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Carlos Alberto

Carlos Alberto Torres, apodado como “capitán» o «eterno capitán de la Canarinha”, fue un jugador que  dejó el nombre de Brasil muy alto en el Mundial de México en 1970, tras firmar uno de los goles más recordados del balompié. Este gran lateral junto con aquel equipo brasileño cambiaron para siempre la historia del fútbol. 

Sus inicios

Carlos Alberto nació el 17 de julio de 1944 en Vila da Penha, en un barrio de clase media de Río de Janeiro, así es, él era carioca de nacimiento. Sus inicios de carrera fueron allí mismo, con el Fluminense Football Club a los 19 años de edad.

Carlos Alberto se hizo popular desde la primera temporada por su gran posicionamiento y cobertura en el área, el gran control que tenía sobre el balón, sus habilidades para crear jugadas y por la gran capacidad de leer el juego. 

Luego pasó al equipo de Santos, donde brilló más su carrera, llevando a cabo 445 partidos y 40 goles entre las décadas de los sesenta y setenta. Fue en ese mismo equipo donde se convirtió en el compañero inseparable de Pelé. En 1974 regresó a Fluminense, ayudándolos a ganar dos veces el Campeonato Carioca. Pasaron 3 años cuando fue transferido al equipo archirrival del Fluminense al Flamengo. Midiendo 1,80 metros y pesando 77 kilos, también mostró un buen perfil para lateral, dejando claro desde un principio que llevaba en la sangre el talento de ser líder y era perfecto para tomar la voz de mando.

Su llegada a la selección

En 1977 Carlos Alberto, decidió moverse hacia el New York Cosmos, escuadra donde logró  ganar dos títulos consecutivos de la NASL en 1977 y 1978 junto con su compañero Pelé. Poco después de un año se fue al  California Surf, en 1982 regresó al New York Cosmos, en donde consiguió su tercer título de la NASL. En su camino por Estados Unidos, jugó 145 partidos, anotó 8 goles y fue elegido jugador All-Star por la NASL 5 veces.

Es cierto que Carlos Alberto pasó de ser zaguero a ser un gran lateral, sobre todo por sus aportaciones por la banda derecha de la Selección Brasileña de aquel entonces. Pero no todo fue color de rosa en su debut con el combinado nacional, ya que no fue convocado por el técnico Vicente Feola para la Copa Mundial de 1966, pues el timonel prefirió Djalma Santos, que ya había estado en Suecia 58´ y Chile 62 .

El resultado fue una pésima participación por parte de la selección en ese Mundial, poco después fue convocado Joao Saldanha, quien dio un golpe de esperanza restaurando el orgullo y la pasión del equipo, éste mismo personaje reconoce la gran capacidad como líder que tenía Carlos Alberto, por lo que le dio la cinta de capitán de la Selección Brasileña.

“Jugábamos juntos en el Santos y yo ya era capitán allí. Sin duda alguna eso me permitió serlo en la selección. Por eso tengo el orgullo de ser, aún al día de hoy, el más joven de una selección campeona del mundo”. (Carlos Alberto)

Saldanha fue despedido semanas antes de la Copa del Mundo. Poco después su lugar lo ocupó Mario Zagallo, y durante su dirección la selección marcó 19 goles en 6 partidos,  venciendo con solvencia a su rivales.

“Te digo la alineación sin tener ni que pensar: Gilmar; yo, Mauro, Orlando Peçanha y Geraldino; Zito, Dorval, Mengalvio, Coutinho, Pelé y Pepe. Era algo de otro planeta. Puros jugadores con nivel de selección y todos en el punto álgido de sus carreras”. (Carlos Alberto)

De jugador a leyenda

La Copa Mundial de 1970 fue una etapa inolvidable para la selección, ya que con solo 6 partidos logró la inmortalidad. Conocido por el famoso equipo de los cinco números 10, el Lobo Zagallo acomodó a la selección de una manera brillante para volverse un equipo invencible y aplastaste en el campo, logrando la admiración de muchos aficionados.

Zagallo siempre distinguió a Carlos Alberto por ser un excelente líder, pues entendía que era el único con la capacidad para manejar a un equipo lleno de tanto talento y fuerte personalidad. La Copa Mundial de México 70´también marcó la vida de Carlos Alberto, pues el brasileño anotó uno de los mejores goles en toda la historia de la competición, su leyenda incrementó.

En la final del Mundial el rival de Brasil fue Italia, escuadra europea que llegó a esa instancia tras haber derrotado a Alemania. El domingo 21 de junio de 1970, a las 11:45 horas, dio inicio la final en el Estadio Azteca. La afición mexicana apoyaba a la selección verdeamarelha, ya que anteriormente había salido victoriosa en todos sus partidos, por lo cual se consideraba la favorita para ganar el Mundial.

Durante el primer tiempo Brasil demostró de qué estaba hecho y porqué merecía ganar,  pero aún así Italia no se dio por vencida. En el primer tiempo cayeron dos goles, uno por bando: Pelé al 18´y y Boninsegna al 37´, el empate resultó inevitable. Durante el descanso parece que algo sucedió en los vestidores brasileños, pues tras el regreso del medio tiempo mostraron una garra y hambre por el triunfo impresionantes. En el 66´, Gérson aumentó el marcador para Brasil y al 71´Jairzinho sumó uno más: 3-1 uno a favor Brasil.

Todos los espectadores del Estadio Azteca ya consideraban un hecho la victoria de la verdeamarelha. Por su parte, los jugadores italianos intentaban crear un situación que pusiera a los dirigidos por Zagallo en tensión, pero ya era imposible.

Fue en el 86´ cuando llegó la jugada perfecta y el mejor gol de Carlos Alberto. Tostao recuperó la redonda en su propia cancha, después tocó para Piazza, quien cedió el balón para Clodoaldo, jugador que tocó a Pelé y Gerson antes de que la jugada creciera con una serie de fintas de Clodoaldo para quitarse a cuatro italianos y abrir el juego a Rivelino, quien mandó un trazó para Jairzinho, éste recortó al centro y tocó para Pelé, quien la recibió afuera del área grande de los italianos. El 10 de la verdeamarelha controló con la derecha, ni siquiera trotó o corrió, caminó; levantó la cara, vio que Carlos Alberto venía cual tren por la banda derecha y le tocó el balón. El capitán rompió el arco itálico tras su pegada con la derecha. Nueve toques fueron suficientes para poetizar a la caprichosa, festejar y levantar la Jules Rimet.

Para el Mundial de 1974, Carlos Alberto fue incapaz de participar debido a una lesión en la rodilla. Poco después, perdió  ritmo y velocidad, por lo que tuvo que abandonar la banda derecha y regresar a la zaga, pero aun así siguió teniendo un lectura de juego excelente. En 1977 volvió a ser capitán para el Mundial de 1978.

El retiro

En 1982 decidió retirarse como futbolista profesional. Un año después inició una nueva etapa como director técnico, comenzó a dirigir al Flamengo y ganó, club con el que conquistó la liga brasileña. 

También fue asistente de directores técnicos para selecciones como Nigeria, prolongándose hasta 2005 y más adelante se conviertió en comentarista deportivo en un canal brasileño SporTV.

Carlos Alberto murió en Río de Janeiro el 25 de octubre de 2016, debido a un ataque cardíaco repentino. Había aparecido en vivo en el estudio de televisión solo dos días antes de su fallecimiento, dicho sea de paso, murió un mes después de su gemelo. 

Después de conocer su deceso, el Santos decretó tres días de luto por este gran ídolo. Así es como recordamos la gran historia de Carlos Alberto torres, conocido también como autor del poema de México 70´.

 

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Por: Claudia Lizeth / @Claudia49007751

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