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Monarcas Morelia

El cambio de equipos de una plaza a otra desafortunadamente no es una novedad en el futbol mexicano. Los directivos tienden a tomar decisiones basadas en intereses que tan solo se cierran a ellos y no a los aficionados. Infinidad de ejemplos hay sobre este tema. Y, en esta ocasión, parece que un nuevo nombre se sumará a esta lista: Monarcas Morelia.

Tradición

Fue el 21 de noviembre de 1924 cuando por vez primera el futbol pisó fuerte en Morelia. Un club conocido como Oro hizo su aparición, aunque al poco tiempo pasó a llamarse Oro Morelia, mismo que sufriría de nueva cuenta un cambio con el nuevo dueño del equipo, Don Ecuario Gómez, lo renombró Club Deportivo Morelia A.C.

La elección de los colores que portarían estaba más que clara, serían los mismos de la bandera de la ciudad, que a su vez representan los de la bandera española. Es así que el color amarillo y rojo han permanecido desde entonces.

Precisamente en el año de 1950 se creó la Segunda División del futbol mexicano, la cual fue integrada por 7 equipos: Irapuato, Pachuca, Qurétaro, Toluca, Zacatepec, Zamora y Morelia. Durante la temporada de 1956-57, el Puebla se retiró de la primera categoría, por lo que quedó una vacante extra, y para cubrir este sitio la Federación permitió la posibilidad de un doble ascenso. Morelia consiguió quedar subcampeón del torneo y, al mismo tiempo, ascendió.

Con el charrúa José María Rodríguez, disputaron su primer juego en Primera División ante el América, esto el 14 de julio de 1957, encuentro que terminó empatado 1-1. Durante aquella campaña una figura emergió entre todos los jugadores, su nombre: Carlos Miloc. Sin embargo, esto no fue suficiente y llegada la temporada 1967-68 descendieron.

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Tuvieron que transcurrir 13 temporadas para que el balón de nueva cuenta rodara en el campeonato de Primera. Por lo que la campaña de 1967-68 fue un paso importante para comenzar a solidificar sus aspiraciones y, comenzar a convertirse en un equipo que peleara por algo más que solo mantener la categoría.

Poco a poco el club purépecha fue consolidando un sitio en el campeonato del balompié mexicano. Y claro, arraigándose en la tradición de los aficionados, que en cada encuentro acudían al Estadio Olímpico Venustiano Carranza.

Nuevo camino

En el año de 1989, el club michoacano se cambió de hogar, esto al comenzar a disputar sus partidos en el Estadio José María Morelos y Pavón, el cual fue inaugurado el 9 de abril de 1989. Pero este tan solo sería un cambio de muchos que permitirían al equipo reinventarse.

En 1996, TV Azteca adquirió al club. Esto trajo consigo una serie de cambios y reestructuración, con la idea de no solo deambular y mantenerse en la máxima división, sino realmente competir por el campeonato nacional. Dichos cambias también se darían en el nombre, el cual cambió de manera oficial en 1999 a Monarcas Morelia, esto en referencia y honor al escudo de armas de la antigua Valladolid, hoy Morelia.

Así que para la campaña del Invierno 2000, contrataron a Luis Fernando Tena como técnico. El timonel tuvo bajo su cargo a jugadores como: Angel David Comizzo (portero), Darío Franco (defensa), Hugo Guillermo Chávez (defensa) Heriberto Morales (defensa), Omar Trujillo (mediocampista), Jorge Almirón (mediocampista), José Antonio Noriega (mediocampista), Flavio Davino (mediocampsita), Javier Lozano Chavira (mediocampista), Mario Ruiz (delantero), Alex Fernandes (delantero), entre otros.

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Fue precisamente con este equipo que Monarcas Morelia llegó a la final de aquel certamen, donde se midieron ante el Toluca. El partido de ida terminó 3-1 en favor los purépechascon anotaciones de  Mario Ruiz, Alex Fernandes y Omar Trujillo, mientras que para el conjunto escarlata lo hizo José Saturnino Cardozo. En el encuentro de vuelta el marcador fue completamente diferente, pues los dirigidos por Ricardo Ferrero anotaron en dos ocasiones, siendo Erick Espinosa y Cardozo los anotadores. El global quedó 3-3.

El encuentro de se alargó a tiempos extra con gol de oro, pero nadie logró traspasar el arco de su rival. Así que no hubo más que ir a los penales. Monarcas logró imponerse por un marcador de 4-5. Siendo Ángel David Comizzo la figura, pues atajó tres cobros de Toluca.

Contrastes

Después de la gesta conseguida aquel día, Monarcas Morelia se reinventó y comenzó a despuntar aún más en el torneo nacional, tomando un protagonismo que años atrás hubiera resultado impensable.

Su futbol lleno de buen trato al balón, en el que el ataque incesante y desdobles vertiginosos se convirtieron en el sello que representó al equipo. La monarquía que conquistó el futbol.

Su constancia se vio representada con la llegada de finales, mas no así con títulos. Consiguieron el subcampeonato de la liga mexicana durante el Torneo Apertura 2002 y Clausura 2003. Ambos bajo el mando de Rubén Omar Romano.

A este vaivén de emociones pronto se le añadieron contrastes hacia lo que la escuadra aspiraba: ganar. De ahí en adelante consiguieron: 1 Subcampeonato de la Primera División en el Clausura 2011, 1 Copa MX en el Apertura 2013 y 1 submcampeonato en esta competencia en el Clausura 2017.

Exilio

A pesar de la lucha constante por el equipo para trascender y erigir su nombre de nueva cuenta en lo más alto de la historia del futbol, pareciera que los «sus dueños» pretenden otra cosa.

Se ha abierto la posibilidad de que Mazatlán, Sinaloa sea el lugar elegido para que la monarquía encuentre ahí su nuevo hogar. ¿La razón? Una compra de franquicia. Información que brindó el gobernador de Sinaloa Quirino Ordaz Coppel:

«Estamos en proceso de negociación con diferentes empresarios y viendo la posibilidad de jalar algún equipo, estamos en eso, en esta etapa de negociación. No es fácil, depende de muchos factores, pero tenemos la confianza que algo bueno vendrá para acá».

El equipo de Monarcas pasaría a llamarse Los Delfines de Mazatlán. Así lo detalló Raúl Orvañanos en su cuenta oficial de Twitter:

Por su parte, el equipo La Jaiba Brava, del que es dueño Grupo Orlegi, llegaría a jugar a la plaza michoacana. «Los dueños» del futbol queriendo desmantelar a los verdaderos dueños: los aficionados. Aunque la tradición siempre perdurará entre tantos contrastes.

 

Por: Ricardo Olín / @ricardo_olin