En su espalda la camiseta número 14 y en sus pies esa zurda llena de calidad, la cual hace temblar a cualquier defensa, pues en cualquier momento cuela el balón para que su compañero llegue de cara al arco. Amado, odiado, pero nadie niega lo que a sus 36 años puede aportar: Rubens Sambueza, el Sambu.
¿Qué busca un entrenador cuando el periodo de transferencias está abierto: calidad, velocidad, técnica, garra, buen toque? Para Miguel Herrera, la edad es importante al momento de no sumar futbolistas a su plantilla, motivo por el cual no se cumplió el sueño del jugador de regresar al América, y poderse retirar vistiendo los colores azulcremas.
Pareciera casi un insulto comparar al último gran 10 del futbol mexicano, Cuauhtémoc Blanco, con el mediocampista argentino, pero ambos fueron rechazados debido a su avanzada edad. Para el futbol moderno, es más importante un futbolista joven con mucha velocidad, que un veterano que tenga un guante en los pies.
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Es que, bajo esa zurda privilegiada, son 111 las asistencias repartidas con siete camisetas vestidas por El Sambu, además de 62 goles desde su debut en el River Plate, equipo que lo tuviera en sus filas un par de ocasiones.
El temperamento de Rubens ha sido su némesis a lo largo de su carrera. Su carácter mal canalizado en varios partidos ha dejado atrás el hablar de lo bien que puede llegar a desempeñarse en la cancha y siempre se ha enfocado en recalcar las fuertes entradas y las expulsiones.
Pareciera que los árbitros son sus rivales. 18 expulsiones lo ponen como el futbolista en activo con más tarjetas rojas. Polémico y explosivo. Siempre con entradas temerosas. Innegable pensar en que lo van a expulsar si le hace falta al rival. El árbitro Román Rafael Medina es testigo de estas palabras.
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La afición del americanista está dividida cuando se trata del zurdo. Hablar de Rubens y del América es una historia bicolor: blanco y negro. Cuando el 14 se enfocaba en jugar, se echaba al equipo al hombro, era el orquestador; por izquierda, por derecha, recorte hacia afuera o hacia adentro, defendiendo o atacando, asistiendo. Claro, anotando en algunas ocasiones.
Como águila recibió 10 expulsiones, lo que pudo haber ayudado a restar el cariño de la afición y lo convirtieron en rencor y desagrado hacia el futbolista. Tarjetas rojas en momentos claves, como la final navideña contra Tigres, la semifinal de vuelta contra Pumas y los cuartos de final de ida contra Chivas, cambiaron los aplausos y las ovaciones por abucheos y deseos de que abandonara el club.
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Tres días después de que el América perdiera la final contra Tigres, se oficializó la llegada de Rubens al Toluca, equipo que lo ha cobijado y donde le dieron una segunda oportunidad. A pesar de ser un futbolista veterano, Sambueza sigue corriendo como un joven y aún derrocha talento de la mano de su pierna izquierda. Ha sabido llevar el rol del líder escarlata, el capitán diablo. Rubens Sambueza, a sus 36 años, seguirá dando de que hablar gracias a su zurda indisciplinada.
Por: Ángel Sánchez / @AngelSG_MX
