Roma, Anfield y ahora Lisboa. Son tres palabras difíciles de escuchar para cualquier persona relacionada con el FC Barcelona. Pues estos tres nombres son la clara representación del fracaso que han sufrido los culés en los últimos años.

Lo que son hazañas para unos, se convierten en una auténtica historia de terror para los del Camp Nou, y todo converge en torno a la responsabilidad de un hombre: Josep María Bartomeu.

“Más que una moción”

La actual directiva del club es responsable de la mayoría de los fracasos y peores momentos en la última década y, posiblemente, en la historia blaugrana. La remontada histórica en el Estadio Olímpico de Roma, el haber dejado ir a Neymar al PSG, el milagro de Anfield, la humillación 8-2 frente al Bayern y la gota que derramó el vaso: El deseo de Messi de abandonar el club.

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La decisión del 10 de irse del club de sus amores, fue la chispa que ocasionó que el movimiento tomara fuerza, y a pesar de que él ha acordado permanecer en el Barcelona por lo menos una temporada más, aficionados y miembros avanzan más fuertes que nunca.

¿Cómo funciona la moción?

Los socios bajo el lema de “Més que una moció” (Más que una moción) tuvieron una tarea complicada para alcanzar su cometido. Pues bajo los estatutos del Barcelona, una moción de censura solo puede hacerse efectiva si en un plazo de 14 días hábiles el 15% de los votantes elegibles (miembros durante más de un año) otorgan su firma en los formatos proporcionados por el club.

Este proceso únicamente hace válida la votación. Para que tome efecto necesita la aprobación de dos terceras partes de los miembros calificados (66,6%). En resumen, se deben recolectar las firmas manuscritas de alrededor de 16,500 de los 140,000 miembros autorizados.

Para dar inicio a la campaña de manera oficial, Marc Duch, portavoz y uno de los principales miembros del movimiento acudió a las oficinas generales del club, donde les fueron proporcionadas cajas con los formatos requeridos (alrededor de 32,000).

¿Un futuro de gloria?

A pesar de la dificultad para hacer llegar los formatos a los miembros indicados debido a las restricciones por el COVID-19, el club lanzó un comunicado oficial para informar que el socio Jordi Farré, uno de los principales impulsores del voto de censura a la directiva, ha entregado las firmas de socios y socias en apoyo en las dependencias correspondientes.

De igual manera, comunica que los soportes presentados suman un total de 20,687, aún pendientes de su validación según el artículo 55.4 de los estatutos del club. A partir de ese momento comienza el lapso de diez días hábiles para que se conforme la Mesa el Voto de Censura.

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En caso de que se cumplan los requisitos y se admita la solicitud, la junta directiva deberá convocar el acto de votación, que deberá celebrarse en un plazo no inferior a diez días hábiles, ni superior a veinte. En caso de no cumplirse será rechazada.

Independientemente del veredicto final, quien quede a cargo del club catalán tiene la responsabilidad de sacar a flote los aspectos más relevantes alrededor del Barcelona. Por ejemplo, la renovación de patrocinios vitales como Rakuten, la polémica remodelación del Camp Nou, la reconstrucción de la plantilla y por supuesto, retener a toda costa al astro argentino que les ha dado absolutamente todo durante los últimos 20 años.