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Málaga

¿Recuerdan la temporada 2012-2013? Sí, aquella en que en el futbol español y, en toda Europa, irrumpió un equipo de Andalucía, para ser más específicos de Málaga. Un equipo con colores albiceleste que, de pronto, mediante futbol, logró hacer frente a equipos que parecían invencibles. Hoy esa realidad parece más un sueño.

El Málaga Footbal Club fue fundado en el año de 1903. Y a lo largo de sus historia y transitar en el futbol español, el cuadro malagueño sorteó diversos cambios. Siendo el 19 de julio de 1941 cuando pasaron a nombrarse Club Deportivo Málaga. Mismo año en que jugaron por ver primera en el mítico Estadio de La Rosaleda. Aunque el último y definitivo cambio de nombre se dio en 1948: Málaga Club de Fútbol.

Durante la campaña de 1949-50, el conjunto malagueño jugó su primer partido en la Primera División Española, esto de la mano del entrenador Luis Urquiri. Aunque después ocuparían su lugar desde Ricardo Zamora hasta Helenio Herrera.

Pero el balón parecía no estar del lado de Málaga, pues sufrió la pesadilla del descenso. Cosa que no cambió hasta la década de los 70, cuando por fin consiguió estabilidad deportiva. Justo en esta etapa destacaron jugadores como: Juan Antonio Deusto Olagorta (portero), José Díaz Macías (defensa), Miguel Ramos Vargas (centrocampista), Sebastián Humberto Viberti Irazoki  (centrocampista).

Durante esos años es que se fueron cimentando los ideales del Málaga: juego vertiginoso, tenencia del balón y soltura al atacar. Por supuesto que todo a partir de un buen trato a la redonda. Esta filosofía les valdría el hacer frente a rivales como: Real Madrid, Barcelona, Valencia, Atlético de Madrid y más. Haciendo también de su casa un lugar difícil de sortear.

La realidad de un sueño

Debieron pasar muchos años -para ser más concretos 107-, para que en Málaga el futbol fuera algo más que una aspiración, y pudiera convertirse en algo más tangible. esto en gran medida debido a que el jeque árabe Abdullah ben Nasser Al Thani, compró el club en el año 2010.

Todo eso significó la inyección de capital en diversos campos: publicitarios, remodelaciones en el estadio y claro, fichajes. El timonel nacido en Portugal, Manuel Jesualdo Ferreira, fue el encargado de comandar la nueva reestructuración. Y con él llegaron jugadores como: Eliseu Pereira dos Santos y José Salomón Rondón.

Sin embargo, los malos resultados no acompañaron el técnico lusitano, por lo que terminó por ser cesado. pero esto no mermó en absoluto el nuevo camino para la reconstrucción del equipo. Su lugar lo ocupó Manuel Pellegrini. Con él arribaron: Julio Baptista, Ignacio Camacho, Martín Demichelis e Ignacio Camacho. Una nueva filosofía revolucionaría Málaga.

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A pasos agigantados la redonda se impregnó de un futbol en el que la fuerza y delicadeza se conjuntaban en u solo orden. Para la temporada 2011-12 nuevos nombres hicieron eco entre los pasillos del club: Ruud van Nistelrooy, Nacho Monreal, Jerémy Toulalan, Joaquín Sánchez y, un joven andaluz que se mostraba como una promesa que le arrebataba futbol al futuro para traerlo al presente: Isco Alarcón.

Durante aquellas jornada del 2011-12, registraron su mejor marca jugada en Primera, quedando en la posición número cuatro de España. Consiguieron 58 puntos, tras ganar 17 encuentros, empatar 7 y perder en 14 oportunidades. Además, el haber conseguido aquel lugar en la tabla significó algo de suma importancia para la entidad: su clasificación a la fase previa de la UEFA Champions League.

Jugando entre los grandes

Para la competición europea compartió grupo con: Milán, Zenit y Anderlecht. Sumo 12 puntos y pasó a la siguiente ronda como líder del grupo. No importaba el campo donde jugaran, el césped de manera natural parecía transformarse en suelo andalúz.

Cada partido se transformó en tierra de promesas. Por ver primera la tradición malagueña se veía compensada con el reconocimiento en el orbe futbolístico que tanto les había quedado a deber. Caballero, Weligton, Antunes, Saviola, eran nombres ya memorizados por los aficionados y rivales. A estos se sumaban los de los recién llegados que ya mencionamos, aunque realmente parecía que habían jugado toda la vida juntos.

Pero el idílico y atrevido sueño encontró fin en los cuartos de final en el Signal Iduna Park, frente al Borussia Dortmund. Sí, encuentro que no estuvo exento de polémicas arbitrales que favorecieron al cuadro bávaro, pero también hubo otras particularidades que trascendieron antes, durante y después en la atmósfera de aquella campaña.

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En el año 2012, el Comité de Control Financiero de Clubes, entidad perteneciente a la UEFA, sancionó al Málaga con una multa de 300 mil euros, esto debido al Fair Play financiero, recordando que éste consiste en: No gastar más de lo que se ingresa para limitar y tener controladas las pérdidas económicas de los diferentes equipos. También es una política que ayuda a evitar que los clubes puedan comprometer su futuro con despilfarros en el mercado de fichajes.

La entidad del Málaga apeló la sanción ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo Internacional, pero no procedió, por lo tanto la UEFA tomó la decisión de suspender durante un año de toda competición de europea -exceptuando la Liga Española- al club.

Pellegrini se fue del equipo en el año 2013, El chileno llegó a comentar:  «Por cuestiones del proyecto, nos tendremos que separar». Aunque mucho se hablado que fue una consecuencia directa de los malos manejos de directivos y el dueño con respecto al Fair Play financiero. En su lugar llegó Bernd Schuster, pero nada volvió a ser igual.

Una angustia permanente

Fue en el año 2018 cuando dieron un paso hacia atrás en la categoría y descendieron  la Segunda División. Pero en este 2020 las cosas resultan mucho más complejas para el cuadro blanquiazul.

Con la reanudación del balompié español tras el parón por la emergencia sanitaria, el Málaga presenta una complicada situación, no solo en lo futbolístico, sino también en lo económico. Por el lado deportivo, se encuentra a tres puntos del descenso a la Segunda División B, aún tiene 11 juegos por disputar. Mientras que en el tenor económico, hay incumplimiento de pagos a sus futbolistas y, aunque lograra salvar la categoría, la Liga le impediría inscribirse a la siguiente temporada si no consigue solventar los sueldos.

En febrero de este año, se dudaba incluso que el club pudiera siquiera terminar la temporada en Segunda División, debido a que Abdullah ben Nasser Al Thani se negaba a tomar medidas para solventar el presente y futuro a corto plazo de la entidad. Pero esto cambió cuando Al Thani fue separado debido a denuncias de accionistas del club. Por lo cual, el administrador judicial José María Muñoz es el encargado de buscar dar la viabilidad que perdieron.

Debido al momento crucial por el que están pasando diversos clubes a lo largo del mundo, las posibilidades para salvar la Institución se muestran sin respuesta clara. Aunque están haciendo lo posible por el que suceda. No queda más que esperar, de otra manera no podremos saber si aquel equipo andalúz que conquistó tierras inimaginables volverá a soñar y a transformar su realidad.

 

Por: Redacción

 

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