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Michael Owen

Michael Owen se caracterizó por destacar en el futbol británico a muy corta edad, debutó a los 17 años de edad y a los 21 ya había ganado el Balón de Oro.

Era un goleador nato, que conocía bien la pelota desde hace mucho tiempo y a pesar de que su futuro parecía bastante prometedor, no pudo brillar como se pensaba a causa de las múltiples lesiones.

Además de que en la recta final de su carrera pareció “traicionar” al club del que fue parte desde niño al fichar por el Manchester United, dañando incluso la relación con el público que lo ovacionaba.

Un futuro alentador

El jugador nació en Chester, Chesire, al noroeste de Inglaterra el 14 de diciembre del 79. Su padre, Michael James Owen, recuerda que desde muy pequeño su hijo empezó a interesarse por el balompié. Estos asistían a un club con diversas actividades para los menores pero éste siempre se decantó por el balón.

“Lo único que le interesaba eran los partidos de futbol y su coordinación y su ojo para la pelota era bastante excepcional para un niño de cinco años”, declaró el señor Owen hace unos ayeres.

Su habilidad con el esférico fue innata, sabía hacer movimientos que sin duda sobresalía del resto. “La mayoría de los muchachos de esa edad solo patea la pelota pero Michael era natural: estaba metiendo tiros en la esquina de la red con el costado de su pie. Habría pensado que era tres o cuatro años mayor que él. Fue destacable”, recuerda Michael James. Por ello, el primer equipo al que quería que entrara su padre era al Everton pero, finalmente, por el que se decantó fue el Liverpool, tras el interés de los seleccionadores, pues Owen ya llamaba la atención desde los 8 años.

A esa edad ya había sido llamado por la sub-11 en la primaria y un año después, a pesar de ser dos años menor, ya portaba el gafete de capitán y rompió récords de futbolistas emblemáticos como Ian Rush a los 20.

“Había marcado la asombrosa cantidad de 97 goles en una sola temporada, mejorando el récord de Rushie en 25 goles… Su madre recuerda: ‘Anotó 97 en su última temporada y superó a Gary Speed ​​porque había jugado en las tres temporadas para los niños de 11 años desde que tenía ocho’, relata el portal de LFC History.

Crecer a partir de los goles

A los 16 ya era parte de la sub-18 del Liverpool y ayudó a conseguir la primera FA Youth Cup de los ‘Rojos’, por lo que un año después firmó su contrato profesional que lo integraba al primer equipo de la Premier League.

Contó con el respaldo de sus entrenadores, destacando no solo su capacidad goleadora, sino también su inteligencia en el campo a tan temprana edad. Por eso debutó en la liga el mayo del 97 contra el Wimbledon, entró al campo y anotó un gol, siendo el más joven en lograrlo para el Liverpool a los 17 años y poco más de cuatro meses.

El alemán Karl-Heinz Riedle, jugador del Liverpool entre el 97 y 99, comentó en su momento que «Es increíble cuando lo ves jugar y te das cuenta de que solo tiene 17 años… Es un jugador tan bueno, tan rápido y para su edad, tiene una excelente visión y conciencia. Ya es un gran jugador y en uno o dos años se convertirá en un gran futbolista”, declaró su compañero de equipo, 15 años mayor que el juvenil de Chesire.

El inicio de la leyenda

En su contrato había firmado por cinco temporadas con los ‘Rojos’ y lo había hecho por 2.5 millones de libras, así que a la semana cobraba alrededor de 10 mil libras y de acuerdo con LFC History, en el 97 se había convertido en el “adolescente británico mejor pagado del futbol en la Premier League”. Un adolescente que ya había dado el gran salto al primer equipo y por Inglaterra también, al debutar con la selección mayor a los 18 años y casi dos meses, en abril del siguiente año. Siendo de las jóvenes promesas del balompié inglés.

En la temporada de 1998-99, anotó 23 goles en 40 juegos pero se lesionó el tendón de la corva, en el bícep, siendo un problema que le duraría toda su trayectoria y con la que iniciaría su calvario. A pesar de su aflicción, este continuó jugando y en la 1999-2000, marcó 12 goles, en ocasiones recaía en su problema muscular y con el tiempo fue trascendiendo.

Un año después, durante la campaña del 2000-01, no solo fue un gran torneo en lo colectivo donde sus goles ayudaron a que el Liverpool conquistara cinco certámenes (Europa League, Supercopa de Europa, FA Cup, Carling Cup, Community Shield) sino que también lo fue en lo personal. A los 21 años y 11 meses, Michael Owen fue acreedor al Balón de Oro, superando a Raúl del Real Madrid y Ronaldo del Inter de Milán, por lo que el segundo jugador más joven en ser ganador de este premio, luego del astro brasileño que militaba todavía en la Serie A.

¿Decisión correcta?

Para el 2004 ya había anotado más de 150 goles en la Premier League, todos para el Liverpool y consiguiendo algunos títulos. Sin embargo, Michael Owen decidió dar el gran salto en su carrera, salir de su zona de confort y buscar nuevos retos. Retos que estaban en España, en el club más ganador de Europa, así que fichó por el club merengue.

«Owen puede ser uno de los mejores jugadores del mundo y los mejores jugadores deben jugar en el Real Madrid», comentó Florentino Pérez.

A pesar de que fue un traspaso importante en la carrera de Michael Owen, no se manejó de la mejor forma en su país.

“Me decepcionó la reacción derrotista a mi transferencia”, comentó el futbolista de 24 años, “No sé si es un rasgo inglés conformarse con lo que tienes, pero me quedé desconcertado cuando lo primero que dijeron algunos fue ‘¿cómo va a entrar en el primer equipo’’. No dijeron ‘fantástico, se está mudando al club más grande del mundo’”, declaró sobre la crítica que desprendió su fichaje.

Al aterrizar en Valdebebas, la competencia interna causó que Owen no fuera, claramente, de los once de arranque y esto le dio argumentos a la opinión británica de que dejar al Liverpool había sido un grave error.

Con el Madrid participó en 45 partidos y anotó 16 goles, a pesar de que respondió con lo que mejor sabía hacer, no fue suficiente para marcar un hito en el club madrileño y terminó por salir de la institución. Además, también las lesiones lo dejaron fuera de algunos juegos y repercutió en su juego.

¡Siempre las lesiones!

Volvió a Inglaterra pero de la mano del Newcastle, ahí los problemas con su salud y rendimiento otra vez provocaron que no pudiera brillar como lo hizo en el Liverpool.

Aunque fichó por cinco temporadas, iniciando en el 2005, dos importantes lesiones lo alejaron del futbol por un considerable tiempo: se rompió el hueso metatarsiano en la Premier y en el Mundial de Alemania 2006, en el primer juego contra Suecia, tuvo problemas con el ligamento cruzado de la rodilla, dejándolo fuera de la Copa del Mundo y de la liga inglesa por casi un año.

En lo que pudo destacar Owen fue que disputó 79 partidos con el Newcastle y marcó 30 goles pero su calvario fueron las lesiones, mismas que él señaló que se trataron mal desde la primera en 1999. Su precoz carrera, entrenar desde muy joven y el tratamiento no adecuado para esta considera que fueron determinantes en condicionar su estado.

«Mi cuerpo me hizo pagar por llevarlo al límite con demasiada frecuencia. Mi tendón de la corva se partió en dos y fue en ese momento que terminó mi capacidad para desempeñarme sin obstáculos”, señaló el jugador.

“Mi rehabilitación se vio comprometida debido a que nuestro fisioterapeuta dejó el club ese verano [del 99] y no fue reemplazado hasta la temporada siguiente. Sin atención médica regular, una lesión de rutina estaba destinada a restringirme por el resto de mi carrera… La gente se ríe cuando digo que no soy propenso a las lesiones por naturaleza. Es mi opinión genuina, debido a que jugué demasiado a una edad temprana, sufrí una lesión y luego tuve una rehabilitación terrible en un momento tan crítico”, declaró Owen.

Rojo de nuevo, pero en otra ciudad

La selección de Inglaterra se hizo responsable de algunos pagos de su lesión luego de que esta ocurriera con ellos durante el Mundial del 2006. Pasó cinco años en el Newcastle y después fichó por el Manchester United, considerado un traspaso muy criticado por la rivalidad entre el Liverpool y los ‘Red Devils’. En un artículo de Bleacher Report, hasta apuntan, en una especie de carta para Owen, que actuó muy egoísta al hacerlo y rayando en la traición.

“¿Cómo pudo él, un graduado de la academia del Liverpool, fichar por el Manchester United cuando sabe que el Liverpool está a poca distancia de esa elusiva corona de la Premier League?”, publicó Barney Corkhill en 2009, “La perspectiva de que Owen, durante tanto tiempo siendo un héroe del Kop, ayude al United a ganar otro título me enferma”, creando una controversia en su fichaje.

Con el Manchester United alzó una Premier League en 2011 y dos Community Shield:

“Tienes que ser egoísta en el futbol y, dejando de lado las lealtades personales, Owen hizo el movimiento correcto. En una elección entre Man Utd y Hull, solo habrá un ganador… pero si Owen va a ser egoísta, los aficionados del Liverpool también deberían poder hacerlo. Queríamos que Owen hiciera lo mejor para nosotros, no lo mejor para él… y mudarse al Manchester United es la máxima traición”, escribió Corkhill.

Estuvo tres años vistiendo la casaca del United, dirigido por sir Alex Ferguson y finalmente en el 2012 pasó al Stoke City pero solo jugó nueve partidos y anotó un solo gol. Sellando de esta forma su retiro en el balompié, luego de ser de las promesas más interesantes del futbol mundial pero que su prematura carrera y lesiones no lo dejaron brillar. Cuestiones que él mismo, ahora, a la distancia, lo señala como factores de no poder continuar con el nivel que una vez tuvo con la jersey del Liverpool. Viviendo el sueño muy rápido, a velocidades muy altas y sin la certeza de los baches que se encontraría en el camino.

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Por: Samantha González Silva / @ssmanthaglez

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