El Newcastle United pasó de ser de los clubes que no figuraban entre los multimillonarios a tener el dueño más rico de del mundo del futbol. El 7 de octubre del presente año se confirmó la compra del equipo por 354 millones de euros, donde la mayor parte fue pagada por el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita (PIF), con Mohammed Bin Salman a la cabeza, Amanday Staveley y RB Sports & Media de los hermanos Simon y David Reuben.
Un nuevo inicio
El 80% de la nueva adquisición será para el PIF, el cual es manejado, principalmente, por el titular Mohammed Bin Salman, quien además de ser el accionista mayoritario del club, también es príncipe de la corona de Arabia Saudita, pues su padre es el rey Salman Bin Abdulaziz. Además de esto, MBS es el Viceprimer Ministro y Ministro de Defensa del Reino de Arabia Saudita.
Bin Salman fue reconocido en el octavo puesto de las personas con mayor influencia según Forbes en 2018. En la actualidad su riqueza está etsimada en fortuna estimada en 377 millones de euros, lo que lo deja muy por arriba de Tamim Bin Hamad Al Thani, del Paris Saint-Germain y de Mansour bin Zayed bin Sultan Al Nahayan, del Manchester City con sus 24 mil 740 millones, apenas una décima parte del príncipe saudí.
El futbol ha sido un nuevo nicho qué explotar, sobre todo con los clubes ya mencionados que al ser adquiridos por los famosos jeques árabes, con las mayores economías del mundo incluyendo la facilitación de realizar el Mundial en Catar el próximo año, ha llamado la atención de personas del medio. Además de que la Premier League tiene como ejemplo al Manchester City y es de las ligas más ricas por los derechos de transmisión.
Otra facilidad que hallaron en esta liga, y no en otras como la española, es que no hay tantas restricciones sobre el manejo de jugadores y plantillas, más que lo estipulado en el Fair Play Financiero. Además de que la Premier se quedó tranquila al recibir las garantías de que el PIF actuará como ente independiente del gobierno, por lo que como tal, Arabia Saudita no se hará cargo del equipo. Aunque un 0.3% del Producto Interno Bruto del país se destinará a los deportes, a lo que se suman los mil 550 millones de euros que el titular del PIF desea invertir en el proyecto.
¿Por qué el Newcastle?
Es de las preguntas que quizás más de uno se pudo haber hecho, pues el Newcastle destaca, pero no precisamente por su efectividad en la cancha sino por ser de los clubes más tradicionales al noreste de Inglaterra. A pesar de que acaban de fichar al mexicano Santiago Muñoz, canterano de Santos Laguna, la verdad es que su proyecto deportivo antes de que fuera adquirido por los saudíes no prometía mucho.
El equipo tiene cuatro Premier League pero la última data de 1927, es decir que desde hace casi 100 años no han competido de cerca por otro título liguero. Su último gran trofeo fue en 1955 cuando ganaron la FA Cup, de las cuales tienen seis. Su mejor época fue entre 1905 y 1910 y 1950 al 55. Su anterior propietario era Mikel Ashley de la cadena de ropa Sports Direct.
Él estuvo al frente de la institución desde 2007, pero hizo poco en su lugar, de hecho hasta sufrieron dos descensos, uno en la temporada 2008-09 y otro en 2015-16. En esta última Georginio Wijnaldum y un conocido Florian Thauvin eran parte del conjunto, en la siguiente temporada Rafa Benítez se hizo cargo de regresar al Newcastle a primera división. A lo largo de la era de Ashley pasaron alrededor de once técnicos por el plantel, pero nadie hizo algo por destacar; en la temporada 2017-18 fue la “mejor” al quedar en el décimo puesto de la tabla.
¿Y los derechos humanos?
A pesar de que los aficionados del Newcastle festejaron la compra del consorcio de empresarios, donde predomina la inversión de los saudíes, la verdad es que Mohammed Bin Salman no tiene un historial incorruptible, pues se le acusa de ser el responsable de la muerte del periodista Jamal Khashoggi, columnista del Washington Post y quien vivió exiliado en Estados Unidos ante la fricción que tenía con la corona de Arabia Saudita.
El príncipe saudita está relacionado con el atroz asesinato de Khashoggi, perpetuado en octubre del 2018. De acuerdo con las investigaciones, el columnista del Washington Post había acudido al consulado de Arabia Saudita en Estambul pero nunca regresó, pues lo mataron en el mismo lugar y fue desmembrado, al grado de que su novia, la académica Hatice Cengiz, nunca recibió su cuerpo.
Desde antes de que se efectuara la compra del Newcastle por el PIF, la cual duró 18 meses, ya se había investigado a Bin Salman sobre la muerte del periodista. Incluso la BBC, en febrero de este año, había comentado que por primera vez desde el 2018, la inteligencia de Estados Unidos, con la entrada de Joe Biden a la presidencia, había vinculado textualmente al príncipe con ser el autor intelectual de su asesinato, pues existe el registro de que éste mandó capturar o ejecutar a Khashoggi si lo encontraban.
“En 2018, la prensa estadounidense informó que la CIA creía que el heredero saudita había ordenado su asesinato, pero hasta ahora el gobierno de Estados Unidos nunca había implicado públicamente a Bin Salman… En septiembre de este año, Bin Salman aceptó la responsabilidad del asesinato, pero negó haberlo ordenado”, reporta la BBC en un artículo publicado a inicios del 2021.
Tras la adquisición del Newcastle por Bin Salman mediante el Fondo de Inversión Pública, Hatice Cengiz reprobó los hechos al considerar una vergüenza para el futbol británico. “Supongo que el dinero es más importante que todo en esta vida”, declaró para Sky News, con quien tenía intenciones de casarse en aquellas fechas y por lo cual necesitaba una documentación que lo llevó al consulado en Estambul, lugar donde su prometido fue asesinado.
“¿Cómo pueden los jugadores, los hinchas y el director del Newcastle aceptar esta situación? ¿Dónde están los valores? ¿Dónde están los derechos humanos, la responsabilidad y la justicia para todos?”, cuestionó Cengiz.
Por su parte, también Amnistía Internacional exhortó a la división a cuidar quiénes eran los dueños de los clubes de la liga. «La forma en la que la Premier League ha permitido este acuerdo abre muchas preguntas sobre lavado de imagen en el deporte, derechos humanos e integridad en el futbol inglés». Ante esto, la institución deportiva decidió reunirse con la organización para aclarar la situación, pues la Premier se deslinda de los hechos tras considerar ajeno el hecho del gobierno saudita, pues ellos no controlarán el equipo.