Durante muchos años se asumió que los campos de futbol eran para los hombres: la pelota era sinónimo de rudeza, de testosterona y fuerza. El balompié era entonces un “juego de hombres” no apto para mujeres. Aunque sucede que sí lo fue, durante distintos períodos de su historia las mujeres no sólo lo practicaron, sino que además fueron protagonistas. Sólo debemos recordar que durante la Segunda Guerra Mundial los hombres se fueron al frente y las mujeres comenzaron a llenar las canchas y las gradas en Inglaterra.
Si en los últimos años se volteó la mirada hacia el futbol femenil, tampoco se puede dejar de lado las gradas. En el campo se esperaba que solamente aparecieran varones, en la afición sucedió algo similar: los hombres son los que saben de futbol. En este sentido muchas tribunas se han convertido también en espacios donde la “rudeza” prima. Parece una obviedad decirlo, pero también existe una afición femenina que busca reapropiarse de estos espacios como ya lo hicieron con las canchas. De eso se trata This Fan Girl.
This Fan Girl, la grada femenil
Esta comunidad virtual lleva a cabo una labor poco habitual: retratar a las aficionadas, no en las estrellas que hacen rodar la pelota sobre el campo. A simple vista puede parecer un ejercicio simple, ¿Por qué habrían de ser las aficionadas distintas a los aficionados? Pero hay una serie de situaciones que hacen que la imagen que se proyecta de ellas en cuanto amantes de este deporte, esté distorsionada. Justamente poco antes de que el Mundial de Rusia 2018 diera inicio, This Fan Girl lanzó una campaña para que esto cambiara y es que según argumentaron en su momento, los buscadores arrojaban, casi de manera invariable, imágenes de mujeres blancas, delgadas y con una fuerte connotación sexual.
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La fotógrafa Amy Drucquer y su equipo crearon esta plataforma y se dedicaron a recorrer los estadios del Reino Unido para captar las imágenes de mujeres apoyando a sus equipos. Sus fotos muestran justamente esto: un espectro de mujeres mucho más cercano a la realidad, una diversidad avasallante que aparece como contrapeso a la narrativa gráfica que pretende ostentar el monopolio de lo que son (y deben ser) las mujeres en las gradas.
Lo que emerge en las gradas
Este ejercicio: busca visibilizar a la mayoría. Las cámaras discriminan de manera muy clara lo que aparecerá en las pantallas, en las revistas y los sitios de internet. This Fan Girl hace emerger al resto, que irónicamente es la realidad: una amplia paleta de colores, de cuerpos, de edades. Las imágenes de gran parte de los medios hacen aparecer a “la mujer”, una figura delimitada, perfectamente planeada, una especificidad. El proyecto de Drucquer es disruptivo en este sentido: desmonta la idea de “la mujer”, mostrando que debajo de este semblante artificial están “las mujeres”, con la infinita diversidad que esto supone. Su proyecto muestra que no hay lo uno, sino lo múltiple.
Como era de esperarse, este proyecto comenzó a expandirse. Hoy es ya toda una comunidad en internet, una plataforma donde las aficionadas tienen la posibilidad de aparecer, no como apéndice masculino dentro de un “juego para varones”, sino haciendo suyo un juego que les fue negado por mucho tiempo. Si las jugadores están montando una fiesta dentro de las canchas, las aficionadas en las gradas, han comenzado la propia, y This Fan Girl es testimonio de ello.
Por Alberto Roman / @AlbertoRomanGar