Elementos de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) llegaron con escoltas a las instalaciones del Club América y a las de Cruz Azul. Entregarían una notificación por prácticas monopólicas que realiza la institución a todas las ligas profesionales del balompié nacional.
Investigación iniciada en 2018 sin concluir
En Coapa, los funcionarios esperaron una hora para entrar al nido águila y salieron por la puerta trasera, de acuerdo con lo dicho por medios deportivos que cubrieron la jornada del equipo capitalino.
La indagatoria inició el 29 de junio de 2018. En ella se acusa a los planteles mexicanos de “fijar, elevar, concertar o manipular el precio de venta o compra de bienes o servicios al que son ofrecidos o demandados en los mercados”, de acuerdo con lo señalado en el artículo 53 de la Ley Federal de Competencia.
Dos meses antes, la Asociación Mexicana de Futbolistas Profesionales (AMFPro) amenazó con irse si no terminaba el famoso pacto. Fue sólo eso, una amenaza.
En octubre de 2018 el Diario Oficial de la Federación publicó: “Esta comisión cuenta con elementos suficientes para el inicio de una investigación, en términos de los artículos 66 y 71 de la de la LFCE”. Dicha ley señala:
“Es causa objetiva cualquier indicio de la existencia de prácticas monopólicas o concentraciones ilícitas. El periodo de investigación comenzará a contar a partir de la emisión del acuerdo de inicio respectivo y no podrá ser inferior a treinta ni exceder de ciento veinte días. Este periodo podrá ser ampliado hasta en cuatro ocasiones, por periodos de hasta ciento veinte días, cuando existan causas debidamente justificadas para ello a juicio de la Autoridad Investigadora”.
Para octubre de 2019, el presidente de la Femexfut, Yon de Luisa, dijo en conferencia de prensa: “Todo lo que se llegue a tratar quedará entre nosotros, sólo difundiremos información cuando lleguemos al final de esto”.
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La iniciativa de las autoridades mexicanas parecía un alto para el llamado “pacto de caballeros”. “Si no cooperan habrá consecuencias”, dijo Sergio Rodríguez López, titular de la Cofece, en entrevista para Proceso en 2018.
Sin embargo, y de acuerdo con la solicitud de información de ESPN, el “expediente aún está en proceso de investigación”; bajo reserva y la información no se hará pública hasta el 2022, a pesar de que la indagatoria concluirá en 2020.
Las prácticas monopólicas son un delito grave ante la ley. De encontrar a algún culpable, el castigo sería de cinco a quince años de prisión. Y de uno a tres años y con 500 a cinco mil días de multa a quien obstruya u oculte información en las indagatorias.
El pacto de caballeros
México es un país de tradiciones y el futbol no podía quedar fuera. Los empresarios dijeron bienvenido sea el “pacto de caballeros” y que nos paguen por la carta de transferencia de un futbolista.
El acuerdo no escrito en el balompié nacional consiste en que si un jugador del equipo A quiere ir al B, el segundo debe de dar un monto al primero por tener la carta de sus derechos, no importa si el futbolista ya terminó su contrato con la escuadra A.
Es decir, en México los futbolistas no son agentes libres. A diferencia del deporte en Europa, en donde una vez culminado el contrato, los jugadores negocian con los clubes ofertantes.
Si un mexicano no cumple con el pacto se le castiga sin participar en los juegos o incluso se le veta de la Liga. Uno de los casos polémicos fue el de Alan Pulido en su paso por Tigres.
Después del Mundial de Brasil 2014, el jugador de Chivas se presentó a la concentración del equipo felino un día después de lo estipulado argumentando que su contrato expiró. No llegó a un acuerdo con el entonces presidente de Tigres, Alejandro Rodríguez, quien lo envió al plantel de Segunda División.
Pulido jamás se presentó. En 2014 puso una queja ante la Comisión de Conciliación Resolución de Controversias de la Federación Mexicana de Futbol. Ante la FIFA solicitó un pase provisional para desarrollar su profesión con el Levadiakos, en Grecia, en el 2015. Así ocurrió.
Para junio, durante el draft del futbol mexicano, Tigres llegó a un acuerdo para la transferencia de Pulido a Chivas; él continuaba en Grecia, pero su último club lo transfirió a Olympiacos.
En México, un año después de la queja interpuesta por el futbolista debido a una supuesta firma falsa en el contrato, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) falló en contra de Pulido. Así lo informó Tigres en un comunicado:
«Alan Pulido Izaguirre interpuso la citada apelación después de que esta misma entidad internacional le negara el pase provisional para jugar el pasado 29 de enero. Posterior a este hecho, el jugador solicitó el mismo pase provisional a la FIFA (Federación internacional de Futbol Asociación) que le otorgó dicho pase para ser registrado con el Levadiakos. El Club Tigres y la FMF procederán a notificar a la FIFA del contenido de la resolución definitiva del TAS a favor de nuestra institución, con el fin de que resuelva lo conducente respecto al pase provisional autorizado”.
Finalmente, el mexicano regresó al futbol nacional con Chivas, quienes dieron un “sincero agradecimiento al club Tigres de la UANL por la gran disposición mostrada durante todas las negociaciones a fin de concretar el regreso de uno de los mejores delanteros con los que México cuenta”.
📄 Comunicado Oficial, Club Deportivo Guadalajara👇 pic.twitter.com/1V1XtGCgBr
— CHIVAS (@Chivas) August 30, 2016
La impunidad continúa
El acuerdo verbal entre los clubes mexicanos está lejos de terminar. A pesar de las investigaciones no concluidas (y reservadas hasta el 2022) los equipos y sus directivas seguirán con la negociación de las cartas de derechos de quienes no tienen voz ni voto más que dentro del terreno de juego.
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Por: Nayeli Valencia