Si involucramos el sentimentalismo, podríamos describir lo que fue la ‘MSN’ como una obra hecha por Vincent Van Gogh. Podemos relacionar lo que hicieron dentro del campo del juego con los sentimientos que buscaba transmitir el neerlandés con su arte.
Van Gogh, por sus problemas de daltonismo, interpretaba el sentir de los colores de una forma distinta, llevando sus pinturas a la interpretación de la turbulencia, mostrando cambios impredecibles, resumiendo todo esto como “el pintor incomprendido.”
Hoy en día si le preguntas a algún fanático, analista, periodista o simplemente a una persona ajena al futbol, podría definir la etapa de la ‘MSN’ como una turbulencia de calidad, sentimientos, amistad, velocidad, pero jamás mencionando la palabra ego.
El futbol y el arte; la MSN y Van Gogh
Actualmente, gracias a la tecnología, tenemos la oportunidad de apreciar lo mejor de este tridente, algo similar a lo que sucede con las obras de Van Gogh. De la misma forma con la que podemos indagar en libros, museos o el mismo internet para tratar de entender o de encontrar el significado de lo que buscaba transmitir el neerlandés con sus pinturas, también muchas personas hemos indagado sobre cómo es que 3 jugadores de futbol que nacieron en el mismo continente, pero no en el mismo país, pudieron tener tanta química para desplegar varias de las mejores actuaciones futbolísticas de toda la historia.
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Aquel 25 de octubre, fue la primera vez que pudimos presenciar como fanáticos o espectadores lo que a la postre es reconocida como la MSN. Los sudamericanos debutaban juntos de manera oficial frente al Real Madrid, aunque el resultado del encuentro no fue favorable para los blaugranas. En aquel lejano 1880, Van Gogh comenzó a pintar y a transmitir lo que con el tiempo lo convertiría en uno de los mejores pintores de la historia.
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Con sus debidas proporciones, la gente pudo disfrutar del arte de Van Gogh 32 años y del otro lado, nosotros pudimos gozar del tridente solamente 3 años en 113 partidos. Ese tridente quedará para la historia con el pequeño asterisco sobre el “que más hubieran logrado” si tan solo hubieran tenido más tiempo juntos y aquel pintor “incomprendido” será recordado como la persona que siempre transmitió lo que quiso, pero jamás dio explicaciones sobre su lado personal y el final de su vida.
A final de cuentas, a veces el arte y el futbol tienen algunas similitudes y una de ellas es el ser el espectáculo que en distintas ocasiones no entiende el accionar del protagonista.
Por Gabriel Vargas / @gabo9702