Desde hace un par de décadas, es común que se escuche en la prensa deportiva sobre la figura del director deportivo. Este puesto se menciona en los programas de futbol como uno de los ejes medulares en el funcionamiento de cualquier club. Muchas veces, el mal paso de una escuadra se le suele achacar a su trabajo (junto al del director técnico), pero al mismo tiempo se suele aplaudir su labor cuando el andar de un equipo es aplastante y sólido.
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Ejemplos hay varios: Ricardo Peláez con América, Cruz Azul y ahora Chivas, o José Luis Higuera con el mismo Guadalajara, son sólo muestra del protagonismo que este cargo tiene en el proyecto de una institución, pero ¿qué hace un director deportivo? ¿Cuáles son sus funciones?
¿Qué hace un director deportivo?
Puede sonar redundante, pero dicho de una manera sumamente concisa, él es el máximo responsable en cuanto a lo deportivo se refiere. Esto puede tener más consecuencias de las que parece en un inicio. Y es que no solamente se encuentra bajo su batuta el primer equipo, sino que debe estar atento a que todas las divisiones inferiores se encuentren en un buen estado, en todos los sentidos.
Su labor principal es conseguir que un club tenga un proyecto deportivo acorde a sus condiciones, al mismo tiempo que se encarga de que todas las partes lo ejecuten de la manera más óptima con los recursos disponibles. Así, debe generar una planeación que contenga a toda la organización. Dentro de sus responsabilidades se encuentra llevar un grupo de directores técnicos que se hagan cargo del primer equipo, pero también de las fuerzas básicas, además de estar atento de los jóvenes que muestran suficiente talento para debutar en el máximo circuito.
Quizá en este último sentido, nos sirve una figura para ejemplificar de manera perfecta la labor de estos personajes. Hablamos de, Ramón Rodríguez, conocido como «Monchi«. Es célebre, entre otras muchas cosas, por tener métodos sumamente cuidadosos y organizados de seguimiento a los más jóvenes en el mundo del futbol. Cuando estaba en Sevilla, llevó a noveles desconocidos a su club por cantidades realmente pequeñas, para luego venderlos a cifras estratosféricas. Por ejemplo, Dani Álves llegó por 800 mil dólares y salió con dirección al Barcelona a cambio de 40 millones de euros.
El director deportivo como puente
Al mismo tiempo (y quizá una de sus funciones sustanciales) es servir de puente entre los entrenadores y la mesa directiva o dueños. Una vez que se ha trazado un camino para la institución, los entrenadores pueden requerir nuevos elementos para llegar al objetivo. Por ejemplo: si el director técnico cree que es necesario reforzar la defensa del club, deberá buscar las mejores opciones junto con el director deportivo. Éste último es el encargado de llevar una serie de propuestas a los altos mandos, quienes decidirán, basados en sus posibilidades, cuál es la que mejor se adapta a sus necesidades.
El Director Deportivo también tiene un papel importante al momento de decidir puestos como entrenadores físicos, médicos u otros, que aunque no son las figuras que se llevan los reflectores, tienen funciones fundamentales dentro del funcionamiento de un club. Todo lo anterior lo coloca en una situación sumamente compleja, ya que si la institución no da los resultados esperados en términos deportivos, su trabajo es el que se pone en duda.
Los directivos
Debe tenerse presente que el grado de injerencia del Director Deportivo difiere de club a club, pero sobre todo que se encuentra supeditado a la voluntad de los directivos o dueños de un equipo, por lo que su labor es mucho más compleja en muchas ocasiones. Es común escuchar que un jugador llega a un conjunto sin ser pedido ni por el director técnico ni por el director deportivo. Esto no debería funcionar así, pero la realidad es que en muchas ocasiones, ya sea por capricho o en busca de dar un golpe mediático, se suelen llevar este tipo de acciones que ponen en predicamento a varias partes de la estructura de un club.
Al mismo tiempo, el director deportivo puede cometer este mismo error. Podemos volver a «Monchi«, quien durante su estancia en la Roma, llevo a varios jugadores a «La Loba«, aún a pesar de que estos no se encontraban en los planes de Eusebio Di Francesco, entrenador del cuadro italiano. El resultado de estas malas decisiones puede ser desastroso, sólo hace falta ver la poca actividad que tuvo Héctor Moreno durante su paso por Italia, debido a que el técnico nunca pidió su incorporación.
Las críticas
Así, un director deportivo funge como una especie de enlace entre la parte deportiva y los dueños de un club, al tiempo que se encarga de generar un plan acorde a los valores de la institución. Pero no sólo esto, sino que busca llevarlo a cabo con los recursos que tiene, al tiempo que se encarga de dar a todos las herramientas necesarias, por lo menos en términos deportivos y de capital humano, para llegar a la meta trazada.
Por último vale la pena mencionar que hay voces que aseveran que la existencia de esta figura es innecesaria. Por ejemplo, José Guadalupe Castañeda Reyes, ex jugador de Cruz Azul, aseveró que «Hay equipos que han sido Campeones sin director deportivo y no es que yo tenga algo contra algún director deportivo». Esto no hace sino dejar de manifiesto que este puesto está tomando cada día más fuerza, no termina de asentarse del todo, por lo menos, en el futbol nacional.
Por: Alberto Roman / @AlbertoRomanGar