Scroll Top
Zeinab

La pelea de las mujeres por la conquista de sus derechos no es igual en todas partes. Cada geografía encuentra sus propias causas. No existe un sólo frente, sino que la desigualdad es tal, que hay demasiadas aristas en las que se puede combatir. Esta amplia diversidad hace que escenarios que parecerían de lo más improbables, sucedan. Por ejemplo: que el travestismo sea necesario para poder ingresar a un estadio a ver un partido de futbol. Zeinab sabe de ello.

Irán: las mujeres no van al estadio

Desde que el ayatolá Jomeini llegó al poder en Irán tras la llamada “Revolución islámica” en 1979, las mujeres tiene prohibida la entrada a los estadios de futbol. Aún a pesar de esto, nunca han dejado de buscar diferentes medios para poder observar el balón correr por la cancha. Forough Alaei, fotógrafa que sigue de cerca la relación entre el futbol y las mujeres en aquel país, afirma que cuando la Selección de Irán calificó al Mundial de Rusia 2018, la gente salió a celebrar a las calles.

También puede interesarte: Equal Playing Field: Récords por el futbol femenil

Entre la euforia y la algarabía que se apoderaron de aquella fiesta, Alaei se sintió interpelada por la gran cantidad de mujeres que festejaban el ingreso de su país a la Copa del Mundo. “Me di cuenta de que este tema preocupaba a muchas mujeres y no se limitaba a solo unas pocas fanáticas del fútbol” aseguró.

Las excepciones

El siguiente evento que llamó poderosamente su atención fue el anuncio, por parte del gobierno, de que los cafés estarían autorizados para transmitir los partidos de su Selección durante el Mundial. Aunque en este lado del mundo tal anuncio parece algo cotidiano, esta misma actividad había sido prohibida en Brasil 2014. Son estos antecedentes los que convirtieron el hecho en algo singular. Gracias esto, mujeres y hombres podrían ver partidos de futbol juntos, en un lugar público. “Incluso esta pequeña libertad trajo la felicidad a nuestra sociedad femenina”.

Fue finalmente el día que el gobierno iraní permitió que las mujeres ingresaran al estadio para ver un partido entre Irán y España. Ahí, Forough Alaei pudo ver a un pequeño grupo de mujeres alentar a su combinado nacional, pero principalmente tuvo la posibilidad de contemplar directamente el inmenso deseo que tenían las mujeres de acceder a los estadios. “Una de ellas me dijo que estaba tan feliz de ver dentro de un estadio antes de morir. Otra se acostó en el campo cuando terminó el partido y dijo que ‘quería sentir el campo, tal vez sería la última vez».

Zeinab y el ingreso furtivo

Fue todo esto lo que la animó a acompañar a Zeinab en uno de sus ingresos clandestinos. Zeinab no es de Tehran, por lo que tiene que viajar un promedio de quince horas, desde Ahvaz, para poder ingresar al estadio. También Forough Alaei se disfraza de hombre: ambas se vendan los pechos con la mayor presión posible, al tiempo que llevan mucha ropa encima, para ocultar sus figuras. Quizá el elemento más valioso de toda esta metamorfosis es la barba, que termina por volver sus rostros “viriles”. 

Forough Alaei afirmó encontrarse bajo un gran estrés debido al temor que le causaba ser descubierta por la policía, ya que esto supondría cárcel. Sin embargo, su compañera (ya cuatro veces arrestada) era un gran ejemplo de templanza. Los hombres a su alrededor fueron hostiles durante algún tiempo. Curiosamente esto pasó cuando descubrieron que ellas no eran varones, según sus propias declaraciones, en ese momento fueron cobijadas por los aficionados.

Forough Alaei ganó el premio World Press Photo en Deportes por su serie “Crying for Freedom”, donde documenta el ingreso de mujeres iraníes en estadios de futbol. La de Zeinab es una nueva historia que se inscribe dentro de la misma temática: las mujeres invadiendo las gradas, el campo, lo que se les ponga enfrente.

 

La hermana rebelde

 

Otra de las voces que poco a poco va ganando fuerza para que las mujeres puedan ingresar a a los estadios en Irán, es Maryam Shojaei. Durante años protestó afuera de los estadios de futbol, cuando su selección jugaba fuera del país, con pancartas, pero ahora dio un paso más allá. Lo que busca es que al conjunto de su país se le sancione negándole otra entrada: la de Qatar 2022. El conjunto iraní es el mejor calificado de Asia, por lo que las probabilidades de que logre clasificar son bastante altas. Por si fuera poco, la sede está mucho más  cerca, lo que supone que muchos más iraníes podrían asistir y apoyar a su equipo. La ausencia sería un verdadero desastre para la federación local.

Todo esto toma mucho más fuerza cuando se tiene en cuenta que Maryam Shojaei es hermana del capitán de la Selección Iraní, por lo que en caso de que su petición se lleve a cabo, podría dejar a su hermano sin Copa del Mundo. Sin embargo ella tiene claras las prioridades y pide sanciones para que la Ley sea cambiada y las mujeres puedan ingresar a los estadios.

 

Las primeras victorias

 

El Estadio Azadí será sede de las eliminatorias para el Mundial de 2022. Ubicado en Teherán, recibirá al representativo de Camboya el 10 de octubre. Sería un partido relativamente normal en la agenda del futbol iraní si no fuese por un detalle: las mujeres tendrán acceso a este encuentro. Cuando Yamshid Taqizade (viceministro del Ministerio de Deportes de Irán) aseguró que «las mujeres por primera vez pueden ver el partido oficial de la selección del futbol», no sólo abrió las puertas del estadio, sino que también hizo públicos los frutos de una lucha que poco a poco va ganando terreno.

Taqizade también dijo que su país está trabajando para tener la infraestructura necesaria para recibir mujeres en los estadios. Aunque hasta el momento solamente se trata de un partido, es claro que la necesidad de regularizar esta situación está haciéndose cada vez más presente en las gradas de aquel país. Este supone un pequeño triunfo que sin sitio a dudas, anticipa muchos otros.

Aún con estos pequeños avances, parece que el camino por recorrer es muy largo. A mediados de septiembre de este año Mahmoud Vaezi, jefe del gabinete iraní, aseveró que «En las circunstancias actuales, la presencia de los mujeres en los estadios no es recomendable». El argumento que presenta es que los hombres siguen gritando «insultos vulgares», lo que hace que estos espacios no sean adecuados para las «mujeres islámicas».

Te puede interesar: ¿Quién es Khalida Popal? Fundadora del primer equipo nacional femenil de Afganistán. A pesar de sus logros, tuvo que abandonar su país por amenazas de muerte. Por ser mujer y querer jugar futbol.

Por: Alberto Roman / @AlbertoRomanGar