Una de las máximas dentro del teatro es su capacidad para reunir y entretener al colectivo. De hecho, el teatro por sí mismo es una expresión de unión social, algo muy similar al futbol. Otras de las grandes características del arte escénico son, por supuesto, los actores, mismos que tienen la capacidad para interpretar diversos personajes, portar distintas máscaras. En este grupo podemos encontrar a Rafael Puente Del Río.
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Así es, este polifacético personaje nos evoca al director de escena y al actor de una obra, ¿por qué? Remontémonos a sus inicios. Como era de esperarse, el hijo del Wama —Rafael Puente Suárez quien jugara en Atlante y América— hizo su aparición en la escena futbolística en 2003 con Atlante y al siguiente año probó suerte en Necaxa. Sin embargo, Rafa Puente Jr., nunca adquirió el protagonismo que se esperaba.
Tras esta experiencia, Puente recayó en el mundo de la televisión. Fue aquí en donde se dio a conocer, pues aprovechó el espacio artístico para demostrar otra de sus tantas facetas: la de actor de telenovela. Tal vez parte de nuestros lectores no lo recuerde, pero en 2006, Puente debutó en la pantalla chica, para ser específicos en Código Postal, una producción de Televisa. No profundizaremos mucho en su interpretación, pero si en el hecho de que su carrera en la pantalla chica duró más que la futbolística, pues esta faceta duro de 2006 a 2008.
Años después, el mexicano viviría de nuevo una metamorfosis. Como todo gran actor, Rafa Puente fue capaz de unir a dos personajes que ya había interpretado, el actor de televisión y el futbolista, ya que en 2015 se unió a ESPN para ser analista. En sus intervenciones los televidentes ya no veíamos a un actor “juvenil” sino a un hombre que combinaba conceptos futbolísticos con una desenvoltura en cámaras, algo que a muchos analistas les hace falta.
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En 2016 se enroló como director de escena, Los distintos papeles que hasta el momento había desempeñado, lo convencieron en aceptar una puesta en escena llamada Lobos BUAP, equipo al que ascendió tras vencer a Dorados. A partir de entonces comenzaba el verdadero reto, pues la primera división es un escenario complejo, si no agradas ni das espectáculo difícilmente podrás entrar en el gusto del público; peor aún, si tus números no son buenos, el equipo debe despedirse de la puesta en escena.
Sabiendo esto, Rafa Puente apostó por un estilo agradable a propios y extraños, y lo logró. Su equipo jugaba desde el fondo y prefería sumar gente al ataque antes que realizar lanzamientos frontales, además de priorizar el buen toque. Aunque en su etapa con Lobos descuidaba la defensa. Todos los espectadores sabíamos que en un partido de Lobos BUAP, solíamos ver un sin fin de goles, tristemente no siempre a favor del equipo poblano.
Esto agotó la paciencia de los directivos de Lobos BUAP, y Rafa tuvo que marcharse. Recuerdo perfectamente el tiempo en el que sonaba su nombre para algunos equipos. Yo pensaba: si no mejora en defensa, no importa al equipo que vaya, veremos los mismos resultados. En cuanto Querétaro alzó la mano y se llevó al director de escena, me causó expectativa el desempeño a lo largo del Apertura 2018.
El adiós a Querétaro
Si bien los goles en contra no disminuyeron, la estabilidad comenzó a jugar un papel en el equipo. Un arquero confiable, una defensa dura y un estilo ofensivo similar a lo que habíamos visto en BUAP. El fruto de la constante evolución, o mejor dicho, la madurez táctica de Rafa Puente, lo llevó a la antesala de su primera Liguilla, donde las expectativas eran altas. Desgraciadamente, a pesar del ímpetu que mostró su equipo, terminó por ser eliminado por en los octavos de final a manos del Cruz Azul.
Finalmente tuvo que decir adiós a los Gallos del Querétaro en el Clausura 2019, tras perder durante siete jornadas seguidas. Curiosamente su último partido con el Querétaro fue frente al que fuera su club, Lobos BUAP.
A principios de 2020 se enunció que pasaba a formar parte de las filas de los rijonegros del Atlas. Su llegada con los tapatíos corresponde a un momento lleno de expectativas, debido al respaldo de Orlegi, que ilusiona a la afición sedienta de títulos.
Parece que el técnico mexicano se encuentra en proceso de consolidarse en la Liga MX. Si tomamos en cuenta que forma parte de la nueva camada de estrategas, esto es favorable para alguien que dejó la actuación de reparto para convertirse en el protagonista del área técnica.
Por: José Macuil García