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En Arsenal se esperaba un proceso de transición después de 22 años de relación con Arsène Wenger, años en donde los gunners cosecharon 3 Premier League, 7 FA Cup y 7 Community Shield. No cabe duda que la Era Wenger tuvo grandes momentos, en los que Arsenal desplego un futbol que dio un giro a la identidad del club, sin embargo, es igual de cierto que al final los gunners parecían habían tocado fondo, ¿qué le esperaba al club londinense?

La respuesta la obtuvimos en mayo de 2018, cuando el club presento al vasco Unai Emery, tricampeón de la Europa League con Sevilla, y extécnico del rutilante PSG, era quien arribaba con los gunners. En lo que para muchos fue una presentación “surrealista”, pues Emery se sentó frente a la prensa y se aventuró a hablar en inglés, idioma que claramente no manejaba.

Por lo tanto la primera impresión no fue del todo buena, aunque muchos prefirieron esperar a lo que mostrará en la cancha, tras dos fechas con el club las impresiones aún dejaban que desear, Arsenal perdió ante el City de Guardiola, y el clásico ante Chelsea, y lo que pereciese la calca de la última etapa de Wenger estaba por terminar. El Arsenal de Emery mejoró para la tercera jornada, donde comenzó una racha de 11 partidos con victoria –incluidos los partidos de Europa League y la Copa— encuentros en los que el vasco ha sacado lo mejor de varios de sus jugadores.

¿A qué se debe el cambio en Arsenal? Todo apunta a Emery, pues así como Wenger revolucionó al equipo con entrenamientos metódicos, un seguimiento total a los jugadores, y cambios tácticos. Emery ha hecho lo mismo, de acuerdo con jugadores y prensa, el vasco ha cambiado de nuevo la metodología de entrenamiento; análisis de rendimiento, control del peso y grasa corporal, evitar los azucares, incluso el idioma, son los cambios que tanto él como los jugadores tuvieron que hacer.

Otro de los factores que destacan en el estilo que Unai Emery ha traído a Arsenal, es en la táctica. Aaron Ramsey destaca que: “Con Emery tratamos de presionar más arriba para adelantar la líneas y recuperar el balón en zonas más peligrosas”. El parado táctico de Arsenal ha cambiado, si en el pasado con Wenger, el equipo jugaba prácticamente igual todos los partidos. Ahora con Emery el análisis particular del rival se ha convertido en la tónica de Arsenal, hecho que ha impresionado a los jugadores.

Por otro lado en el campo podemos ver cambios en la actitud del equipo, pues la idea futbolística se basa en la presionar arriba al rival y compactar las líneas dentro del campo. En ofensiva la intención es sumar a los laterales o carrileros, y así lograr el dos contra uno en ofensiva. Esto permite la creación de espacios en el interior del campo y la proyección del medio creativo. En este punto es clave la llegada de Bellerin y Lichtsteiner por las bandas, el buen momento que viven Mezut Özil, Mkhitaryan y Ramsey. A esto sumamos la verticalidad, movimientos en toda la línea ofensiva de Lacazette, Aubameyang, inclusive Welbeck, que se traduce en efectividad con Arsenal.

Mientras que en defensiva, todo parte de compactar a la defensa, medio campo y delantera, esto reduce el espacio de maniobra del contrario, y con ello la dificultad de verse en inferioridad numérica, a pesar de proyectar a los laterales, el esquema defensivo de Unai fomenta que los medios centros hagan recorridos para cubrir espacios o integrase en la línea defensiva, Guendouzi, Torreira y Xhaka (en ocasiones) son fundamentales en el proceso de reconversión defensiva.

En síntesis, las medidas de Emery se han puesto en marcha, y si tardaron en verse reflejadas, es por la inercia que el club aún arrastraba. Es cierto que aún no deben echarse campanas al vuelo, y que los aficionados gunners deben estar a la expectativa de un encuentro de mucho más calibre, y así poner a prueba la adaptación de la idea futbolística de Emery, sin embargo, el futuro después de Wegner pinta bien, pues Arsenal se ha renovado con miras a pelear de nuevo la Premier League.

Por: José Macuil García

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