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La crisis de identidad futbolística -y por ende, de resultados- en el Club Pachuca bajo la gestión de Pako Ayestarán, ha arrojado como resultado la destitución del donostiarra del cargo de entrenador de la entidad hidalguense tras la contundente derrota por 3-0 enfrentando al América en calidad de visitante.

Al banquillo Tuzo llegó una sui generis leyenda del fútbol sudamericano, “El Loco” Martín Palermo. Sí, el hombre de los 236 goles enfundado en la camiseta Xeneize, el máximo goleador histórico de Boca Juniors, aquel 9 que con más pundonor y entrega se abrió pasó en la albiceleste a punta de goles de todos colores y sabores.

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El mismo Palermo que un 4 de julio de 1999 llegaba en calidad de goleador de la Copa América y tenía por rival a Colombia, la historia le tenía preparada una tragedia. “El Loco” cobró un penalti que se estrelló en el travesaño en los primeros minutos del partido; al 79’, con la albiceleste perdiendo el partido, se pitó otro penalti que Palermo pidió cobrar con la característica decisión y firmeza de aquel entusiasta del gol, ¿el resultado? Nuevo yerro del 9 argentino.

Colombia pondría el marcador 3-0 y al 90’ habría una nueva oportunidad desde los 11 pasos para la escuadra argentina; Palermo tomó la pelota con el ansia de un niño que debe aprobar una asignatura y la vergüenza deportiva de un hombre, y sí, Martín volvió a fallar. Vueltas del destino, vueltas del balón, quien defendía el arco cafetalero en aquella fatídica noche para “El Titán” era Miguel Calero, enorme ícono de la historia del Club que hoy dirige Palermo.

Como casi todo en esta vida, y sobre todo en el futbol, la llegada de Palermo a Pachuca divide opiniones, polariza y generara un amplio debate en torno a su contratación; que si existen entrenadores más preparados y con mayor rodaje que él, que si muchos de esos entrenadores conocen ya el futbol mexicano… la lista se podría prolongar. Lo cierto es que Martín Palermo era ya integrante de la “Familia” de Grupo Pachuca pues dirigía anteriormente al Everton de Viña del Mar, -que es propiedad del grupo encabezado por Jesús Martínez-, por lo que, el traerlo a dirigir al futbol mexicano no es una apuesta descabellada.

¿Será Martín Palermo quien cumpla con ese perfil tan específico que requiere un entrenador del Pachuca? Un entrenador con el molde de un profesor que sepa arropar a los talentos jóvenes que emergen de la productiva cantera del Tuzo, y con la firmeza necesaria para acoplar a su maquinaria a los jugadores “hechos” que han llegado a sumarse a las filas hidalguenses para este Clausura, como Edwin Cardona o Ismael Sosa. Algo es muy claro, Pachuca tiene un plantel más que sólido para competir por la Liga.

El entusiasta del gol llegó a dirigir los destinos del Pachuca. ¿Será su contratación sólo euforia desmedida de la directiva que encabeza Jesús Martínez? Eso lo iremos descubriendo con el correr de las jornadas y los resultados que “El Titán” vaya consiguiendo al frente de un plantel lleno de potencial.

Por: Francisco Andújar

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