
Cuando se haga una lista de los mejores futbolistas croatas de todos los tiempos, ahí tiene que estar Ivan Rakitić, seguramente junto a Luka Modrić, Davor Šuker, Zvonimir Boban y Robert Prosinečki, porque hablamos de alguien que fue campeón de Europa y subcampeón del mundo, es por eso que vale la pena dedicarle unas líneas al nacido en Suiza, una vez que anunció su retiro a los 37 años.
Ivan nació en territorio suizo el 10 de marzo de 1988, aunque su familia es croata y con ascendencia serbia, pero salieron de Yugoslavia por los problemas sociales del país. Su formación como jugador se dio en el futbol helvético con el Basel, club en el que hizo su debut profesional en septiembre de 2005 y tuvo una gran irrupción que lo puso en la mira de las grandes ligas europeas.
En verano de 2007, el Schalke 04 se lo llevó a Alemania con tan solo 19 años por cinco millones de euros. Ya bien instalado en Gelsenkirchen, fue convocado por primera vez a la selección croata entonces dirigida por Slaven Bilić, técnico que lo debutó en el plano internacional el 8 de septiembre de 2007 en un duelo de clasificación para la Eurocopa 2008 frente a Estonia.
Después de 135 partidos, 16 goles y 29 asistencias, salió del conjunto alemán cuando no tenía tanto protagonismo bajo las órdenes de Fred Rutten. Su siguiente destino fue Sevilla en el mercado invernal de la 2010/11, un equipo y una ciudad que se robaron su corazón, marcando un antes y un después en su carrera.

Los tres años y medio en los que vistió la camiseta de los nerviones fueron históricos, con la conquista de la Europa League 2013/14 de la mano de Unai Emery. Luego de esa campaña, jugó la Copa del Mundo en Brasil 2014 y posteriormente fue fichado por el Barcelona para refrescar aquel histórico mediocampo compuesto por Sergio Busquets, Xavi Hernández y Andrés Iniesta.
La escuadra catalana desembolsó 18 millones de euros para incorporar a Rakitić a sus filas de cara a la 2014/15, curso que acabó siendo memorable para el Barça, ya que Luis Enrique configuró un equipo que ganó el triplete con el centrocampista croata como uno de los protagonistas, incluso fue él quien abrió el marcador en la final de la Champions contra la Juventus en Berlín el 6 de junio de 2015.
Se podría decir que el canterano del Basel fue el heredero de Xavi, se asentó como titular indiscutible de los culés durante al menos cinco años, primero con el técnico gijonés y luego con Ernesto Valverde, hasta que la llegada de Frenkie de Jong para la 2019/20 le restó minutos y finalmente salió de la Ciudad Condal en septiembre de 2020 para regresar a su amada Andalucía.
Con el Fútbol Club Barcelona ganó una Champions, cuatro ligas, cuatro copas, dos Supercopas de España, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. Se coronó en todo para volver a Sevilla como un héroe, y en su segunda etapa con los sevillanos ganó otra Europa League, ahora con José Luis Mendilibar en la 2022/23.
El capítulo más especial de su carrera merece una mención aparte, y se trata del Mundial de Rusia 2018, cuando con el combinado Vatreni llegó a la gran final contra Francia, con los siete partidos jugados y un gol frente a Argentina. En ese equipo también estaban Subašić, Vrsaljko, Lovren, Vida, Strinić, Brozović, Perišić, Rebić, Mandzukić y, por supuesto, Luka Modrić. Ahí, Ivan jugaba desde el doble pivote junto a Marcelo Brozović en el 4-2-3-1 de Zlatko Dalić.
Rrepresentó a Croacia hasta septiembre de 2020, con dos Copas del Mundo y tres Eurocopas jugadas. Su retiro de la selección marcó el principio del final de su trayectoria como profesional, la cual terminó con un par de aventuras, una en Arabia Saudita con el Al-Shabab y otra en la liga croata con el Hajduk Split, el cual fue su último club.
Ivan Rakitić tiene un palmarés envidiable y siempre destacó por su golpeo, rango de pase y capacidad para hacerse grande en los momentos importantes. Esa es la historia de uno de los mejores centrocampistas de la década pasada.