Si el Parma ha tenido una buena temporada en los últimos años, esa fue la de 1998-1999. Miren la foto y figúrense que no es el Manchester City o el Real Madrid, entonces era un equipo bueno, pero nada del otro mundo, el equipo que pertenecía a los dueños de la empresa de lácteos Parmalat.
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Este racimo de figuras internacionales acababa de conseguir la segunda copa de la UEFA para los crociati. De lado izquierdo, casi saliéndose de la fotografía, está un Fabio Cannavaro de 25 años que con la medalla dorada volándole en el pecho sostiene una mirada retadora como de quien siete años después levantará una copa del mundo.
Le sigue uno de los más grandes ídolos colombianos de la época, Faustino Asprilla, que eufórico grita uno de sus años más prolíficos en Italia. Verón y Crespo, en el centro de la fotografía por ser los líderes de aquél exitoso equipo, uno el equilibrio en el medio campo, y el otro un artillero. Detrás de Verón está el portero revelación de Italia, Gianluigi Buffon con 21 años abraza al argentino con los cabellos escurriéndole por la frente, y el rostro de quien no puede creer ser tan determinante para un conjunto tan importante.
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Otros grandes jugadores como Lilian Thuram, Roberto Sensini o Dino Baggio completaban el equipo que le ganó al Olympique de Marsella en Moscú con un marcador de 3-0.
En aquel año, el Parma también ganó la copa de Italia. Esta foto que entonces parecía un conjunto de jugadores experimentados y jóvenes con futuro, confirma lo que dice Juan Villoro: hay historias que sólo se entienden mucho después de haber sucedido.
Aquí el resumen del partido entre Parma y Marsella por la UEFA.
Por: Pedro González @gonmoc
