El futbol cambia el mundo. El movimiento de un balón tras las redes causa la mayor alegría o decepción, depende del bando. Los futbolistas se convierten en una especie de Hermes, a los de pies privilegiados todos los mortales los escuchan.
Hay quienes saben el alcance de sus palabras y van más allá de las conferencias de prensa. Dejan el terreno de juego para combatir uno de los grandes problemas de la humanidad: la pobreza. Otras iniciativas encuentran en el futbol el pretexto ideal para convocar a las personas a un cambio.
De acuerdo con el Banco Mundial, hay 736 millones de personas que sobreviven con 1.90 dólares diarios (menos de 40 pesos aproximadamente). Además, “la mayoría de las personas pobres del mundo viven en zonas rurales y tienen escasa instrucción, trabajan principalmente en el sector de la agricultura y son menores de 18 años”. A continuación te presentamos distintas iniciativas que ponen a combatir el binomio ‘futbol contra pobreza’.
Common Goal
Es una iniciativa promovida desde 2007 por Juan Mata, futbolista del Manchester United, y el activista Jürgen Griesbeck. Consiste en donar el 1% de su salario anual a una de las 135 organizaciones con las que están involucrados. Por el momento, suman 667 miembros entre futbolistas, youtubers y presentadores de televisión.
“El fútbol debería ser para la gente. Necesitamos apoyar un fútbol más sostenible, positivo e inclusivo, y haré todo lo que pueda para ayudar”, declaró Eric Cantona sobre la iniciativa. Otros deportistas involucrados son las seleccionadas estadounidenses Megan Rapinoe y Alex Morgan; Julia Simic, del West Ham, y Jürgen Klopp, del Liverpool.
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Kizazi
Kizazi es una marca de futbol creada por Franco Silva, un joven egresado de la Universidad de Tufts, en Massachusetts. No es ningún futbolista famoso, pero antes de salir de la institución pensó:
“Crearé una marca que permita a los fanáticos del juego jugar por algo más grande, una marca que canalice nuestra pasión por el hermoso juego para dar forma al mundo. Más de 2 mil millones de personas viven en la pobreza… Bueno, a 3.500 millones de personas les encanta el juego. Es hora de luchar contra un gigante con un gigante”.
Por cada producto vendido, dona una parte al Fondo Kizazi, encargado de realizar micropréstamos a comunidades de bajos recursos para que establezcan sus negocios.
Los recursos pueden llegar a distintas partes del mundo, como Colombia, India, Filipinas y México. Una vez saldada la deuda, el dinero lo prestan a más personas y así, sucesivamente.
Unicef y Save the Children
Futbolistas como Cristiano Ronaldo o Andrés Iniesta fueron embajadores de Save the Children. El exjugador del Barcelona visitó en 2017 el barrio de Trinitat Vella, en Barcelona, España, en donde hay más de un millón 300 mil niños en situación de pobreza y violencia.
Ahí les habló de la importancia del compañerismo y, por supuesto, no podía dejar del lado cómo cobrar un penal.
“Para mí es un privilegio luchar para que todos los niños tengan la vida que todos deseamos para nuestros hijos. Esto es lo que quiero, no solo por ser padre de tres niños sino porque creo que los niños son el presente y el futuro de nuestra sociedad. Hay que cuidarlos y protegerlos”, dijo Iniesta.
Mientras que el exjugador del Manchester United “ha usado su voz y su visibilidad global para sensibilizar sobre los problemas a los que se enfrentan los niños más vulnerables de todo el mundo, entre ellos los afectados por el terremoto de Nepal”, mencionó la organización a favor de la niñez.
Cristiano Ronaldo también habló con otros beneficiarios del programa sobre cómo llegó a ser futbolista. “Cuando supe que uno de cada siete niños en el mundo se va a la cama con hambre todas las noches no dudé en involucrarme”, mencionó el portugués.
Espacios Esperanza, Brasil
Es un programa de la Unicef dirigido a la niñez que vive en zonas marginadas de Río de Janeiro y São Paulo, Brasil, en donde hay 2.9 millones de niños que trabajan y 1.3 millones que no van a la escuela.
Espacios Esperanza son centros donde los beneficiarios combinan sus estudios con la práctica del deporte más popular del mundo. También les dan clases semanales de temas relacionadas con los derechos humanos, el VIH/SIDA, la prevención de la violencia e idiomas.
Este tipo de centros están replicados por la Unicef en países como Afganistán, Etiopía, Honduras, Kenia, Liberia y Sudán, donde combaten varias problemáticas. Por ejemplo, en Sudán tienen el programa “Niños Soldado”; consiste en beneficiar a algunos de los dos mil 500 niños que fueron a la guerra.
“Los partidos de fútbol ayudan a estos jóvenes ex combatientes a canalizar su agresividad en un ambiente constructivo. Mediante el juego, los niños se reconectan con su infancia y con la vida civil. El programa también ayuda a los niños a desarrollar su autoestima y los alienta a hablar sobre sus experiencias en el campo de batalla”, menciona la Unicef.
Sin duda, el futbol es un espectáculo; pero también sirve para poner a rodar las ideas, ¿conoces otras?
Por: Nayeli Valencia / @nayevalencia_a
