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El futbol es de los deportes que más pasión genera alrededor del mundo, al grado de ser capaz de parar una guerra civil, como fue el caso del ex goleador Didier Drogba y su país natal, Costa de Marfil. Así como un deporte es capaz de generar dicho sentimiento, la industria deportiva es la que más dinero genera a nivel mundial.

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Los números detrás de la industria deportiva

Tan es así que, según una investigación de la empresa Euromericas Sport Marketing, dicha industria alcanza los 195,000 millones de dólares al año, siendo ésta la que más dinero genera a nivel global, por encima incluso de la tecnología. Si la industria deportiva fuera un país, su PIB sería de los de mayor crecimiento. Dichos datos asombran a propios y a extraños, sin embargo, a la hora de analizar las entrañas del deporte, no sorprende tanto dinero.

Siguiendo la pirámide de Maslow, teoría de motivación que explica qué impulsa la conducta humana, el deporte cae en el tercer escalón, justamente el de pertenencia. Por lo que damos por hecho que el deporte per se, es una necesidad humana. Aunado a lo anterior, cuenta con diferentes atributos los cuales lo hacen único y diferente a las otras industrias. La industria deportiva, entre más imprescindible, más dinero genera, ya que esto ayuda a que el aficionado se convierta en cliente por sí solo.

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Ejemplos concretos para entender al deporte como vehículo de emociones

¿Y cómo un aficionado se convierte en cliente sin darse cuenta? El deporte es considerado como el mejor vehículo de emociones, y al generar emoción vuelves a la gente vulnerable. Aquí es donde entran las marcas. ¿Cuántas veces un comercial de Coca-Cola nos ha dejado con la piel de gallina? ¿Cuántas lagrimas no derramamos al ver los anuncios de P&G previo a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016 con el lema “Gracias, mamá”?

A este tipo de estrategias publicitarias se les llama “convertir al aficionado en cliente”. Además de producir ingresos para las diferentes marcas, sirve para generar identidad con el aficionado y que éste se comprometa más con el equipo o con un atleta en particular. Esto último lo aplicó muy bien Coca-Cola previo al mundial de Rusia 2018 cuando sacaron el comercial #DemuestraQueCrees, donde buscaban recuperar la fe de los aficionados mexicanos en la selección mayor en dicho mundial.

Además de que el deporte lucra al fungir como un vehículo publicitario, la industria oferta otras facetas las cuales generan grandes ingresos. Una de ellas es el de consumo y moda. Esto lo vemos cada año cuando los equipos de alrededor del mundo cambian su vestimenta y la gran mayoría de sus productos para la venta del merchandising. De esta manera, el aficionado, ahora cliente, buscará seguir su sentido de pertenencia al adquirir toda mercancía que el club saque a la venta. Desde el jersey de juego hasta la taza de café con el escudo del equipo.

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Otra de sus facetas es el negocio inmobilario. Con esto hablamos sobre la venta o renta de butacas, palcos y terrenos. Esto hace que los diferentes clubes “amarren” a sus aficionados por un periodo de tiempo determinado, asegurando cierta cantidad de ingresos anuales debido al buen manejo de sus diferentes activos.

Por último, una industria que no sea accesible para el mercado, es una industria que está destinada al fracaso, y algo que distingue y pone en ventaja al deporte de las demás industrias es su accesibilidad. Diversas investigaciones colocan al futbol, al igual que la natación, entre los dos deportes que más se practican alrededor del mundo. Esto se debe, en gran parte, a la accesibilidad y las facilidades que dichos deportes ofrecen.

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Accesibilidad y calidad para competir

Para que la industria deportiva siga creciendo, es de suma importancia que sea de fácil acceso. No debemos olvidar que el deporte pertenece de cierto modo a la industria del entretenimiento y, por ende, compite con cualquier otro tipo de oferta cultural. Así es, el futbol, como cualquier otro deporte, compite contra Netflix, HBO, conciertos, obras de teatro, etc.

Si el futbol deja de ser entretenido o se encarece, como “clientes” buscaremos otro tipo de entretenimiento para el fin de semana, y en lugar de ir al estadio o de ir a un bar para ver el juego, preferiremos invertir nuestro dinero y tiempo en otras diversiones. Es por eso que los clubes tienen el reto de mejorar su fan experience en el estadio para motivar a la gente a ir aún cuando los resultados no son positivos o bien, que la experiencia de ver el juego por televisión o por las diferentes plataformas sean de excelente calidad. De lo contrario, el accionar del público será cambiar de entretenimiento, poniendo en riesgo el crecimiento de la industria deportiva.

Por: Tony Vázquez / @Tonyvachi