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El líbero es una posición que se niega a desaparecer. Desde que el mítico Franz Beckenbauer la llevara al estrellato en la selección alemana, esta función coquetea con la mutación y el olvido. Surgió en la línea defensiva y busca ser el enlace con el medio campo. De esta forma, el hombre libre (líbero o sweeper) podría sumarse al ataque o bien, ayudar al dos contra uno en la última línea de la cancha. Otra de sus bondades es la libertad de marca.

Es bien sabido que no cualquiera puede desempeñar esta posición pues se requiere fuerza en el marcaje, velocidad y visión de campo. Rafael Márquez, Franco Baresi, Fernando Hierro y el exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres son algunos de los nombres que se desempeñaron como líberos.

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Mario Marín Torres, político con vocación de delincuente

También conocido como el gober precioso, Mario Marín estuvo prácticamente ligado al estado de Puebla durante toda su formación y carrera política. Estudió la carrera de Derecho en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (institución que está detrás de Lobos BUAP, escuadra de primera división).

Su primer cargo profesional fue el de Juez de lo Familiar en la entidad poblana. Posteriormente fue secretario en el Tribunal Superior de Justicia, en la dependencia de Gobernación. Durante la gubernatura de Mariano Piña (1987-1993), fue Subsecretario A y Subsecretario B de la Secretaria de Gobernación. Después alcanzó el puesto de Secretario de Gobernación de Puebla bajo la gubernatura de Manuel Bartlett (1993-1999).

Este puesto lo catapultó a la cúpula del PRI en Puebla. Lo eligieron como Presidente del Comité Directivo Estatal del partido en el estado. Para 1999, Mario Marín alcanzó el puesto de presidente municipal de Puebla de Zaragoza (1999 a 2002). Posteriormente fue electo como Gobernador de Puebla de 2005 a 2011.

Durante este periodo, el gober precioso dejó una huella no muy grata. Se encargó de dejar  su apellido (literalmente) por todo el estado. De acuerdo con el medio Animal Político: Edificios, hospitales, escuelas y hasta guarderías infantiles ya llevan el nombre de la mamá de Mario Marín […] Por otra parte, la imagen de Mario Marín quedó plasmada en uno de los muros del palacio municipal de la capital poblana.

A esto se suman acusaciones de desvíos de fondos como el caso de la carretera de Eloxochitlán, tramo carretero cuyo precio se estimó en 11 millones de pesos y terminó costando más de 22 millones, mismos que salieron de los contribuyentes.

Por último pero no menos importante, el caso de la periodista Lydia Cacho que causó indignación por su gravedad. Todo comenzó por el libro Los demonios del Edén, donde la periodista mexicana señaló a Mario Marín y al empresario Kamel Nacif como parte de una red de pederastia.

A raíz de esto, Cacho fue detenida en Quintana Roo por cargos de difamación. La periodista señaló que durante el traslado en auto desde Quinta Roo hasta Puebla recibió amenazas y tortura psicológica. Cacho fue presentada en Puebla donde continuaron los atropellos por parte del cuerpo de seguridad.

Lo que se orquestó fue una orden de aprehensión artificial para tener la posibilidad de infringirme el mayor castigo posible; una especie de vendetta por haberme atrevido a hablar de los poderosos. Escribió la periodista mexicana sobre el lamentable suceso. Actualmente, el PRI desafilió a Mario Marín y lo busca en más de 109 países la Interpol y en territorio nacional la Procuraduría General de la República.

Mario el líbero Marín y su alma de futbolista

Es bien sabida la afición de Mario Marín por el futbol, de hecho tuvo un pasado como futbolista. Lo jugó desde niño hasta la universidad y su posición en el campo era la de líbero. Por supuesto que la calidad del exgobernador no se acercaba a la de los más ilustres en esa posición, pero Marín siempre fue protagonista en los partidos de exhibición que se organizaban durante su mandato.

Fuera de la cancha, Mario Marín continuó con su devoción al balompié. Emprendió acciones para acaparar y controlar el futbol en el estado, desde construir una cancha en la residencia oficial (Casa Puebla) hasta crear nexos para controlar al Club Puebla.

Para lograr una fuerte presencia dentro de la institución, Mario Marín movió a sus hombres de confianza. Primero fue Emilio Maurer, quien en 2007 formó parte del grupo de empresarios que adquirieron al Puebla. En cuanto se realizó la compra, el mismo Maurer le abrió la puerta al empresario de confianza de Marín, Ricardo Henaine.

De esta forma se trianguló el ascenso de Marín y Henaine al control del futbol profesional en el estado. Por su parte, a Maurer se le recuerda como un contestatario de la Federación Mexicana de Futbol, aunque en realidad se trataba de un intermediario manejado por los intereses políticos y económicos de Marín. Actualmente el club se alejó de las manos de Henaine y los Chargoy, pues en 2018 ya contaba con nueva administración presidida por Manuel Jiménez.

De esta forma, la carrera del Líbero Mario Marín se caracterizó por la impunidad, los delitos y el manejo opaco del deporte. Parece que para ser líbero hay que tener visión y control del juego, huir de la justicia y esconderse en distintos prestanombres. Es hora que Marín se retire de las canchas y descanse en el vestidorojalá, tras la rejas.

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Por: José Macuil García    

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