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Deportivo Alavés

El Deportivo Alavés tiene 102 años, un club modesto en la ciudad de Vitoria-Gasteiz en el País Vasco. Un equipo que recién descendió de La Liga. Es una escuadra de pocas glorias pero con mucha tradición y que, por un día, al menos por un duelo que se extendió hasta los tiempos extras, nos hizo ser un poco de ella: en la final de la Europa League 2000-01.

El Deportivo Alavés: el camino hacia la conquista de Europa

El conjunto vasco era dirigido por José Manuel Esnal, mejor conocido como ‘Mané’. En ese entonces, el torneo se llamaba Copa de la UEFA y a diferencia del formato actual, se debían de jugar seis fases para avanzar en la contienda. En la temporada 1999-00, el Alavés terminó en sexto lugar de la liga española con 61 puntos y un boleto a la ronda de calificación.

Con 15 victorias de 38 partidos, el Alavés de ‘Mané’ logró avanzar al torneo internacional y, para sorpresa de los escépticos, vencieron 4-3 al Gaziantepspor de Turquía en el marcador global. Lo que les dio entrada a la segunda fase de calificación, donde también dejaron fuera al Lillestrøm de Noruega por 3-5. Así que de cuatro partidos, anotaron nueve goles y se instauraron en los dieciseisavos de final.

A pesar de los choques y la resolución de las llaves, el torneo se fue cerrando cada vez más al grado de que Barcelona, Roma, Inter de Milan, Porto y Liverpool seguían en la contienda y complicando un poco la eliminatoria para los planteles vastos como lo era el Alavés. En ese entonces, contaban con jugadores como: Martín Herrera, Antonio Karmona, Jordi Cruyff, Iván Alonso, entre otros.

Se encontraron al Rosenborg de Noruega en los dieciseisavos, a quienes también derrotaron por 4-2 tras sorprender en la vuelta con un 3-1. En los octavos se enfrentaron a los nerazzurri que vencieron por un marcador de 5-3 y que fue suficiente para ver arder la cancha visitante. “El Alavés se rió de la historia, de los títulos del Inter, de los 42 años que los españoles llevaban sufriendo en San Siro”, escribió El País aquel 22 de febrero del 2001.

El equipo debutante, el que parecía chiquito en la contienda, había eliminado al Inter de Milan y caminaba con sed de más, hasta donde sus piernas, corazón y entrega lo permitieran. En los cuartos, chocaron contra los madrileños del Rayo Vallecano, un conjunto que medían bien y que ‘despacharon’ desde la ida con un 3-0 y que en el global se resolvió con un 4-2.

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La ansiada final estaba más cerca que nunca, los propios y extraños veían a los de Mané hacer historia en Europa. Estaban en la antesala del partido más importante de su vida y, mientras en la otra llave se enfrentaba el Barcelona contra Liverpool, los vascos debían vencer a los alemanes de Kaiserslautern para disputar su primer campeonato internacional.

En la liga española terminaron lejos de repetir la hazaña de calificar consecutivamente a la Copa de la UEFA. Concluyeron en décimo lugar con 17 derrotas de 38 juegos y solo 14 triunfos, así que su atención se focalizó en conquistar el continente. Así lo creyeron y así lo cumplieron.

Fue un partido que no pareció una semifinal y, en su lugar, lució como una goleada digna de fase de grupos. Vencieron 5-1 en la ida, con un pie en el juego por el campeonato y que terminaron de adentrar el segundo con un marcador de 4-1, el cual selló una campaña de ensueño en toda su historia, cuando justamente cumplieron 80 años. Donde cada vez más personas se sumaban a apoyar al Deportivo Alavés, aunque sea por un momento.

En la otra llave, el escocés Gary McAllister le dio el pase al Liverpool en la victoria de 1-0 contra los catalanes, un tanto que cayó por la vía penal en el duelo de vuelta. Con esto, se confirmó que el reto de los vascos no sería nada fácil. Se enfrentaban a los actuales campeones de la Copa de la Liga de Inglaterra, FA Cup y Community Shield. Todo se definiría la noche del 16 de mayo del 2001.

Revive aquella dramática final aquí con la voz de los protagonistas

En los primeros 16 minutos del partido, en la cancha del Westfalenstadion del Borussia Dortmund, parecía que el sueño se les esfumaba de las manos cuando ya iban 2-0 abajo con goles de Markus Babbel y Steven Gerrard. Sin embargo, un viejo conocido de la Liga MX con el Toluca, el uruguayo Iván Alonso, permitió que volvieran al rodeo con un tanto al minuto 27. 

Sin embargo, no fue suficiente, porque al minuto 41 los dirigidos por Gérard Houllier anotaron el tercero que parecía sentenciar el encuentro. Pero si de algo se supo de aquella generación del Deportivo Alavés fue en no dudar de sus capacidades y entrega, sobre todo cuando arrancó la segunda mitad en el estadio alemán.

El valenciano Javi Moreno devolvía el alma a los vascos. En tan solo tres minutos (48’ y 51’) anotó un doblete que emocionó a los espectadores, donde los comandados por Mané demostraron de qué estaban hechos. De que no se achicarían contra nadie y lucharían hasta que las piernas y el corazón no les dieran, con esto empataron 3-3 y recién iniciaba la parte complementaria.

En el minuto 73, Robbie Fowler anotó el cuarto de los ingleses y mientras el reloj transcurrió, las oportunidades de los de Vitoria parecían quedarse atrás. Hasta que en un tiro de esquina, Jordi Cruyff anotó el del empate en el 89, a nada de que el partido llegara a su fin en el tiempo reglamentado. Con esto, avanzaron a la prórroga y todo se nubló cuando se quedaron sin Magno Mocelin y su capitán Antonio Karmona, ambos por doble amarilla.

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Como película, en una de las finales con más goles en la Copa de la UEFA, bastaron dos minutos de la expulsión de sus hombres para que un ‘raspón’ del defensa Delfí Geli le diera la copa a los ingleses. Una infortunada acción del catalán permitió que el balón entrara en su propia portería al 117’ y con ese ‘gol de oro’, se quedaron con el subcampeonato en aquella triste noche de mayo. 

A nada de terminar los tiempos extras, los vascos no levantaron el trofeo que sería el más importante de todo su palmarés, al tener solo cuatro ligas de la segunda división, una de la B y una copa de la federación de España en los 102 años de trayectoria. Ese día se convirtieron en la generación más valiosa, pues a pesar de quedarse con el segundo lugar del certamen, emocionaron en los 117 minutos a más de uno.

Por: Samantha González / @ssmanthaglez

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