La FIFA se fundó cuando el amor al deporte era el único rector del juego. El futbol se vio como un potencial negocio y surgió una organización para afiliar equipos y asociaciones a nivel internacional, misma que se erigió como autoridad.
El futbol moderno nació en el momento en que la Football Association pasó a ser la Fédération Internationale de Football Association. Robert Guérin, periodista francés, fue el principal impulsor de la institución que gobierna a las federaciones de balompié en el mundo.
Sabía de la importancia de unir las asociaciones de los principales países en donde se jugaba a la pelota. Esto por su anterior puesto de entrenador del equipo nacional francés y por cómo se consumía la prensa deportiva cuando el futbol se popularizaba de forma desenfrenada.
No solo se trataba de organizar partidos y competiciones internacionales, también hacer ajustes a las reglas del juego -que originalmente eran 13 simples parámetros de cumplimiento-. Aunque había pasión por el juego, las codiciadas competencias hicieron que el futbol expresara la identidad nacional de los equipos y la victoria significara superioridad sobre el país perdedor.
Robert Guérin y la articulación de las federaciones
Guérin estaba al mando de la Asociación Francesa de Deportes Atléticos (USFSA, por sus siglas en francés). Se acercó al presidente de la Football Association, Frederick Wall, con una propuesta para formar parte de una organización que conjuntara a más asociaciones nacionales. El inglés no aceptó la invitación argumentando que no veía las ventajas de tal federación.
Sin embargo, Guérin sí consiguió reunir a otras como: Bélgica, Dinamarca, Holanda, España, Suecia, Suiza y Francia. El primero de mayo de 1904 se jugó por primera vez un partido internacional de manera oficial. Francia y Bélgica se enfrentaron bajo la organización de la FIFA. Sin embargo, Robert Guérin no pudo concretar un torneo oficial, cuando la principal propuesta era crear un formato de competencia entre selecciones nacionales.
No poder convencer a Inglaterra de formar parte de la FIFA fue el fracaso del dirigente francés. Era fundamental que la principal potencia futbolística mundial formara parte para que un torneo tuviera éxito. Eso hizo que Guérin dejara el cargo en 1906. Poco después se incorporó el seleccionado inglés y se empezaron a jugar torneos internacionales oficiales. El puesto fue el objeto del interés de muchos. Poco a poco, la máxima organización del futbol se convirtió en lo que es ahora y convirtió al futbol con ella.
Por: Diego García Mondragón / @garciamdiego