser la afición”.