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Futbol Liga MX Femenil

“La pandemia puede ser un gran revés para el crecimiento y progreso que hemos construido como industria”.

(Amanda Vandervort)

A finales de marzo, Amanda Vandervort, directora de futbol femenil de la FIFPro, realizó estas declaraciones respecto al inicio de la pandemia sanitaria por el Coronavirus, además agregó que tanto el futbol femenil como los equipos con menor fuerza económica serían los más afectados dentro de la industria del balompié.

Es fundamental decir que la gran mayoría de los equipos femeniles en todo el mundo operan con pérdidas económicas; cada vez menores, pero aún con pérdidas. Generalmente, los clubes -con equipos varoniles- pagan la factura. el futbol enfrenta una crisis económica como nunca antes en la historia del deporte, por lo tanto es inevitable que el impacto al futbol femenil sea aún mayor, es decir, la desigualdad se incrementa bajo el panorama del COVID 19. 

Si bien es un hecho que el cierre obligado del campeonato mexicano afectó por igual al ritmo de las y los jugadores, la mayor consecuencia se ha visto reflejada en la parte económica de la Liga MX Femenil.

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El problema está en la reducción de inversiones por parte de los clubes debido a la pandemia, y en la dificultad económica para mantener a jugadoras y cuerpos técnicos. Cuando se detuvieron las ligas, la primera medida tomada en distintos clubes femeniles fue la reducción del 70% de los salarios. 

La periodista Shelma Carrillo explicó que la crisis sanitaria que aún persiste -tras siete meses- coloca a las futbolistas en una situación profesional complicada, en gran medida a causa de los bajos ingresos y brechas salariales entre futbolistas de la Liga MX y la Liga MX Femenil.

“El problema es la poca probabilidad que tienen las mujeres, como futbolistas profesionales, de tener ahorros, considerando los ingresos tan bajos. De por sí eran muy pocas las chicas que estaban viviendo del futbol en México”.

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Recordemos que el sueldo promedio mensual de las futbolistas en México es alrededor de tres mil pesos, mientras que el de los jugadores oscila entre los 578 mil pesos, y los que menos ganan, perciben como mínimo 25 mil pesos al mes. Mientras que hay jugadores como Guillermo Ochoa, quien gana al mes más de siete millones de pesos.

Como declaró la ex jugadora mexicana Andrea Rodebaugh: “Lo importante es no usar esto como un pretexto para abandonar algún proyecto”. ¿Ya no se acuerdan cuando nuestros bellos directivos del futbol mexicano amenazaron con abandonar los proyectos femeniles argumentando que no eran rentables? No nos sorprendería que buscaran hacer lo mismo en estos momentos. 

Es importante decir que en cuanto el Torneo anterior se vio cancelado y comenzó la ventana de fichajes de cara al Torneo Guardianes, en la Liga MX Femenil se registraron un total de 94 despidos. Siendo el Morelia (17) y América (15) los equipos con más bajas. O bien, está el caso de Tigres, una de las instituciones deportivas más sólidas en ambos ramos, dio de baja a nueve jugadoras. 

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A esto se suma que la pandemia interrumpió el proyecto sub-17. La directora de la Liga MX Femenil, Mariana Gutiérrez señaló que tenían contemplado que para la temporada 2020-21 se diera el inicio formal y oficial de fuerzas básicas en esta categoría, pero debido a la emergencia sanitaria esto tendrá que esperar al menos un torneo más. 

Ahora, es preciso decir que, en el futbol femenil, no todos los equipos tienen el respaldo de su similar masculino; hay muchos clubes independientes que viven de publicidad, taquilla, televisión, entre otros ingresos, y estos son los que saldrán más perjudicados y que probablemente -ojalá no- vivan el cierre de su franquicia. 

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Además de que la temporada estuvo prácticamente detenida debido a la negociación de los derechos de las futbolistas, la coincidencia del COVID agudiza el clima de incertidumbre e incrementa el riesgo de endeudamiento para las directivas, pues el incremento salarial a las jugadoras se realizaría de manera retroactiva, sin embargo, si no hay ingresos, ¿cómo pagarles lo que ganaron de manera legal y legítima? 

Otro punto a considerar es que las futbolistas, aún estando en los niveles top del futbol europeo, tienen contratos por lo general de un año o menos. A esto hay que sumar el que muchas mujeres que juegan al futbol “profesional”, tienen otros trabajos que también se vieron impactados por las crisis sanitaria y económica. 

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Para cerrar, no se debe dejar de lado un punto trascendente que refleja la poca voluntad de ciertas personas por hacer crecer el deporte para mujeres en México. Durante la pandemia, el futbol femenil desapareció de la gran mayoría de los medios de comunicación; la falta de exposición y de reconocimiento que tanto se criticaba previo al COVID, mostró su realidad. 

Por lo visto tendremos que esperar a que realmente se tomen cartas en el asunto, dando la importancia y reconocimiento a una liga que ha demostrado que calidad tiene, pero poco y nada pasará si los dueños del balón en México, entre directivos y televisoras, no deciden brindar el apoyo a la Liga MX Femenil, el cual se han ganado con creces.

 

Por: Redacción

 

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