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Piñera y Colo Colo

El 30 de octubre de 2019, el presidente chileno, Sebastián Piñera, declaró que Chile no será el anfitrión de la cumbre de los países del Asia Pacífico (APEC) -planeada para el 16 y 17 de noviembre- ni de la cumbre climática de la ONU (COP-25) -2 a 13 de diciembre-, debido a las protestas que azotan al país y, principalmente, a la capital, Santiago, cuidad que lleva tres semanas semanas bajo disturbios y un manifiesto descontento social.

La decisión presidencial impactó en los mercados, pues en la APEC se reunirían para firmar un tratado comercial el presidente estadunidense Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping. 

Lo que empezó como una medida gubernamental para incrementar el costo del transporte público, se transformó en la expresión de la frustración colectiva, de la precariedad de la clase media y de la brecha en la distribución del ingreso. La poca o nula sensibilidad en la comunicación política solo acentuaron la crisis que lleva muchos años latente.

Sin embargo, ¿quién es el comandante de esta élite tecnocrática en el poder? ¿Quién es Piñera y cómo llegó a ser presidente? ¿Por qué cancelar dos cumbres mundiales así como la sede de la final de la Copa Libertadores el 23 de noviembre entre Flamengo y River Plate? ¿Cuál es su relación entre Piñera y el futbol? Sebastián intentó cambiar de banda a Chile en las elecciones de 2006, pero perdió contra Michelle Bachelet. No desistió. Se convirtió en accionista mayoritario de Blanco y Negro, sociedad dueña del club Colo Colo. En 2010 ganó la presidencia. 

Sebastián Piñera y Colo Colo: el inicio

El quinto hombre más rico de Chile se acercó al deporte más popular con intereses políticos y por idea de su hermano, Miguel “el Negro” Piñera, quien confesó en entrevista para ‘Más Allá del Futbol’ (2016):

«Cuando recorrimos Chile, yo siempre animaba a la gente. ¿Quién manda aquí, los hombres o las mujeres?, ¿quién es de la Católica? 10 manitos, ¿quién es de la U? 30 manitos, ¿y de Colo Colo?, 50 manitos. Ahí le dije: ‘Hermanito, si querís (sic) ser Presidente, tenís (sic) que ser colocolino’”. 

Piñera cambió los colores de la U Católica por los de Colo Colo, mostró una estrategia de acercamiento hacia los jugadores y al equipo. Bajo su gestión se obtuvieron cuatro títulos de liga y un subcampeonato en la Copa Sudamericana.

Aunque el excapitán del equipo cacique, David Henríquez, aseguraba que el acercamiento del político sólo era bajo reflectores, pues en realidad daba un trato diferente a los jugadores e incluso a algunos no los conocía.  

Sin embargo, los triunfos del Colo Colo dieron popularidad a Piñera. En 2010 se sentó en la silla presidencial del Palacio de Moneda. Al terminar su mandato el pueblo chileno cambió de banda: ganó Bachelet. Cuatro años después, las opiniones regresaron a la derecha: Piñera es el actual presidente. 

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Las crisis 

Sebastián Piñera sabe aprovechar las crisis. Tal vez sea la única coincidencia con el fundador del Colo Colo, cuyo estadio lleva su nombre: Estadio Monumental David Arellano.

Tras problemas internos en el Club Magallanes en donde militaba, Arellano organizó al Colo Colo. Con Piñera, quizás también coincide en el ámbito educativo; era profesor; mientras que el presidente chileno tiene dos Doctorados en la Universidad de Harvard, uno en Educación y otro en Economía. 

Comprometido con el futbol solo por el interés político, Piñera continuó con la fórmula del ‘Pan y Circo’ que le permitió incrementar su patrimonio neto de 2.2 a 2.8 billones de pesos de 2010 a 2019, de acuerdo con la Revista Forbes. Parte de su fortuna está basada en la compañía de tarjetas de crédito que fundó en 1976: Bancard. 

Tras las elecciones de 2010, Piñera vendió a Time Warner el canal Chilevision por 150 millones de dólares. También puso en venta parte de la escuadra Blanco & Negro. Su consuegro y empresario Hernán Kevy Arensburg adquirió el 24.5% de la propiedad.

¿Cuál es la esencia real de Colo Colo? Checa este video:

Bajo sus mandatos la educación ha sido tema de protestas; además, gran parte de la población rechaza sus gestiones por otros temas: el detrimento de pensiones, salarios, sanidad y la delincuencia. 

Las últimas manifestaciones contra el empresario iniciaron el 14 de octubre tras su anuncio de subir las tarifas en el transporte público; canceló la medida el 19 de octubre, pero las protestas continuaron el el país Sudamericano. 

Quien se encuentra en la posición número 49 de la lista de Forbes de las personas más poderosas del mundo, desplegó 10 mil 500 militares y policías en todo el país y tras el segundo día de toque de queda aseguró en un mensaje por televisión el 20 de octubre

Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite, que está dispuesto a quemar nuestros hospitales, el metro, los supermercados, con el único propósito de producir el mayor daño posible”. 

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Las reacciones: “Hinchar por ustedes”

El futbol y la política también convergen en las protestas contra el presidente Sebastián Piñera. “Ahora nos toca a nosotros hinchar por ustedes«, escribió el chileno Junior Fernandes tras anotar su gol en el futbol turco. No ha sido el único que dio su opinión en redes sociales sobre la crisis chilena.

 

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» Ahora nos toca a nosotros hinchar por uds. » #FuerzaChile 🇨🇱

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La capitana de “La Roja” y portera del PSG, Christiane Endler, mencionó: “Fuerza a todo mi país, la tristeza nos invade al ver las imágenes de todo lo que está ocurriendo. Espero que la violencia, los saqueos, el vandalismo, el terror, la fuerza desmedida, se acaben luego, lo importante de todo esto es el fondo! Chile despertó y lo hizo de la peor manera tras años de no ser escuchados los más perjudicados! Espero que llegue luego la calma y se puedan arreglar las cosas dialogando”. 

Mientras que Marcelo Díaz, del Racing Club, publicó: “Por favor hagan algo pronto, no permitan que las calles se bañen de sangre. #NOesunaguerra #NoMasViolencia”. 

Al parecer, Piñera no es el único que entendió la relevancia de la política y el futbol.

Por Nayeli Valencia 

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