¿Recuerdas alguna de esas películas en donde los protagonistas disfrutan de un partido que
resulta ser sólo una repetición? ¿Alguna vez te imaginaste jugando ese papel? Seguramente una comparación así hasta hace un par de meses causaría gracia, ¿no? Bien, el COVID-19 lo ha hecho posible.
Pues sí, en muy poco tiempo hemos pasado de ese comentario burlón a una reflexión profunda. Este virus nos ha regalado lo impensable y como dijo hace poco Alberto Lati en uno de sus más recientes artículos, logró lo que ninguna guerra consiguió al menos en la época contemporánea: detener al deporte más popular en el mundo.
Eso sin mencionar las consecuencias económicas. Se calcula que sólo por derechos de transmisión televisiva, ligas como la española, inglesa, italiana y alemana perderán cerca de 2,720 millones de euros, sin contar con ingresos de taquillas, patrocinadores y premios que otorgan los torneos.
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Por otro lado, de más está hablar de cómo esta emergencia sanitaria ha impactado al deporte. Ya muchos medios, periodistas y youtubers lo han hecho. Desde suspensiones de las competencias internacionales, hasta contagios de futbolistas, entrenadores, directivos y ex jugadores.
Es por ello que hoy considero importante reflexionar sobre la responsabilidad social del futbol para responder y aportar ante situaciones como esta; sin embargo, hasta ahora las acciones que hemos visto son más voluntarias (por no decir forzadas) e intermitentes, que coordinadas por los clubes pero, sobre todo por las federaciones y organismos internacionales.
¿Qué ha hecho la FIFA?
Se han limitado a lanzar una campaña internacional llamada “Transmite el mensaje y elimina el coronavirus" en la cual participan jugadores de la talla de Alisson Becker, Iker Casillas, Lionel Messi y ex jugadores como Michael Owen, Philipp Lahm y Samuel Eto´o.
Además de donar 10 millones de dólares al Fondo de Respuesta Solidaria al COVID-19 de la OMS. Filantropía de nuevo y nada de planes a largo plazo.
¿Qué hay de los jugadores?
Diferentes figuras internacionales del balompié internacional han realizado acciones que invitan a la cooperación ante la situación tan complicada que atraviesa el mundo. Entre ellos Cristiano Ronaldo y Leonel Messi quienes apoyaron a dos hospitales en Lisboa y Barcelona, con materiales y apoyo financiero, respectivamente.
Por su parte, Kylian Mbappé ha hecho lo propio con una fundación en Paris, al mismo tiempo que Robert Lewandowski apoyó con un millón de euros la iniciativa “We Kick Corona”, un fondo común que junto con sus compañeros de equipo Joshua Kimmick y Leon Goretzka crearon para conseguir recursos y combatir el virus en Alemania.
En Inglaterra, Marcus Rashford decidió ayudar económicamente a la fundación “Fareshare” encargada de proporcionar alimentos a niños en necesidad.
Lo mismo que David de Gea, quien donó 300 mil euros a la comunidad de Madrid para comprar equipo médico. Algunos clubes como Manchester City han facilitado sus instalaciones, como el Etihad Stadium, a las autoridades sanitarias del Reino Unido.
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Ajuste de sueldos
Diferentes clubes alrededor del mundo han apoyado la iniciativa de reducir los gastos que producen sus plantillas, para utilizarlos en apoyar a aquellos empleados que no siempre tenemos presentes, pero que muchas veces son los que realmente sostienen a las instituciones deportivas.
Los primeros en pronunciarse a favor fueron los jugadores del Barca, quienes estuvieron de acuerdo en reducir su salario un 70 por ciento por el beneficio de los demás colaboradores del club. A ellos se sumaron los jugadores del Atlético de Madrid.
Por el contrario, en Inglaterra e Italia se vive una polémica respecto al tema y es que la federación inglesa aún no se pronuncia al respecto, mientras que en Italia se niegan a bajarse el sueldo. Debido a esto, el gobierno británico está dispuesto a tomar acciones en caso de que no haya una decisión puntual por parte de los clubes que más ingresos tienen en la Premier.
Paralelo a esto, en Alemania se está optando porque los grandes clubes ayuden a sostener la liga entera reduciendo sueldos de jugadores, principalmente.
Ante esta situación, Carlos Tévez, delantero de Boca Juniors ha hecho algunas declaraciones: “Los clubes tienen que meterse. Para nosotros es fácil hablar desde casa, sabiendo que tengo comida para mis hijos. Uno puede hacer vídeos desde casa, pero el gran ejemplo sería que todos salgamos y ayudemos”.
En el polo opuesto se encuentra Wayne Rooney, su ex compañero en el Manchester United, quien ha asegurado que existe una presión innecesaria hacia los futbolistas, pero que, en su caso, está dispuesto a apoyar si el gobierno lo contacta.
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Al mismo tiempo, El ex delantero de Inglaterra, Gary Lineker compartió la postura del “Bad boy” al asegurar que: “¿Por qué no recurrir a todos los ricos para que traten de ayudar si es posible en lugar de simplemente molestar a los futbolistas? Nadie parece hablar de los banqueros, los directores generales, los grandes millonarios. ¿Están de pie? ¿Se les pide que lo hagan? No lo sabemos”.
¿Y los clubes en México?
Atlas, Cruz Azul, León, Monterrey, Morelia, Necaxa, Querétaro y Santos son los equipos que han decidido recortar su salario en un porcentaje importante para asegurar su sostenibilidad. Cabe señalar que rojinegros y guerreros fueron los primeros en hacerlo.
En el caso del Toluca FC, han decidido apoyar la difusión de los productos que ofrecen algunas pymes locales a través de sus redes sociales. Lo cual se aplaude, si tomamos en cuenta que son a las primeras en enfrentar dificultades.
Un plan responsable ante el Covid-19 desde el futbol
Finalmente, la organización internacional Common Goal, apoyada por futbolistas como Juan Mata, Matt Hummels y Alex Morgan, fue de las primeras relacionadas directamente con este deporte en reaccionar ante la situación. En el mes de marzo elaboraron una encuesta de detección de necesidades a través de más de 139 ONGs en el mundo con la finalidad de identificar puntos en los cuales apoyar y poder canalizar de mejor manera el fondo destinado a la causa.
Contrario a las diferentes acciones que hemos visto y veremos a lo largo de este artículo, es la única organización que cuenta con un plan a largo plazo y así continuar con los apoyos y campañas de manera indefinida.
Como lo mencioné al comienzo de este artículo, muchas de estas iniciativas son de carácter espontáneo y filantrópico, lo cual evidencia la escasa responsabilidad social que tienen las organizaciones de este deporte. Quitando la iniciativa que está haciendo Common Goal, no existe otro plan que logre enfocar los esfuerzos de los jugadores a largo plazo.
En suma, parece que la dinámica comercial y deportiva del futbol tiene que cambiar.
Nos guste o no, esta crisis ha evidenciado lo que realmente es importante y (ojo) no digo que el deporte no lo sea, pero está claro que en situaciones como esta de nada vale que un futbolista gane tremendas cantidades de dinero y que, debido a esto, no pueda garantizarse si quiera la supervivencia del club en donde juega.
Aunque, escuchando la postura de Gary Lineker, tal vez el futbolista sí sea ese chivo expiatorio que, al estar mediáticamente más expuesto (lo cual no lo exime de su responsabilidad social), sea señalado con una mayor facilidad en comparación con otros grupos privilegiados.
Tal vez sea hora no sólo de repensar la dinámica del futbol, sino de la vida misma.
Por Eduardo Rimay / @eduardo_rimay