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En el nuevo capítulo de La Reimers Apunta, Marion Reimers les dará una pequeña clase de historia. Se preguntarán, ¿por qué tengo que saber sobre la identidad prehispánica en la selección nacional? Tal vez no se han dado cuenta, pero la selección mexicana varonil constantemente evoca el pasado prehispánico para crear un nexo de identidad con la afición.

El concepto prehispánico fue acuñado por historiadores para establecer una temporalidad que englobara lo sucedido antes de la llegada de los españoles. El llamado periodo preclásico temprano va de 2500 antes de Cristo hasta 1521 d.C., fecha que marca la caída de Tenochtitlán. Ojo, esta etapa nada tiene que ver con lo prehistórico, pues éste periodo comprende la formación de asentamientos humanos en aldeas y su desarrollo, y acabó cuando apareció la escritura, mucho antes de lo prehispánico. 

De hecho, fue hasta finales del siglo XIX, aunque no lo crean con el Porfiriato, cuando lo prehispánico se institucionalizó y comenzó a utilizarse para distinguir a los mexicanos de otras nacionalidades.  Una muestra de que las relaciones con lo prehispánico permanecen y tienen legitimidad en nuestro país es la Selección Mexicana. En más de una ocasión, el Tri ha utilizado simbología que evoca momentos del pasado. Calendarios aztecas, glifos, penchos, águilas, entre otros elementos, aparecen en los uniformes de la selección. Enumeremos algunos casos donde el combinado nacional se ha convertido en un puente identitario. Es más, hasta aficionados vestidos de danzantes concheros hemos visto en todas las sedes mundialistas.