
Una vez más el América se quedó sin la Copa de Campeones de la CONCACAF, luego de haber sido eliminado por Cruz Azul en los cuartos de final, en lo que representó la primera eliminación a manos de los celestes desde 2013.
Aun así, lás águilas siguen siendo el equipo más ganador del torneo y para ello han derrotado a algunos equipos modestos, o incluso se podría decir exóticos, en la final. En 1977 venció al Sport Verenigang Robinhood de Surinam, en 1987, al Defence Force de Trinidad y Tobago, en 1992 se impuso al Alajuelense de Costa Rica, pero la historia que contará este texto es acerca de lo ocurrido en la 1990/91, cuando el América enfrentó al Pinar del Río cubano en la gran definición por el título.
En aquella edición, el cuadro azulcrema superó la segunda ronda al derrotar 0-1 al St. Petersburg Kickers en Florida, después le ganó autoritariamente al Olimpia hondureño en la semifinal, con un global de 4-2 y de esa forma consiguió su boleto para la final, donde lo esperaba el entonces mejor equipo de Cuba, el FC Pinar del Río, que un año antes ganó el título de liga.

A priori, era un enfrentamiento bastante disparejo, pero en la ida disputada el 19 de febrero de 1991 en la Bombonera de Pinar del Río, los pinareños sacaron un histórico empate a dos; de hecho, empezaron ganando, luego igualó Guillermo Huerta, Toninho adelantó a los de Coapa y finalmente la escuadra cubana empató al 43’. Todas las anotaciones llegaron en el primer tiempo de un compromiso que terminó en tablas y dejó todo por resolverse en el Estadio Azteca.
Pese a la hazaña del conjunto caribeño en el primer capítulo de la serie, el Coloso de Santa Úrsula, ante 60 mil espectadores, vio una versión arrolladora del Club América, que no tuvo piedad y goleó 6-0 (8-2 global), con un hat-trick de Toninho, doblete de Zague y un autogol. Es así como el miércoles 12 de marzo de 1991, los capitalinos, con Carlos Miloc como director técnico, conquistaron su tercera Copa de Campeones de la CONCACAF frente a un club poco conocido.