A lo largo de la historia del campeonato de futbol liguero de México se han vivido momentos surrealistas. Momentos que paralizaron y que conmocionaron al mundo del futbol en general, aunque también ha habido escenas graciosas y que es preferible tomárselas con humor.
Desde que en 1943 arrancara el primer torneo profesional de este deporte en territorio azteca, ha ocurrido de todo en el verde de los estadios más míticos del país. Es por ello que ahora quedan historias muy curiosas para comentar. Historias que en algunos casos pueden resultar inverosímiles, pero que tienen sus propios protagonistas para confirmarlas.
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Marcos Aurelio: el pato argentino venido a México
Precisamente a los inicios nos remontamos, a la segunda temporada de la que actualmente sería la Liga MX. El torneo, al resultar tan reciente, necesitaba apoyos para crear escuelas y equipos que tenían que buscar fórmulas para contratar jugadores y técnicos que quisieran probar la experiencia del futbol en México.
Tan solo unos pocos privilegiados y un sector muy reducido de empresas se podían permitir el lujo de invertir en la competición. Sin embargo, esto también ayudaba a que muchos profesionales vieran en ello la posibilidad de conseguir un retiro dorado en su carrera futbolística.
Entre la camada de jugadores argentinos que llegó a la república estaba Marcos Aurelio. Un tipo apodado como el “pato” y que había sorprendido en sus primeros años por su estilo de juego, tan sencillo como aprovechable, y por su peculiar forma de andar.
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Esto era porque Aurelio padecía de dismetría en sus piernas y parecía que cojeaba mientras jugaba. Un chico que arrancó en la cantera de Chacarita y que más tarde pasó por Vélez Sarsfield. Y que curioso que de ahí daría el salto a un Club León, que recién se había formado y empezaba a competir de forma oficial.
En la leyenda de los esmeraldas se hizo un hueco por ser uno de los máximos goleadores de la entidad y por haberse adjudicado el título en México en 1948. Más tarde también entraría en la historia del Barcelona al marcar uno de sus goles milenarios. Pero lo que más impactó a los aficionados fueron sus confesiones años más tarde repasando sus vivencias en la cancha.
Di Paulo recordó aquella etapa y lo hizo destacando a uno de sus entrenadores por encima del resto. Y no lo hizo por la aportación que éste hizo al futbol del delantero o por lo que pudiera enseñarle del contexto futbolístico. Aurelio dejó una historia muy curiosa para el recuerdo.
El director técnico del pañuelo del León: una estrategia poco convencional
Este tipo, de nombre desconocido, tenía la costumbre de comunicarse con sus jugadores una vez que ya había comenzado el choque. Una tarea nada fácil una vez que el plantel estaba sobre el campo, pero este director técnico encontró la respuesta en los pañuelos.
Cuando quería que su once fuera al ataque mostraba un pañuelo de color azul, mientras que si cambiaba a uno verde la táctica era la de que todos debían defender. Por otro lado, si el pañuelo era de color rojo, entonces los suyos tenían la obligación de retener la pelota y jugar con los nervios del rival.
Como era de esperar, la grada se quedaba atónita al ver dicho espectáculo y lo mismo para el banquillo rival que no daba crédito. Y es que a pesar de dar las instrucciones pertinentes, el León encajaba muchos goles.
De hecho, se llevó resultados en contra bastante importantes y fue de los más goleados del torneo. Por eso es que el propio Aurelio decidió acercarse a hablar con su técnico en un partido en el que el electrónico era ya de 5-1 y le dijo: “¿Le parece si saca el pañuelo blanco y nos rendimos?”. Una anécdota de las mejores que le había dejado su carrera.
Muchos medios se hicieron eco de esta historia y la plasmaron como parte del recuerdo de Di Paulo, aunque también queda como una de las formas más estridentes de dirigir a un equipo de futbol. Y eso que ha habido para elegir.
“Si tuviera que apostar por un parecido en la actualidad, diría que este técnico se hubiera parecido a Mourinho. Solo que un poco menos osado”, comenta Antonio Caro, editor jefe de la web especializada casasdeapuestas.bet. Una clara referencia a “The Special One” como uno de los entrenadores más locos del futbol, aunque no ha sido el único.
Espectáculos sobre el campo
Si pensamos en algunos de los episodios más inverosímiles que se han vivido en los banquillos del futbol actual, sería Mourinho precisamente uno de los que más historias ha dejado para el recuerdo. No queda muy lejos el espectáculo de las expulsiones en Ámsterdam cuando entrenaba para el Real Madrid.
Aquel día, el luso mandó a Dudek a comentarle a Casillas que debía hablar con Sergio Ramos y Xabi Alonso para que forzaran la segunda tarjeta amarilla y ser expulsados. De esa forma pasaban limpios de cartulinas para las siguientes rondas de Champions League, lo que pasa que la ejecución fue tan horrorosa que la UEFA acabó sancionándoles por falta de juego limpio.
Y no se queda atrás el papelito del propio Mou en otro partido del equipo merengue frente al Mallorca. Aquel día, los blancos remontaron un partido muy complicado y el portugués preparó un pequeño papel con instrucciones que entregó a un jugador para que le transmitiera al resto como tenían que colocarse en la cancha.
“Habíamos marcado el segundo y en esos momentos de celebración es difícil transmitir mensajes, por eso tenía el papelito preparado, colocando a Callejón de lateral derecho y a Benzema más abierto«, explicó tras el partido.
Antonio Conte y Alex Ferguson: otro técnico irreverente
Otro que deja sus mensajes bastante claros a sus jugadores en el campo es el italiano Antonio Conte. Tanto así que en un partido de selección en la Eurocopa 2016 llegó a invadir la línea de banda para pegar un puntapié al balón que venía en dirección hacia él.
Evidentemente recibió la advertencia correspondiente por parte del colegiado, aunque a sus jugadores les quedó bastante claro que lo que estaban haciendo no estaba convenciendo a su técnico, y desde ese momento todos estuvieron más atentos a sus palabras desde la banda.
Más conocida aún es la historia del botín que Alex Ferguson lanzó a la ceja de David Beckham. El escocés nunca llegó a tener una relación demasiado amistosa con el inglés, hasta el punto de dejarlo marchar rumbo a Madrid. En aquella ocasión en el vestuario, la bronca fue tal que el hombre que siempre mascaba chicle le provocó un corte a su jugador y la cosa no acabó peor porque los agarraron a ambos para que no llegaran a las manos. Tipos especiales ambos y que tenían que dejar algo especial para el recuerdo.