El futbol es una metáfora de la vida. Los acontecimientos se suceden conforme al guión, en la mayor parte de las ocasiones. Pero a veces los guiones no son tan claros. El Tottenham no era favorito en su encuentro contra el Manchester City. Tampoco lo era el Ajax frente a la Juventus. Con más de una decena de puntos de diferencia dentro de su liga local, el duelo siempre estuvo entre el Liverpool y los Cityzens, el resto peleaba solamente por acceder a la Champions. El manotazo de hoy ha sido estrepitoso, evidencia de esto fue la celebración del estoico Pep Guardiola. Nada más cruel que verlo sumergido en la euforia de un gol que no llegaría a ser.
El Ajax ayer dio cátedra de cómo derribar gigantes. La calidad de Cristiano Ronaldo durante la Champions con los de Turín (probada) no bastó. Hoy los Spurs dejaron una estela de alegre desconcierto luego de dar un paso adelante en la consecución del título europeo. Ajax y Tottenham son un par de nombres que lleva mucho que no se pronuncian al nombrar la gran final de la Champions League. Es momento de refrescar los rostros, los nombres y los héroes de este torneo. Lleva demasiados años en los que Real Madrid, Barcelona o Bayern Munich hacen suyas estas instancias.
La salida de los merengues y los bávaros ya representa un nuevo guión. Sigue pendiente el Barcelona. Mientras tanto, el Tottenham dejó en el camino al City (que pintaba para candidato serio), con todo y su entrenador histórico.
Por: Alberto Roman / @AlbertoRomanGar