
Por Óscar Mendoza
Tal como se discutió en Club Rabona, la gran deuda del América de André Jardine está en
el plano internacional. En la edición pasada de la CONCACAF Champions Cup, el equipo se
quedó en las semifinales, eliminado a manos del Pachuca. A pesar de ser un equipo de
época y tricampeón del fútbol mexicano, lo único que le falta para que su legado sea aún
mayor es coronarse en un torneo internacional, y este año tiene la oportunidad de hacerlo.
El equipo de Coapa es el más ganador en la historia del torneo de la CONCACAF, con un
total de siete títulos. El primero llegó en 1977 bajo la dirección de Raúl Cárdenas, quien guió
a los azulcremas a alzar el trofeo tras imponerse al Robinhood de Surinam. Diez años
después, en 1987, ganaron el torneo por segunda ocasión al vencer al Defence Force de
Trinidad y Tobago.

Durante la década de los noventa, el América se coronó dos veces: en 1990 con Carlos
Miloc en el banquillo, y en 1992 con Miguel Ángel López. Este último título fue, de hecho, el
único que Hugo Sánchez ganó como jugador de las Águilas. No fue sino hasta 14 años
después que el América volvió a ser campeón de la CONCACAF en 2006, dirigido por
Manuel Lapuente y venciendo al Toluca en la gran final.
Más recientemente, hace una década, en la temporada 2014-15, Gustavo Matosas estuvo a
cargo del sexto campeonato del cuadro americanista, y una temporada después, Ignacio
Ambriz firmó el bicampeonato de los azulcremas con el que, hasta ahora, es su último trofeo
internacional.
Nueve años más tarde, el gran América de Jardine sigue con vida en la Champions Cup y
busca que su éxito supere las fronteras del fútbol mexicano, ya con cinco trofeos durante
esta histórica etapa.