Uno de los clubes más importantes del futbol sudamericano es el Club Atlético River Plate. La historia de este equipo argentino cuenta con pasajes lleno de momentos emblemáticos, mismos que los han puesto en la memoria de gran parte de los aficionados al balompié. El club se fundó en 1901, cuando se fusionaron los equipos La Rosales y Santa Rosa.
El primer reto para River, de acuerdo con los historiadores de la propia institución, fue que Pedro Martínez, Carlos Antelo, Bernardo Messina y Pedro Ratto homologaran sus ideas para nombrar al equipo. Varias fueron las propuestas, pero al final se acordó el nombre que hasta el día de hoy mantiene.
Sus primeros años transcurrieron en la época amateur, hasta la profesionalización del futbol argentino en 1931. En los años treinta, River Plate adoptó su apodo: los Millonarios. Desembolsó diez mil pesos por Carlos Desiderio Peucelle, quien disputó más de 400 partidos y superó la centena de goles con River Plate. Además, fue multicampeón de liga y copa defendiendo el escudo rojo y blanco.
Faltaba un estadio que los acogiera y estuviese acorde con la identidad del club. La respuesta de Alberto Vespucio Liberti fue monumental —literalmente—. El entonces presidente de River adquirió el terreno donde se construyó el Estadio Monumental, casa valiosa no solamente por ser el hogar de los Millonarios, sino también por ser el recinto donde Argentina levantó una Copa del Mundo en 1978.
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A partir de entonces, la historia de River Plate y su nombre en el continente se forjó de la mano de sus ídolos. Ángel Amadeo Labruna, mejor conocido como el Feo, fue una figura clave. Vistió la camiseta de River por 20 años, fue campeón de liga en nueve ocasiones, y como director técnico cortó la sequía de títulos en el año de 1975.
Otra de las estrellas que la afición recuerda con cariño es al príncipe Enzo Francescoli. El uruguayo comandó a a la escuadra en la obtención de la Copa Libertadores de 1996. Por cierto, en aquel equipo estaban Matías Almeyda y Marcelo Gallardo; el primero los regresó a Primera División, y el otro los llevó a diversas finales de Copa Libertadores y campeonatos de liga.
La historia de River Plate se ha caracteriza por la unión entre mística, valores y figuras, quienes han dado todo en la cancha y fuera de ella. A pesar de que en el 2011 perdieron la la categoría, volvieron a sus orígenes, es decir, a ser un club monumental.
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Por: José Macuil García